Capítulo 15

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Abrí mis ojos poco a poco por la claridad que entraba por la ventana. Me era un poco incómoda, por lo que me di la vuelta hacia donde no me diera directamente. Estuve dando unas cuantas vueltas por toda la cama, hasta que noté que el colchón era diferente al mío, no estaba acostumbrada a él. No me encontraba en mi habitación. Me asusté, estaba un poco nerviosa, hasta que recordé que me había quedado a dormir en casa de Niall.

Volví a dar otra vuelta, otra, y otra. La cama se me estaba haciendo enorme. Extendí mi brazo y empecé a darle golpes al nórdico que cubría mi cuerpo semidesnudo. Busqué a Niall pero no le encontré. Extendí mis párpados hasta tener una visión completa de la habitación. No había nadie; estaba sola.

Me incorporé en la cama y dejé mi espalda reposando en el cabecero. Aún estaba tapada con el nórdico, tenía muchísimo frío y no pensaba en ponerme la ropa del día anterior. Miré a la mesilla de noche que tenía a mi lado. Encima de ella había una camiseta de Niall, la cuál me quedaría enorme, con una nota encima:

"He tenido que salir un momento. Volveré sobre las once".

Estupendo, iba a estar sola en su casa durante una hora. No creo que me hiciera daño ese rato. Me levanté y me puse la camiseta. Era muy calentita, y me quedaba larga como si fuera un vestido. En el suelo había un par de zapatillas de estar por casa, que me quedaban también enormes. Vaya, tenemos tallas muy diferentes.

Me miré en el espejo que había encima de la cómoda. Tenía aspecto desaliñado, como odiaba estar así. Pero en ese momento, lo que más detestaba es que no sabía que iba a hacer. ¿Volver a inspeccionar la habitación de Niall por si encontraba algo mío? No, gracias. Prefería no llevarme sorpresas.

Salí de la habitación y bajé las escaleras hasta llegar al amplio salón. Nunca había visto uno igual de grande. ¿Por qué su casa era más grande que la mía? Me tumbé en el único sofá que había en la sala. Era muy cómodo, no recordaba que lo fuera tanto. Me relajé todo lo que pude, hasta que cerré mis ojos y me quedé dormida.

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Unos labios húmedos presionaron los míos. No abrí los ojos, sino que seguí besando. Puse mis manos alrededor del cuello que tendría que ser Niall, y este se puso encima de mí. Él se incorporó y jaló de mi cuerpo para que yo también lo estuviera. Abrí los ojos y le vi ahí, a mi lado, con una sonrisa de oreja a oreja.

-Buenos días -me dijo a la vez que se apartaba de mí. Cogió una bolsa que había dejado en el suelo y la puso encima de una de las encimeras de la cocina.

-¿Qué es eso? -cuestioné curiosa mientras iba a su lado.

Niall sacó del plástico un par de bolsas de patatas y luego, un sobre.

-Nuestro desayuno -empezamos a reírnos al unísono-, y este es el billete para volver a Irlanda.

Cogí un cuenco que había encima de la mesa y eché las patatas en él. Cogí una. No eran de mis favoritas pero se podían comer. Nos sentamos en las sillas que había en la cocina para desayunar, si es que se podía llamar así.

-¿Cuándo te vas? -pregunté.

-Pasado mañana -me respondió Niall, mirando hacia otro lado, como si no fuera capaz de decirme a la cara que no íbamos a volver a vernos, al menos en una temporada.

-¿Y por qué te tienes que ir?

-Me dieron trabajo aquí durante un año -empezó a decir, esta vez entrelazando miradas-. El año se acabó un día antes de cuando nos conocimos en la lavandería. Ya tengo que volver a Irlanda para continuar trabajando allí.

-¿Y de qué trabajas? -volví a cuestionar. Parecía esto un interrogatorio.

-Prácticas de periodismo -Niall se levantó de la silla y se puso los vaqueros bien-. ¿Vamos a tu casa? Hace tiempo que no ves a tu madre y a tu hermana.

Asentí con la cabeza y subí a su habitación para vestirme. Intenté hacerlo lo más rápido posible para no congelarme y poder llegar a mi casa rápido. Niall tenía razón, llevaba tiempo sin estar con Grace y mi madre. Cuando terminé, fui al salón y salimos los dos de su casa. Fuera hacía mucho frío, pero como yo vivía al lado de él, no íbamos a tardar mucho en llegar. Abrí la puerta con mis llaves y entramos.

