Capítulo 11

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Rachel llegó a su casa y cerró la puerta, para luego apoyarse allí y cerrar los ojos. Al abrirlos notó a su madre, cruzada de brazos y mirándola con una ceja levantada. Ahí fue donde Rachel se paralizó, tendría que dar explicaciones a su madre y eso le aterrorizaba. Shelby se acercó a su hija y la abrazó de los hombros con una sonrisa.

Sh: ¿De dónde vienes tan sonriente? ¿De casa de Kurt? Acaso, ¿viste a Finn?

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Sh: ¿De dónde vienes tan sonriente? ¿De casa de Kurt? Acaso, ¿viste a Finn?

Rachel puso su cara de asco, pues cada vez que le nombraban a su ex novio, ella no podía creer que hubiera estado con él.

R: ¡No! No vi a Finn, mamá. No estoy con él.

Shelby miró de costado a Rachel y se cruzó de brazos.

Sh: Ok, esta vez te creo. Pero no entiendo por qué saliste corriendo de la casa sin avisar. Me preocupaste Rachel.

Rachel abrazó a su madre con cariño y sintiéndose terrible por mentirle, odiaba hacerlo.

Al final de cuentas, es la primer persona que la escuchó llorar, que la vio por primera vez, que la ayudo a caminar, a dar sus primeros pasos, la que le enseñó a cantar. Para ella, su madre era todo y no le gustaba mentirle.

Shelby notó que Rachel estaba extraña, la había oído hablar con alguien por teléfono sin que se diera cuenta, había escuchado como llamaba «cariño» a una tal Quinn. Sabía que su hija estaba teniendo algo con una chica. El gusto por las mujeres de su hija era algo que sospechaba desde hace mucho y estaba esperando oírlo de ella para confirmarlo y para ver que su hija le tenía la confianza suficiente para algo así. Sabía que Hiriam era anticuado en ese sentido, nunca aceptaría a Rachel. Pero ella aceptaba a sus hijos fueran como fueran, sin importarles que orientación tengan.

Sh: Mira Rachel, solo quiero que sepas que puedes confiar en mí. No importa si vienes con un novio o una novia, yo solo quiero que seas feliz y que confíes en mí.

Ahí fue donde Rachel quedó paralizada y Shelby lo notó.

Sh: No te preocupes, no le diré a tu padre. ¿Cómo se llama? Es... ¿una chica o un chico?

Rachel tragó saliva, asimilando lo que escuchaba. ¿Su madre la apoyaba? ¿Le aceptaba una novia? ¿Le guardaría el secreto de su padre? ¿Qué mundo era ese? ¿Estaba soñando? No le importó pues si su madre le decía eso, era porque confiaba en ella y ella confiaba en la palabra de su madre. De todas maneras, se arriesgó.

 De todas maneras, se arriesgó

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Something to die forDonde viven las historias. Descúbrelo ahora