NO ES GRACIOSO!
—Tienes razón —coincidió Sydney—. No es gracioso.
Es hilarante.
Estábamos en casa de Raymond, en la intimidad de
nuestra habitación. Nos había tomado una eternidad alejarnos de los festejos junto
al fuego, sobre todo después de descubrir un dato terrible sobre una costumbre de
los Vigilantes. Bueno, por lo menos, yo pensaba que era terrible. Resulta que si
alguien quería casarse con alguien más de por aquí, los futuros novia y novio tenían
que luchar cada uno con el pariente más cercano del mismo sexo del otro. Angeline
había notado el interés de Joshua desde el momento en que llegué, y cuando vio la
pulsera, asumió que algún tipo de arreglo se había hecho. Por lo tanto, recayó sobre
ella, como su hermana, asegurarse de que yo fuera digna. A ella todavía no le
gustaba o no confiaba enteramente en mí, pero el probarme como una luchadora
capaz me había elevado en su respeto, lo que le permitió dar su consentimiento a
nuestro "compromiso". Se había requerido entonces un montón de persuasión para
convencer a todos, incluyendo a Joshua, que no había compromiso. Si hubiera
estado allí, me había enterado, Dimitri habría tenido que sustituir a mi "pariente" y
luchar contra Joshua.
—Deja de hacer eso —lo reprendí. Dimitri estaba apoyado contra una de las
paredes de la habitación, con los brazos cruzados, viendo como me masajeaba
donde Angeline había golpeado mi pómulo. No era la peor lesión que había tenido,
pero definitivamente tendría un moretón mañana. Había una pequeña sonrisa en su
rostro.
—Te dije que no lo alentaras —vino la respuesta tranquila de Dimitri.
—Lo que sea. No viste venir esto. Simplemente no quieres que yo… —me mordí la
lengua. No diría lo que estaba en mi mente: que Dimitri estaba celoso. O posesivo.
O lo que sea. Sólo sabía que había estado irritado al verme amigable con Joshua. . .
y muy divertido ante mi indignación por el ataque de Angeline. Bruscamente me
volví a Sydney, que estaba tan entretenida como Dimitri. De hecho, estaba bastante
—¡N
Vampire Academy Richelle Mead
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segura de que nunca la había visto sonreír tanto—. ¿Sabías acerca de esta
costumbre?
—No —admitió ella—, pero no estoy sorprendida. Te dije que eran salvajes.
Muchos de los problemas comunes son resueltos por peleas por el estilo.
—Es estúpido —le dije, sin importarme si estaba lloriqueando. Me toqué la parte
superior de mi cabeza, con ganas de tener un espejo para ver si Angeline había
tomado un notable mechón de pelo—. A pesar de eso... ella no está mal. Sin pulir,
pero nada mal. ¿Son todos tan fuertes? ¿Los humanos y Moroi también?
