Capítulo 21

576 38 0
                                    


Una mirada, las manos entrelazadas y una amarga despedida es todo lo que había entre las chicas en ese momento, mientras esperaban para salir hacia el aeropuerto. Puck y Tina no habían llegado, debían salir en un par de horas y los chicos estaban en camino desde el hotel. Las chicas se miraban mientras, sentadas en el sillón de la sala, no podían decir ni una sola palabra. Las miradas decían todo y sus padres, miraban desde la entrada de la cocina, como las chicas se miraban sin siquiera moverse. Hubo algo que los dejó helados, las chicas no eran conscientes de que eran observadas, por lo cual, olvidándose del resto del mundo, se perdieron en un beso profundo y con mucho sentimiento. Las lágrimas se hacían presentes y eso... los dejó congelados a los dos. No se esperaron ver un llanto con tanto sentimiento como el de ellas dos. Ambas estaban angustiadas y no dejaban de besarse mientras se abrazaban y fueron testigos de las palabras que ambas se regalaron entre besos.

R: No quiero separarme de ti, Quinn. Te necesito cerca, no puedo respirar de pensar que te vas.

Quinn la besaba con ganas y la miró a los ojos.

Q: Hago esto para darte un mejor futuro. Con esto seré alguien en este mundo y podré darte la vida que te mereces y callar a Finn. Él puede darte todo, yo no tengo nada.

Rachel negó con la cabeza mientras que Russell miraba a Shelby comprendiendo que por culpa de su pasado, su hija no podía ir a la universidad y que este era una oportunidad que no podía perder.

R: Tú no necesitas ser alguien para estar conmigo, yo te amo por lo que eres, con tu pasado, tu presente y amaría ser parte de tu futuro. Si vas a hacer esto que sea por ti, no por demostrarle a Finn que eres mejor. Porque ya lo eres, Q. Eres mejor de lo que crees.

La rubia agachó la cabeza avergonzada y ambas miraron al costado, notando a ambos padres mirando la escena con pena

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La rubia agachó la cabeza avergonzada y ambas miraron al costado, notando a ambos padres mirando la escena con pena. Russell le sonrió a su hija y tomando la mano de su amor, se fueron a sentar al porche para dejarlas solas a las chicas. Las cuales se miraron y no lo pensaron dos veces, iban a disfrutar sus últimos momentos a solas sin interrupciones y la rubia pensaba agradecer a su chica no con palabras sino con un gesto. Fueron a su habitación, entró Quinn primero y cerró la puerta, colocando a la morena tras ella y besándola como nunca antes.

La morena, que se había colocado una falda para despedir a su chica al aeropuerto, notó como las manos de esta, se colaban bajo la tela y comenzaban a acariciar su pierna mientras llenaba su cuello de besos. Las ganas de hacerle el amor a Quinn antes de que se fuera inundaron a la morena, que no lo pensó dos veces y cedió ante la rubia. Que sin pensarlo mucho, la alzó por las piernas y la acomodó en sus caderas, haciendo bastante escándalo contra la puerta de la habitación. Lo cual Shelby notó, ya que había ido en busca de un saco pues tenía frío y al escuchar el escándalo que ambas hacían en la habitación, salió de allí con su saco en la mano rápidamente. Cerró la puerta del porche y se sentó al lado de Russell, riéndose.

Something to die forDonde viven las historias. Descúbrelo ahora