Quinn Fabray es una chica ordinaria que vive en Los Ángeles. Rachel Berry es una ambiciosa chica de Ohio que aspira a ser actriz de Broadway. Sus caminos se cruzarán por medio de las redes sociales y a pesar de la distancia, sus corazones serán uno...
El corazón de Quinn latía como loco mientras caminaba calle arriba desde su casa. Tenía que ir al centro de la ciudad por unas compras y en ningún momento dejaba de pensar en Rachel, en que estaría haciendo, qué pensaría, sus gestos... lo que fuera. Luego de que Rachel le dijo eso se despidió excusándose de que se iría a dormir y Quinn hizo lo mismo.
Ahora esperaba en la larga fila para pagar los productos y estaba tan sumida en sus pensamientos que no se dio cuenta que alguien le tapaba los ojos. Sonrió al notar unas manos enormes que reconoció al instante. Las alejó y se giró con una media sonrisa para ver a Puck detrás de ella.
P: ¿Cómo estás reina?
Quinn lanzó una pequeña risa sarcástica y dando un paso al ver que la fila avanzaba, miró divertida a su amigo. Lo cierto es que estaba de muy buen humor.
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Q: La reina está deseando hacerte callar. ¿Cuántas veces te he dicho que no me llames así?
Puck le sonrió seductoramente y jugó con sus cejas. Sí, Puck era un chico apuesto, todo un galán. Pero demasiado mujeriego últimamente. Por lo que si Quinn alguna vez se planteó volver con Puck, ahora ya no quería ni pensarlo.
Lo miró, le sonrió y miró hacia el frente de la fila, aún quedaban como 5 o 6 personas.
P: Mmm... ¿Y esa sonrisa? Estás demasiado feliz. ¿Pasó algo que tenga que saber?
Se giró, le sonrió y negó con si cabeza mientras dibujaba una media sonrisa en su rostro.
Pero al ver que había un altercado con una señora que no quería pagar, se quedó pensando y se dio cuenta que delicadamente podía pedirle concejo a su amigo respecto a Rachel.
Q: ¡Oye, Puck! ¿Qué tendría que hacer para conquistar a alguien que me gusta?
En ese instante Puck rio, se colocó al lado de Quinn y la abrazó por los hombros. Miró a su amigo con el ceño fruncido y criticándolo con la mirada. Éste tenía una media sonrisa y ella rodó sus ojos.
P: Ok, mi reina. Primero que nada tienes que ver si el maldito desgraciado que me está robando a mi chica está disponible. Si lo está y vez que podría interesarse por ti... no sé, usa tus dotes de mujer y has que él haga el resto.
Sonrió ante la inocencia de Puck, si él tan solo supiera el resto de la historia, seguro estaría burlándose de ella o criticándola. Se dio cuenta de que él dio por hecho que era un chico, por lo que decidió usar otro método.
Q: Si en algún momento de tu vida llegaras a ser caballero y te interesara una chica para tener una linda historia romántica con ella. ¿Qué harías tú para conquistarla? Quiero la opinión de un hombre, yo me puedo arreglar sola como mujer. Quiero saber qué haría un hombre para saber cómo reaccionar.
