No soy la típica chica cliché que cree en el
felices para siempre,
Estoy consiente de que no todo siempre sale como uno quiere que suceda.
Soy demasiado optimista pero ante todo soy realista.
¿Llegará alguien que haga cambiar de opinión a Ansuett...
Desperté en un cuarto que nunca había visto, las paredes eran azules, las sabanas eran completamente blancas, tenía una ventaja por la que entraba mucho viento, así que me levanté de la cama y caminé hasta la ventana del balcón para cerrarla y cuando vi que andaba en ropa interior ...
Ohh por Dios.
Dios nooo.
Yo no pude haber tenido sexo con Caleb.
A los segundos ví que él entró a la habitación con una bandeja de comida en sus brazos, caminó hacia la cama y la dejó ahí, comenzó a caminar hacia la salida pero antes de salir me volvió a ver.
-Buenos días Ansu.- y me giñó un ojo antes de salir.
-¿Caleb?- Él se devolvió y me sonrió.
-Dime preciosa.
-¿Que pasó anoche? Pregunté tímidamente después de pensarlo mucho. En su rostro se asomó una sonrisa ancha y grande. Lo que me hizo sentir un hueco inmenso en el estomago
-Tranquila. No pasó nada y si lo que estás pensando es que tuvimos no, no lo tuvimos. Yo jamás te tocaría sin tu consentimiento.
Simplemente le sonreí...
-Pero espera... ¿porque estoy en ropa interior?
-De eso si no tengo idea, porque yo no dormí acá. Dormí en el sillón.
Me estallé en una carcajada cuando él dijo eso.
Estuve un rato más con Caleb hablando... ¿Quién iba a decir que Caleb puede ser todo un caballero? Al final se hicieron las 11 de la mañana y como yo tenía clases a las 12 Caleb decidió llevarme a mi departamento.
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Llegué al campus y corrí con los tacones en la mano hasta mi departamento porque eran las 11: 48 y la señorita Howoert me detesta ¿Ya lo había dicho? No entiendo porqué.
Me metí a la ducha y me duché lo más rapido posible, cuando salí me coloqué un vestido que me había regalo Sylvanna a los 13 años, unas sandalias, peiné mi cabello y salí al cuarto. En mi bolso metí mis zapatillas, un pañuelo y una botella con agua. Salí de ahí a clase de la señorita Milena. Cuando entré ahí vi Ed, el chico del otro día con el que bailé hip hop. Entré y dejé mi bolsó en una esquina de la pista de baile, a los segundos vi a Ed y a Cam en una esquina con Milena.... por cierto ¿Cam? ¿Que hacia ella acá? Me coloqué mi zapatillas beige de ensayar y caminé a la pista de baile.
A los segundos Cam me vió y Corrió hacia mi fundiéndonos en un abrazo.
-¡Ansu, con esa ropa de bailarina pareces otra persona.!
