Quinn Fabray es una chica ordinaria que vive en Los Ángeles. Rachel Berry es una ambiciosa chica de Ohio que aspira a ser actriz de Broadway. Sus caminos se cruzarán por medio de las redes sociales y a pesar de la distancia, sus corazones serán uno...
Estaba caminando de un lado a otro, realmente nerviosa por poder charlar con ella de una vez por todas. Rachel le había dicho que su facebook era igual a su nombre, Rachel Berry. Así que la buscó y envió la solicitud. Ella tan solo estaba esperando que ésta la aceptara. Y al ver que una notificación de que así era le llegaba, se sentó en la silla nuevamente, con una sonrisa en su rostro y un tanto nerviosa.
Lo primero que hizo fue mirar su facebook, las fotos de ella sola y con sus amigas.
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Le pareció bastante bonita. Aunque notó que tenía la boca demasiado grande. ¿O era que tenía dientes grandes? El caso era que tenía una sonrisa enorme que nunca había visto en alguien, era como enorme. Y al contrario de repudiarle, le causó ternura. Y además estaba esa forma que tenía de vestirse un tanto nerd.
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Estaba muy concentrada mirando las fotos de Rachel cuando vio que el Chat se activó.
R: Hola. :D
Al instante, Quinn abandonó las fotos y se dedicó a hablar con ella.
Q: ¡¡Hola!! ¿Cómo está mi lectora personal? ;)
Estaba tan animada que colocó un poco de música y se puso a cantar mientras veía que Rachel contestó.
R: ¡¡Excelente!! ¿Y usted, mi autora personal?
No pudo evitar reírse al ver eso, era inevitable. Rachel la hacía sonreír y ver que estaba hablando con ella, comenzando a conocerla, le alegraba el día. Pues le gustaba conocer gente y hablar sobre cosas en común y hasta ahora ellas se llevaban de maravilla. La intriga de saber qué cosas tendrían en común le llamaba la atención.
Q: Muy bien, estaba mirando tus fotos. Eres muy bonita.
Al decir eso, lo envió y se arrepintió. Pues no sabía si era correcto decirle esas cosas.
R: :$ Gracias. Yo estoy mirando las tuyas y no estás nada mal. jaja
Eso sí que le causó gracia, la estaba peleando. Era cierto que le gustaba pelear, ahora podía confirmarlo y decidió atacarle en lo que podía.
