#15. Tiene los mismos modales que su padre (en la mesa).

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Bien dicen que de tal palo tal astilla, y todo eso se puede comprobar cuando un Weasley está muy hambriento y, de pronto, mucha comida aparece en sus narices.

...

Habían vuelto a ser los mismos de antes, lo cual alegraba a la Weasley, y también a Scorpius, pero en especial a Albus. Había sido horrible soportar unos cuantos días sin que esos dos, mínimo, se lanzaran miradas glaciares.

-¡Hey, Malfoy, piensa rápido y deja de pensar en mi prima, quieres! -Gritó Albus, sonriendo. Scorpius, confundido, volteó a ver a Albus, para que casi al instante una bola de nieve impactara en su rostro.

-¿Tu prima, dices? -Preguntó, quitándose la nieve de la cara, y agarrando nieve, para formar una.

Albus asintió y sonrió aún más, no dejaba de vigilar la bola de Scorpius, y se dedicaba a hacer la suya.

-¿Y qué te hace pensar que estoy pensando en ella? -Preguntó Scorpius.

-Es bastante obvio, la verdad -dijo Albus.

-¿Ah, sí? ¿Y cómo es que no me he dado cuenta?

-Porque tú eres un tarado y un cabezota al igual que ella... ¿desde cuánto de gusta?

-¡A mí no me gusta tu prima, Albus!

-¿Enserio? -Preguntó Albus, con fingida lástima -. Que mal...

-¿Por qué? ¿Tú sabes algo? -Preguntó Scorpius apresuradamente, Albus rió.

-Sólo sé que a ti te gusta, y eres tan obvio, Hyperion -canturreó -, que dudo que mi tío Ron no se haya dado cuenta. ¿Por qué no me lo habías dicho?

-Er, será porque me estoy enterando apenas -Albus levantó una ceja -. Hablo enserio, Alby.

-Bien, ya que ya estás enterado, podrías empezar a hacer algo, ¿sabes?

-¿Para qué?

-¿Cómo que para qué? -Preguntó Albus -, ¿Tu para qué crees?

-¿Para que me deje de gustar? - Preguntó, confuso.

-¿Qué? Bueno, ya aceptaste que te gus-

-No me gusta, Albus -. El pelinegro rodó los ojos, y suspiró hondo.

-Haz lo que quieras, pero apresúrate, ¿quieres? Alguien puede pensar más rápido que tú -sonrió, lanzándole otra bola de nieve a la cara.

...

Scorpius tuvo poco tiempo para pensar en lo que Albus le había dicho. Llegó a la conclusión de que su amigo estaba loco, porque era prácticamente imposible que él gustara de la Weasley.

A los pocos minutos de que Albus se hubo metido a la casa, y Scorpius se hubo quedado fuera haciendo montañitas con la nieve, Hugo apareció.

Había vuelto a ser más amigable con Scorpius y había dejado atrás las miradas matonas. Lo cual, Scorpius agradecía.

-Entonces... -Scorpius lo miró con el entrecejo ligeramente fruncido -. Albus dice que aún no te crees eso de que te gusta mi hermanita, ¿Es cierto?

-Er, no es que no me lo crea, es que sé que no es cierto.

-¿Por qué lo dices? -Preguntó Hugo, Scorpius suspiró hondo.

-Porque es imposible, así de simple. Tu hermana y yo ni siquiera somos amigos, no la conozco bien, ni ella a mí, así que... no se puede -dijo.

-Tal vez te atraiga físicamente - dijo Hugo, cambiando su sonrisa amigable, por una de advertencia -, y espero estar equivocado en eso último, Malfoy.

Weasley, como la palma de mi mano (ATP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora