Anastasia
Observo las inmensas y claras aguas que rodean el lugar. Es increíble como la naturaleza se desarrolla de forma natural y lo tranquilo y reconfortante que es este paraíso.
Unas cálidas manos se enredan en mi abdomen, es imposible no saber quien es cuando la corriente eléctrica que surge entre ambos se hace presente con el roce más leve de nuestras pieles. Recargo mi cabeza en su pecho disfrutando de la brisa que golpea mi rostro. Cierro los ojos absorbiendo todas las emociones que siento. El olor a sal y naturaleza se ha vuelto mi favorito desde que hemos estado aquí. Es cómo volver a nacer, disfrutar de lo que la vida te pone sin sentir los estragos de la mano del hombre, que en todo caso sería la ciudad.
Calculo que llevamos alrededor de dos o tres semanas en este lugar. Decir que no la he pasado bien es mentirme a mi misma. Cada día junto a Christian es mejor que el anterior. Estar en esta isla ha servido para solucionar nuestros problemas. Ahora puedo decir con firmeza que no hay secreto alguno entre nosotros. Cada detalle ha quedado al descubierto sellando por completo aquella grieta que se había abierto entre los dos.
—¿Eres feliz? —Su voz ronca, sexy y varonil eriza cada vello de mi piel. Es lo mismo de siempre. Su voz, su presencia o sus caricias me vuelven dependiente de él, de esas emociones que solamente el ha podido despertar en mí.
—Más que eso. Esto es más de lo que alguna vez he deseado. —Suspiro profundamente. —¿Tu lo eres? —pregunto igual de ansiosa que él.
Mis ojos permanecen cerrados.
—Sólo con tenerte junto a mí soy feliz. No importa el lugar, tiempo, solo tenerte junto a mí. Así es la única manera de ser feliz. —Sonrío ampliamente al escuchar sus palabras.
Para él soy tan importante como lo es para mi. Christian llego a mi vida en momentos que creí estable, creí que el amor lo único que traía consigo era dolor y ahora estoy de acuerdo. Hay que sufrir y sentir dolor para que entiendas la importancia de ese sentimiento. Toda relación por más hermosa que sea pasa por problemas, dificultades que sólo el amor verdadero es capaz de solucionar.
Es increíble como una palabra tan corta abarque todo, porque aunque el ser humano lo niegue todo conlleva amor.
—Gracias por estar en mi vida. —Coloco mis manos sobre las de él, inclino mi cabeza cuando el deja un húmedo beso en mi cuello.
—Gracias a ti por sacarme de ese mundo de sombras. Por llegar a mi vida en el momento exacto. Por amarme por encima de todo. —Una pequeña lágrima cruza mi mejilla. —Te amo, nena. —Un hormigueo delicioso se crea en mi estómago. Son esas famosas mariposas en el estómago que aparecen cuando estás perdida e irremediablemente enamorado. Sensación que va con el sentimiento que él ha despertado.
—Te amo, Christian Grey —susurro mientras él gira mi cuerpo hasta estar frente a frente.
—Nunca imaginé que sería tan feliz en toda mi vida. —Sonríe a medias. —Con todo y tu mal genio. —Frunzo el ceño.
—¿Mal genio? —Sus labios esbozan una amplia sonrisa que me hace enfurecer. —Tu eres el cavernicola que no sabe controlar sus celos, ¿te parece poco el espectáculo que realizaste por mi jodido vestido de baño? —Arquea una ceja mientras sus labios se vuelven una fina línea.
—Modera tus palabras —gruñe molesto. Así es como se rompe una burbuja de amor—, además, no me refería a el imbécil que te comía con la mirada, sino al humor que has tenido últimamente. Todo te molesta y no sé el porqué. —Lo miro de manera impasible.
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Una historia sin fin.
FanfictionAnastasia Steele una joven de 17 años que tenía una vida perfecta en Colombia. Por negocios ilícitos en los que se introdujo su padrastro, Michael Thompson, tuvo que abandonar su vida y mudarse a Seattle, donde adaptarse le costará 2 largos años, ad...