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-Waoh Ansu... te vez... te vez... muy guapa.

-Gracias Caleb. Tu también.

-Gracias, bueno.... ¿Nos vamos?

-Claro.- Comenzamos a caminar hacia el estacionamiento cuando noto que la harley de Caleb no está por ningún lado. Lo que noté es que estaba el BMW de Bruno. Me abrió la puerta de auto yo entré y ya adentro pensé. ¿Quién hubiera pensado que podía ser todo un caballero? A los segundos el rodeo el auto montandose él también.
Comenzó a conducir cuando ví, estabamos en un hotel bastante lindo.... ¡ohhh no, si este idiota cree que voy a tener sexo con él, está muy equivocado!

Lo volví a ver y alcé mi ceja derecha como retandolo. Él lo notó y en su cara brotó una sonrisa que casi me contagia pero no ¡Osea Ansu te estas haciendo la enojada, no te puedes reir! Fruncí mi seño para hacer notar mi enojo.

-Tranquila Muñeca, no es lo que piensas.

-Bueno, y no me llames muñeca.

-Bueno....
...
...
...
MUÑECA.

-¡Ay de verdad que eres insufrible!

-Lo sé muñeca, lo sé.

-Que dejes de llamarme así. ¿Para que lo haces, que consigues?

-Ver como frunces el seño y tu linda nariz se arruga dejandote ver de una manera sumamente tierna.

Me sonrrojé mucho y para tratar de ocultarlo voltee hacia la ventana del auto....

-Eres un idiota.

-Te sonrojaste preciosa, así que Jaque mate.

Me dió un poco de gracia lo que él dijo así que me reí levemente ambos bajamos del auto.

No sabía hacia adonde nos dirigiamos así que simplemente lo comencé a seguir, el entró al hotel, caminó hacia el elevador. Cuando salimos caminó hacia una puerta con el numero D336 sacó su llave y abrió.

Apenas entré me estallé en carcajadas.

Dobles SentidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora