Weasley, como la palma de mi mano (ATP)

#12.Le cuesta socializar

Varias veces, por el simple hecho de creer conocer a las personas, las juzgamos mal, y aunque a veces no sea nada grave, hay otras que sí.

Nos tomamos el lujo de suponer cosas, que luego, pueden resultar falsas, y aunque realmente se piense que son verdaderas, no nos tomamos muy enserio los pequeños detalles.

...

-...entonces tendremos una fiesta con gente que no conocemos -dijo Albus. Scorpius frunció el ceño y se encogió de hombros, de cualquier forma, no podía opinar, no era ni su casa.

-¿Va a venir toda tu familia? -Preguntó.

-Bueno... el tío Charlie no viene, y creo que el tío Bill y la tía Fleur tampoco.

-¿Y cuándo será eso?

-Pasado mañana, así que no te asustes mucho al ver a mamá, la abuela y la tía Hermione, ¿sí?

...

La Weasley, sus padres y su hermano fueron unos de los últimos en llegar. La Sra. Weasley -la Master ante los ojos de Scorpius- se encargó de regañar a su hijo y sus nietos; sin embargo, no parecían estar lamentándolo realmente.

La Weasley llegó junto con su hermano, hasta donde estaban los chicos.

-Los Chudley Cannons ganaron -dijo, con una gran sonrisa en su cara. Albus rió y Scorpius frunció el ceño.

-¿Le vas a los Chudley Cannons?

-¿Algún problema? -Preguntó la Weasley, amenazadoramente.

-Sólo... me sorprendió que le fueras al equipo que... menos veces ha ganado -sonrió, arrogante.

Los ojos de la Weasley centellaron de la furia, Albus cerró los ojos, temiendo el principio de una pelea. Scorpius tuvo que reprimir una sonrisa llena de satisfacción.

Y, es que, simplemente, le encantaba hacerla enojar.

-Si mi padre te escucha decirme eso -dijo -, estoy segura de que esta vez no habrá poder que le detenga para impedir que me aleje de ti, Malfoy.

-Y vaya que lo dice enserio, Scor -dijo Albus -. Aquí -señaló a todos los Weasley que estaban a la vista - casi todos le vamos a los Chudley Cannons.

-¿Tú también, Al? -Rió Scorpius.

-¿Algún problema? -Preguntó Albus, imitando la voz de la Weasley.

De regalo, recibió un fuerte golpe en el brazo.

-Tontos, si pudiera me iría de aquí.

-¿Y por qué no puedes?

-Pues... no conozco a nadie. Vic está con Teddy; Dominique, Lucy y Molly hablando de lo maravilloso que es Theo (no quiero enterarme, gracias); Roxanne está con Lily y Hugo... y pues no tengo ganas de que James y Fred me molesten, la verdad.

-¿Y por qué no socializas? -Preguntó Scorpius. Albus rió y Rose frunció el ceño.

-¿Estás tratando de pedirme que me vaya?

-¿Qué? ¡No! Perdona, no lo decía con esa intención, Weasley. Mira... vamos a conocer gente.

Scorpius caminó con la Weasley y Albus pisándole los talones. Llegaron con un grupo de tres chicos y dos chicas, de su edad, más o menos.

-Hola -saludó Scorpius.

-Hola -las dos chicas rieron tontamente.

-Soy Scorpius Malfoy, él es Albus Potter y ella es la Weasley, perdón, Rose Weasley.

Las caras de las chicas cambiaron abruptamente al ver a la Weasley, pero no dijeron nada malo.

-¿Es tu novia, Malfoy? -Preguntó uno de los chicos, el más alto de todos los que estaban ahí.

-¿La Weasley? -Preguntó, y añadió, riéndose -: ¡No! Claro que no.

Si hubiera volteado, probablemente hubiera visto la seriedad y el dolor que Albus y la Weasley tenían en la cara... respectivamente.

...

-¿Qué haces aquí, Weasley? ¡Por Merlín! Casi está a punto de nevar y t-

-Quería estar sola -interrumpió.

-Lo he notado. Siempre estás con Albus y... conmigo, nada más.

-Bueno, Albus es mi primo, mi mejor amigo y... tú, Malfoy, pareces chicle.

-¡Hey! También es mi mejor amigo. Que tú no tengas a nadie más que él, no es m-

-Tampoco es mi culpa que me cueste... socializar.

-¿A ti?

-Sí, Malfoy, a mí -gruñó, levantándose del piso.

-¡Pues no lo parecía hace rato, Weasley! -. La pelirroja volteó y lo miró, interrogante -. ¿Por qué no vas con Mark y que él te consuele?

-¡¿A dónde crees que iba, Malfoy?! ¡¿Con mi padre?!

-Pues tal vez -estaba muy enojado.

-Si lo hiciera, no tendrías ganas de regresar... ni a Hogwarts.

Scorpius se quedó mirando cómo se alejaba y, por más culpable que se sintiera, no pensaba pedirle disculpas por haberla hecho llorar.