#16. Es algo... ¿llorona?

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Lo que jamás había pensado de la Weasley, se hace realidad. Y no fue como lo había pensado, o, por lo menos, el sentimiento de victoria, jamás llegó.

...

Faltaban pocos días para regresar a la escuela, Scorpius seguía evitando el tema de su supuesta atracción por la Weasley; no hablaba de eso con Albus, ni con Hugo, ni en su mente.

La Weasley, en otras palabras, era un tema tabú ahora.

Y no sólo el tema, porque había decidido alejarse de ella lo más posible, y aunque la Weasley era obvio que lo había notado, no le había dicho, ni recriminado nada, y parecía aceptar el distanciamiento.

Aunque no era por mucho, pasaba una media hora alejada de ella, y siempre había algo que los obligaba a reunirse, y siempre era Albus, lo cual era normal.

Ése día Lily había propuesto una reunión como la pasada, aunque la Weasley le prohibió a Hugo que trajeran películas de terror, sabiendo que su hermano podía convencer a su prima.

Para disgusto de la mayoría de los chicos, la pelirroja había traído películas de amor, y había salido seleccionada la de Diario de una Pasión. Película ya vieja, cabe aclarar.

Los chicos se distraían fácilmente y de vez en cuando se ponían a platicar, pero siempre regresaban a ver la película, porque no estaba del todo mal. Scorpius fue uno de los que se quedó viendo la película el tiempo completo, junto con Albus y Fred.

Mientras que las chicas, no habían dicho ni j en toda la película.

En una parte de la película, cuando las cosas se pusieron más... menos apropiadas para pequeñísimos, nada que el rubio no pudiera controlar.

Pero lo cierto es que le causó gracia que Albus no se había movido y observaba la escena fijamente, y Fred tenía la boca ligeramente abierta. Scorpius había optado por fijarse en otra cosa... persona más bien.

Chica. Pelirroja. Con pecas. Pálida. Y que miraba con ojos soñadores la escena, pero con un ligero color carmesí en las mejillas. Scorpius se mordió el labio al imaginarse a ella y a él en esa escena, pero rápidamente desechó la idea y se puso a pensar en otras cosas...

Hasta que un suspiro salió de la pelirroja. De nuevo se enfocó en ella, sin importarle que sus sobreprotectores primos y hermano pudieran golpearlo en ese momento.

De pronto, se encontró con los azules ojos de la Weasley mirándolos fijamente, supo que algo estaba mal. Él debía ver su cabello, no sus ojos. Las mejillas de la Weasley y las de él, se volvieron más rojas que nunca y ambos voltearon a diferentes direcciones una vez que hubieron comprendido que se estaban mirando.

No volvió a mirarla en toda la película, bueno... no como lo había hecho antes, sólo por el rabillo del ojo para que no lo descubriera.

-¿Se dio cuenta, Hyperion? -Rió Albus, en su oído.

El rostro del rubio palideció aún más, pero aún así, le dio un buen codazo en las costillas a su amigo.

-¡Hey! Dolió, tarado -dijo, sobándose las costillas.

-¡Idiota! ¿Y si te ha oído? -Susurró, mientras se aseguraba de que la Weasley estuviera atenta a la película.

-Eres muy obvio, Scorpius -dijo Albus, y el rubio lo miró entrecerrando los ojos -. Aún así, dudo que Rose se haya dado cuenta, es tanto o más distraída que tú.

-¿Perdón?

-¡Vamos! Ni siquiera se dio cuenta de que Mark le estaba coqueteando.

En opinión de Scorpius, hubiera sido mejor no haber mencionado a ese tipo.

Weasley, como la palma de mi mano (ATP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora