Quinn se encontraba en la tienda con el Sr. Gior frente a ella. Ese día hacía cinco meses con Rachel. El tiempo había pasado y ella seguía viviendo con ella. La única diferencia era que ahora su padre le había vuelto a hablar. En secreto, le daba una cantidad de dinero para que ayudara a la madre de Rachel con el alquiler. E incluso había ido varias veces con Ben, para que la rubia viera a su hermano.
Ese día quería llevar a Rachel a cenar en un restaurante y tenía encargados un ramo de rosas. Estaba mirando los catálogos de las cámaras cuando ve que el Sr. Gior había dejado de hablar por teléfono y se acercó a la rubia.
G: Quinn, querida. ¿Crees que podríamos hablar?
Le dijo con una gran sonrisa y una pizca de ilusión en su rostro que a la rubia le llamó la atención. Era muy raro que le hablara así, de seguro era algo muy importante.
Q: Sí, por supuesto. Dígame.
Le dijo y le sonrió amablemente.
G: Quinn, como tú sabes soy un fotógrafo muy prestigioso. No quiero alardear, pero mis academias de fotografía han producido a unos cuantos fotógrafos que hoy en día son muy solicitados. El otro día no pude evitar ver las imágenes que mirabas en tu cámara, las que le sacaste a tu novia. Y me sorprendió el talento que tienes con la fotografía.
La chica quedó helada. El gran Gior le decía que tenía talento, nunca se había sentido tan feliz en su vida. Al ver que la rubia no decía nada, continuó.
G: El caso es que en cuatro meses son los premios MTV. Me gustaría que me acompañaras a L.A. la semana que viene, a mi academia. Quiero instruirte en lo que quedan de meses para que seas una de las fotógrafas de ese gran evento. Lo que me contaste la vez pasada, de tu pasado, sé que no te aceptarán en las universidades con esos antecedentes. Quiero ayudarte a progresar. Así que, ¿quieres ser mi aprendiz, Quinn Fabray?
Quinn quedó paralizada ante tal propuesta, no podía reaccionar. Por lo que Gior se acercó a ella y la agarró del hombro con delicadeza, se preocupó al verla paralizada.
G: Quinn... reacciona muchacha.
Al escuchar las palabras del Sr. Gior, la rubia reaccionó y le sonrió.
Q: Sí, claro que quiero. ¡Por supuesto que sí! ¿Pero cree que me daría un tiempo para pensarlo? Es que quiero hablar con Rachel y Shelby, para que se vengan conmigo durante ese tiempo.
El fotógrafo sonrió y le agarró los hombros.
G: Quinn, la academia tiene habitaciones para los estudiantes. Tendrás que venir sola, si es que aceptas.
La rubia tragó saliva, tenía que estar lejos de Rachel.
Q: En ese caso déjeme pensarlo y le contesto en un par de días.
El hombre le asintió y le dijo que se retirara por ese día. Ya vio que quedó un poco shockeada, supo que necesitaría pensar mucho lo que iba a hacer y trabajando no podría. Y a él realmente le interesaba que la rubia aceptara la propuesta.
La rubia salió de la tienda y fue caminando a la casa, lentamente y pensando. No tenía nada que ofrecerle a Rachel, esa oportunidad haría que pudiera ser más merecedora de estar a su lado. Pero tendrían que separarse nuevamente. Cuatro meses o más sin su morena, lejos. Sin saber cuántas veces se verían en ese tiempo. Un nudo se formó en su estómago al pensar esas cosas y comenzó a sentirse mal.
Cuando llegó, entró por la puerta y se encontró con un gran abrazo por parte de Rachel, el cual respondió con fuerza, hundiendo la cabeza en el cuello de la morena y largándose a llorar, tanto que la morena se asustó.
ESTÁS LEYENDO
Something to die for
FanficQuinn Fabray es una chica ordinaria que vive en Los Ángeles. Rachel Berry es una ambiciosa chica de Ohio que aspira a ser actriz de Broadway. Sus caminos se cruzarán por medio de las redes sociales y a pesar de la distancia, sus corazones serán uno...