#26. Es muy curiosa

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-Voy a reprobar, ¿verdad? No podré ser -

-¿Defensor de criaturas mágicas? Albus, sí lo serás. Cálmate.

-¡No será nada fácil entrar al Ministerio si repruebo mis EXTASIS!

-Lo sé, Albus.

-No todos súper dotados como tú, Malfoy -dijo Albus. Scorpius, sin poder evitarlo, soltó una risita, y su amigo, en cuanto terminó de lanzarle una mala mirada, se fue con paso rápido.

-¿Problemas de pareja? -Preguntó alguien detrás de él.

-¡Rose! -Exclamó -. Me espantaste.

-Lo sé. Creo que el que hayas brincado me dio una ida -sonrió, mientras Scorpius rodaba los ojos.

-Albus está muy nervioso por los exámenes -dijo.

-Lo temí, cuando los TIMOS casi se desmayaba. No le gustan los exámenes.

-A nadie, Rose -sonrió. La pelirroja se encogió de hombros, y le sonrió.

-Tengo que irme, nos vemos luego, Scor -dijo, y siguió el mismo camino que su primo había tomado.

-¡Hey, Rose! -Gritó. La chica se dio la vuelta y lo miró -. ¿Dónde vas?

La pelirroja sonrió malévola, y se acercó a Scorpius, aún sonriendo.

-No me gusta ésa sonrisa.

-Agradece que no estoy sonriendo así por ti -dijo Rose -. Voy a espiar a Albus.

-¿Vas a espiar a Albus?

-Exacto. ¿Me acompañas?

-¿Por qué lo espiarás? -Preguntó Scorpius.

-Bueno... quiero saber quién es la chica -o el chico - que lo trae así.

-¿Chico? -Rose se encogió de hombros.

-Todo puede ser en esta vida.

-Dudo mucho que tu primo vea a un chico, Rose.

-¿Sabes acaso algo que yo no? -Scorpius rió y negó con la cabeza. Tomó a la chica del hombro, y caminó junto a ella.

-Espiemos a Albus -sonrió.

...

-¿Y en dónde estuvieron? -Preguntó Albus, alzando su cabeza del libro por primera vez en media hora. Rose parecía molesta por la pregunta y miró a Scorpius, quien sólo le sonrió levemente.

-Estudiando.

-No los vi en la biblioteca.

-No fuimos a la biblioteca -mintió Scorpius -. Estuvimos en los jardines, no sabíamos en dónde te habías metido.

-Exacto -mintió Rose.

Se sumieron de nuevo en un cómodo silencio mientras estudiaban.

Habían seguido a Albus pero no habían notado algo sospechoso en el chico. De hecho, como Albus les había dicho, nada más había ido a estudiar a la biblioteca. Se había sentado solo, en la mesa, y Scorpius junto con Rose se había puesto a observarlo en vano.

Y ahora, por la culpa de la pelirroja -según Scorpius -, tenían que estudiar el doble. Rose había alegado que él había querido acompañarla y por lo tanto no había sido su culpa. Y así se pasaron discutiendo hasta que llegaron a la Sala Común en donde Albus ya estaba.

...

-¡Anda! Debemos estudiar así que apúrate -gruñó Scorpius.

-¿Podrías esperar a que ingiera adecuadamente mis alimentos? Gracias, eres un amor, Hyperion.

Weasley, como la palma de mi mano (ATP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora