Capítulo 5

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Estaba tirada en mi cama, con la mirada perdida y los auriculares puestos. Me gustaba esta posición, era muy relajante y más después de haber estado limpiando toda la casa. Mi mejor amiga Christina estaba en mi cuarto de baño haciendo pipí. No sé cuánto tiempo llevaba allí, creo que como cinco minutos. Esa tarde había venido a mi casa para ver cómo estaba después de lo que pasó en la lavandería, y le dije que se quedase hasta que llegara Niall y tuviera que irme. Esa noche no sabía a dónde iba a ir con él, posiblemente atracaríamos otro restaurante.

Miré la hora en el reloj de mi móvil. Son las nueve menos cinco, así que dentro de poco llegaría Niall, porque creo que él es muy puntual. Christina salió del baño y yo me levanté de la cama para bajar al salón. Me quité los auriculares y los dejé encima del colchón.

-¿Cuándo llega Niall? -me preguntó Christina. Ella me colocó bien los vaqueros que llevaba puestos-, es para saber si me voy ya o luego.

-No, quédate.

Ambas salimos a la vez de mi habitación y bajamos las escaleras hasta llegar al salón. Christina se sentó en el sofá y yo fui a abrir la puerta porque el timbre había sonado. Me encontré con los ojos de Niall, tan preciosos como la primera vez que los vi. Agarré su mano y tiré de su cuerpo hacia dentro de mi casa. Él parecía que quería que le soltara, pero por unos segundos mandaba yo.

-Ah, hola -dijo al ver a Christina y se acarició la nuca.

-Hola -respondió ella de forma seca.

Luego se levantó del sofá, y sin despedirse de ninguno de los dos, salió por la puerta principal de mi casa y la cerró bruscamente. Dio tal portazo que noté como algunos mechones de mi pelo se movieron al ritmo del viento que produjo.

-¿Hoy vamos a atracar otro restaurante? -le pregunté a la vez que me reía.

-No -contestó-. Vamos al cine.

Salimos de mi casa y nos dirijimos a las salas de cine que había en el barrio. No estaban muy lejos de dónde vivíamos, pero sí en el extremo del barrio. No iba muy a menudo por los recursos económicos que tenía en casa, pero sí una vez al año. Eran bastante grandes, aún así, los fines de semana solía llenarse, sobretodo los sábados.

Niall y yo fuimos caminando algo distantes y callados. Llegaba a ser incómodo hasta que me acostumbré al silencio entre nosotros dos. Ninguno hacíamos nada para romperlo, pero al cabo del poco tiempo en el que me acostumbré a estar callada, la nariz empezó a picarme y tuve que estornudar, haciendo que Niall se riera y me contagiara la risa. Aún así, seguimos sin decir nada.

Al cabo de unos cinco minutos, estábamos entrando en el cine. Iba a ponerme en la cola para comprar las entradas pero Niall sacó del bolsillo dos tickets. Espero que fuera una película distraída para poder olvidarme de mis problemas.

Entramos en la sala de cine y nos sentamos en nuestras butacas correspondientes. Había unas cuantas de personas esperando a que empezara la película, y detrás de nosotros venían otras más.

-Más te vale no haber robado las entradas -comenté entre risas, pero no recibí respuesta por parte de Niall.

La sala empezó a oscurecerse y a través de unos altavoces empezó a escucharse música de fondo, y en la gran pantalla se vio el título de la película, al que no presté atención. Empecé a comer palomitas del cuenco que compramos antes de entrar en el cine.

La película no es que fuera muy divertida o interesante, era más bien muy aburrida. Cuando me acabé las palomitas ya no tenía nada más con lo que distraerme. Tenía los pies encima de la butaca de en frente, y parecía que iba a quedarme dormida. Miré la hora en mi móvil, eran solo las diez. Hasta las once menos algo no acababa la película. Me levanté para ir al baño y dejé a Niall solo con mi bolso. Espero que al volver estuviera todo lo que me había traído.

Fight (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora