Weasley, como la palma de mi mano (ATP)

# 20. Le gusta esconder sus sentimientos

Porque estaba consciente de que podía esconder sus sentimientos, pero también sabía que la conocía lo suficiente como para saber si algo le afectaba o no.

-¿Vas a ir con Mark, Rose? -Preguntó Albus.

La pelirroja se encogió los hombros y miró a su padre quien frunció el ceño al igual que Scorpius y Hugo.

-No lo creo... -murmuró Ron.

Estaban sentados en el comedor de la Weasley, habían sido invitados a cenar mientras los padres de Albus salían a cenar.

-¿Por qué no? ¿Qué tal si por fin te consigues novio? -Dijo Lily.

Está demás decir que todos los hombres sentados en el comedor fruncieron el ceño. Hugo, Albus y hasta James, miraron significativa y disimuladamente a Scorpius.

-¿Qué tal si yo decido eso? -Preguntó la Weasley -. De cualquier forma no estoy tan interesada en Mark.

Scorpius se dijo que podría haber jurado que la Weasley le había lanzado una rápida mirada, pero decidió no hacerle case ya que los nervios podrían estar jugándole una mala pasada, y se dedicó a seguir con su cena.

-¿Por qué no? No es por nada, pero parece ser el único que se ha fijado en ti...-dijo Lily, venenosamente. La pelirroja la miró furiosa.

-Parece que estás un poco ciega, hermanita -dijo James, sonriendo; quería mucho a su hermana, pero también a Rose, y no dejaría que la hiriera con mentiras.

-¿Por qué lo dices? -Preguntó Albus, disimulando una sonrisa. Ron levantó la cabeza y miró a James esperando una respuesta mientras Scorpius miraba también interesado y la Weasley suspiraba.

-Bueno -dijo James -, es obvio que no pasa desapercibida en Hogwarts.

-Pero para eso están ustedes -dijo Ron -, para defenderla por si cualquier chico -miró a Scorpius rápidamente - quiere acercarse a mi pequeña.

-No soy una niña, gracias, papá -dijo la Weasley.

-¿Desde cuándo eres niño? -Preguntó Lily, riéndose.

-¿Desde cuándo eres tan fastidiosa o es que naciste así?

-Mir-

-¡Ya! ¡Las dos, cállense y cenen! -Exclamó Hermione.

...

-Estás mal -dijo.

-¿Por qué? -Preguntó Hugo.

-Porque a mí no me afecta que tu prima me odie.

-Pues no parece, Rose.

La Weasley suspiró y recargó su cabeza en el hombro de Albus.

-¿Se quedarán a dormir? -Preguntó.

-No lo sé, pero sinceramente no quiero llegar a escuchar ruidos extraños en la casa -rió.

Scorpius y Hugo rieron con él mientras que la Weasley arrugaba la nariz.

-No hay espacio de cualquier forma, ¿o sí? -Preguntó Scorpius.

-Se quedarían tú y Albus en el cuarto de huéspedes y Lily con Hugo -dijo.

-¿Conmigo? ¿Por qué conmigo? Mamá no querrá porque es... bueno una niña.

-Chica, porque si no se enoja -rió Albus.

-Bueno... una chica -dijo Hugo rodando los ojos -. Hey, es una chica -rió.

-Igual a papá -suspiró a la Weasley.

-Salvo que tu madre le perdonó que hubiera exclamado su descubrimiento en su cara y después se casó con él -dijo Albus.

-La enana se quedó dormida leyendo su revista -dijo James, sentándose con ellos en el jardín.

-Sigue siendo un bebé -rió Hugo.

-Tú también te has quedado dormido en el sillón... y no sólo leyendo, Hugo.

-No las entiendo sinceramente -dijo Hugo -, se odian pero aún así la defiendes.

-Yo no odio a Lily, ¿de dónde sacas eso? -Preguntó.

-Rose... ¿por qué hay tanto coraje para contigo?

-No lo sé -dijo, encogiéndose de hombros -, pregúntenle a ella. A mí no me afecta de cualquier forma.

-Según mamá se llevaban bien cuando pequeñas, incluso te juntabas más con ella que con Albus -dijo James.

-Hay ratos en los que Lily no parece detestarte -dijo Scorpius. La pelirroja lo miró y suspiró hondamente.

-Ya les dije, si quieren pregúntenle a ella; como no me afecta... no tengo por qué descubrir el por qué de su odio hacia mí -dijo.

Scorpius suspiró ante la terquedad de la pelirroja y ante lo buena que era escondiendo sus sentimientos. Porque Scorpius sabía que, en el fondo -y no tan profundamente - a la Weasley le afectaba todo lo que se refería a su prima.

...

-Mentirosa.

-¿Perdón?

-Eres una mentirosa -repitió Scorpius. La Weasley frunció el ceño y dejó su vaso de leche en el césped.

-¿Por qué lo dices? -Preguntó, sin mirarlo a los ojos.

Scorpius se quedó de pie viéndola de reojo, y mirando las estrellas.

-Porque sé que te afecta lo de Lily.

-Eso no es cierto; ya estoy acostumbrada.

-Que estés acostumbrada no significa que no te duela -dijo Scorpius. La Weasley resopló y puso los ojos en blanco.

-No me conoces lo suficiente como para poder juzgarme, Malfoy.

-Tienes razón, pero te conozco lo suficiente como para saber si algo te duele o no.

-¿Enserio? -Preguntó, enojada -. Porque pareces no darte cuenta de lo que me duele más...

-¿Qué?

-Olvídalo.

Sus ojos estaban llenos de lágrimas, Scorpius suspiró y decidió se menos duro con ella, pero le enojaba tanto que no aceptara la verdad... que no se sincerizara con él.

Se sentó junto a ella, y cuando vio que pequeñas lágrimas caían por sus mejillas pasó suave y delicadamente su brazo por los hombros de la pelirroja, temiendo ser rechazado.

Para su sorpresa, la Weasley recargó su cabeza suavemente sobre su hombro.

-Está bien que duela...

-Shh -lo calló la Weasley -, por favor; no digas nada.

Ambos se quedaron hasta quién sabe a qué horas de la noche, la Weasley llorando y suspirando, y Scorpius aguantándose las tremendas ganas de llorar junto a la pelirroja.