Sentada en el sofá estaba Grace con su móvil. Se escuchaban dos voces a lo lejos: eran mi madre y Billy, creo que estaban en la cocina.

-Y por fin llegó la desaparecida -dijo mi hermana con tono divertido. Acto seguido, se levantó de su asiento y me abrazó-. Hola, Niall -añadió mirando al rubio.

Mi madre y su prometido salieron de la cocina y llegaron al salón, donde estábamos todos. Ella llevaba puesto un vestido rojo ceñido al cuerpo, que resaltaba esas gran curvas que tenía. Calzaba unos tacones negros acabados en punta. Todo eso hacía que su figura fuera más perfecta de lo que ya era. Billy iba vestido con un chándal. Bajo la manga de su camiseta podía verse que tenía un tatuaje. ¿Desde cuándo le gustan a mi madre los hombres así? Sería desde hace poco.

-Menos mal que has venido, hija -comentó a la vez que cogía una chaqueta que me pertenecía y un bolso de mano-. Hoy es mi despedida de soltera.

-Que bonito que no invites a tu propia hija -respondí enfadada e intentando mirar hacia otro lado.

-Es para que te quedes con Grace -nos dio un beso a cada una y luego se fue.

Nos habíamos quedado mi hermana, Niall y Billy solos en casa. Al menos podría conocer al que sería mi padrastro, aunque fuera solo un poco.

-Mary cuenta maravillas sobre ti -dijo Billy a la vez que me miraba con una sonrisa agradable y unos ojos amables. De momento sumaba puntos su comportamiento.

Dejé de estar tensa. Mis hombros se relajaban y creo que ya no tenía el ceño fruncido. Mis brazos no estaba cruzados, pero uno de ellos había empezado a entrelazar el de Niall.

-Dice que eres una gran persona -Billy continuó, jalando de mi cuerpo para que me sentara a su lado, en el sofá-, un poco cabezota y gruñona, pero muy buena -una sonrisa se dibujó en mi rostro-, y lista -puso un poco de énfasis al decir lo último, y luego se dirigió a Niall. Este estaba en una esquina del salón, justo al lado de la puerta, con los brazos cruzados y la mirada perdida-. Cuídala bien, es increíble.

El rubio solo le miró y le echó una sonrisa. Nunca le había visto tan enfadado con una persona, ni siquiera su mirada reflejaba ese odio en Harry. Más bien, ellos disfrutaban dándose una paliza el uno al otro.

-Billy, no te conozco bien -dije con el máximo cuidado que pude-, pero si le haces daño a mi madre te parto la cara -elevé la voz al final de la frase.

-Tranquila, Lewis -comentó llamándome por mi apellido-. Mary estará bien conmigo.

Acto seguido, me levanté del sofá y cogí la mano de Niall para que subiéramos a mi habitación. Parecía que Grace nos seguía porque escuchaba dos pisadas más que no eran las nuestras. Al entrar en el dormitorio, comprobé que ella venía con nosotros.

Niall se tiró en mi cama y Grace se sentó a su lado, aún con el móvil entre las manos. Yo me quedé de pie, dando vueltas por toda la habitación. Creo que los dos me estaban tomando por loca.

-Yo te ayudo a reventarle la cara -dijo Grace a la vez que se levantaba para chocar mi mano con la suya. Luego volvió a sentarse. Esta chica estaba hoy muy activa.

Me puse a su lado. Busqué la mano de Niall con mis dedos, por todo el colchón, hasta encontrarla y agarrarla con todas mis fuerzas. Aún así, el se soltó.

-Yo será mejor que me vaya -comentó a la vez que intentaba levantarse. Yo se lo estaba impidiendo.

-Quédate, duerme aquí -contesté mientras le miraba a esos ojos tan brillantes que tenía-, y ven mañana conmigo a la boda.

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Hola bbys (he subido el cap sin poner esto lol). Quería deciros que si leéis mi fic, que me sigáis en wattpad, pls, y que a los 20 votos subo el siguiente cap. Bye <3

Fight (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora