Capítulo 13

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El ruido del despertador me despertó bruscamente. Que yo recordara no lo había encendido... Seguramente lo habría echo Grace para gastarme una broma. Busqué con la mano el reloj para apagar la alarma. Casi lo tiro al suelo, pero conseguí cogerlo sin problemas. Me incorporé en el colchón y me froté los ojos con el dorso de la mano para despejarme.

Me levanté y fui al baño para peinarme. Cuando terminé me vestí, cogí un bolso y metí dentro de él mis cosas y el móvil de Niall para devolvérselo. Salí de mi habitación. En mi casa no se escuchaba nada, supongo que mi madre y mi hermana estarían dormidas. Tampoco es que fuera muy temprano, pero a lo mejor se durmieron tarde.

Salí de mi casa y me dirijí a la de Niall. En la calle hacia frío, diría que mucho. Tendría que haberme abrigado un poco más. Llamé al timbre y esperé a que el rubio viniera a abrirme. No tardó mucho, y al verme, creo que se quedó un poco sorprendido. No nos dijimos nada, lo único que hice fue abrir mi bolso y darle su móvil. Cuando iba a irme, Niall me agarró del brazo rápidamente.

-No te vayas -me dijo con los ojos un poco humedecidos y rojos.

-Explícamelo todo -le respondí a la vez que entraba en su casa para sentarme en el sofá y no pasar frío en la calle.

-Bueno, tú y yo nos conocíamos de pequeños -contestó a la vez que se sentaba a mi lado.

-No me digas, creía que la foto era photoshop -anuncié en un tono divertido.

Nos quedamos durante un rato callados, mirándonos a los ojos. Puse mis manos encima de su pecho, y con mis dedos, agarré su camiseta. Le jalé para que tuviéramos nuestras frentes juntas. Su nariz rozaba la mía. Luego sonreí encima de sus labios, y después los presioné con los míos. Fue un beso corto, pero aceptable.

-¿Y el álbum? -cuestioné.

-Llevo buscándote desde que me fui a vivir a Irlanda -respondió Niall mientras agarraba mis manos-. Luego supe que vivías aquí, y empecé a espiarte para estar seguro de que eras tú, y cuando lo estuve, me mudé.

Niall se levantó del sofá y me agarró del brazo. Me jaló hacia él. Luego me elevó del suelo y me colgó en su hombro. Intenté estar relajada, lo más posible. Salió por la puerta trasera de su casa y nos llevó hacia el garaje. Me soltó y abrió la puerta de su coche para que entrara. Me senté dentro del vehículo y me abroché el cinturón. Cuando Niall entró, arrancó y salimos de su vivienda.

****

Llegamos al barrio con más motivos navideños que había en Londres. Salí del coche de Niall y cerré la puerta bruscamente. Cuando él salió, me agarró la mano y fuimos caminando juntos por todo el parque que estaba en frente de nosotros. Recuerdo que de pequeña fui una vez a él y me lo pasé muy bien, pero no sé lo que hice.

Niall y yo llegamos a un puesto donde vendían churros con chocolate. Él compró de las dos cosas para que desayunáramos. Este chico parecía que sabía cuando no había comido y cuando sí. Nos sentamos en un banco del parque y empezamos a comer.

-Creía que no querías saber nada más de mí -soltó. Sus palabras se quedaron resonando en mi cabeza.

Me había quedado helada, no sabía que contestar. Así que decidí mirar hacia otro sitio, evitando el contacto visual.

Cuando nos terminamos los churros, nos levantamos del banco para ir hacia otro sitio.

-¿Quieres patinar? -preguntó Niall señalando una pista de hielo.

Asentí con la cabeza y el rubio agarró mi mano para que fuéramos hacia la pista. Pagó en la taquilla y nos dieron los patines. Nos los pusimos en unos asientos que había al lado de la puerta de entrada, y al terminar, cogí la mano de Niall y entrelacé sus dedos con los míos. Entramos en la pista de patinaje y me agarré a la barra ya que no sabía patinar sobre hielo. El rubio me soltó para ir por donde él quisiera. La verdad es que se le daba bien.

Iba patinando torpemente, agarrada a la barra. Casi me caía pero no llegué a rozar el suelo, podía mantener bien el equilibrio.

-¿No sabes patinar? -me preguntó Niall. No me esperaba que estuviera detrás de mí, por lo que se me erizó el vello.

Sentía su respiración cerca de mi cuello, estaba muy aproximado a él, me había susurrado sus palabras en el oído. Luego cogió mi mano y me rodeó la cintura con ella, con su brazo protegiéndome. Cerré los ojos durante un momento y vi a un niño rubio jugando con una pelota de fútbol junto a una niña rubia. ¿Cómo dos personas que se conocían desde pequeñas y luego vivieron en sitios diferentes eran capaces de volver a encontrarse?

Niall jaló de mi cuerpo y me vi patinando torpemente por toda la pista. Él me guiaba, pero yo no estaba muy conforme de lo que hacía. Me mantenía en equilibrio, estaba consiguiendo no caerme en el duro hielo. Niall y yo fuimos un poco rápido, por lo que él tropezó y yo me caí encima de su cuerpo. En lugar de levantarnos, nos quedamos allí tirados y riéndonos. Todos los que estaban presentes cerca de nosotros, nos miraban extrañados.

Conseguí levantarme del frío suelo y luego ayudé a Niall. Ahora íbamos a salir de la pista de hielo para ir hacia otro sitio.

-Vamos a ir a ese banco para sentarnos -me dijo él agarrando mi mano y jalando de mi cuerpo.

Le seguí hasta que llegamos al asiento. Él se sentó y yo me puse encima de él. Me rodeó con los brazos. Me sentía protegida, como si nadie pudiera hacerme daño nunca más. Giré mi cabeza para encontrarme con la suya. Luego puse mis manos en sus mejillas, sintiendo el calor de su piel, el tacto suave que me proporcionaba. Le di un beso en la puntita de la nariz, haciendo que se riera. Me gustaba su sonrisa, el cómo adornaba su rostro con ella. Presioné sus labios con los míos en un beso corto, pero que me bastó para volver a sentir calor.

-Tengo que decirte una cosa -susurró Niall cuando terminé de besarle.

Nos miramos a los ojos durante unos segundos, callados. A él le brillaban, parecía que estaba triste y necesitaba hablar conmigo. Me levanté de sus piernas para sentarme en el banco, que estaba con un poco de nieve blanca acumulada.

De fondo se oía el murmullo de la muchedumbre, la brisa que agitaba las hojas de los árboles, el canto de los pájaros. Había conseguido olvidarme de todo por el relajante ambiente, hasta que divisé la figura de un hombre que me llevaba persiguiendo desde hace poco, por encima del hombro de Niall. Durante unos segundos me puse nerviosa, pero luego me relajé al recordar que me prometió no hacerle daño.

-¿Qué te pasa? -me preguntó al ver que estaba un poco ausente. Se dio la vuelta y divisó el cuerpo de Harry relajado en el tronco de un árbol-. Mierda.

-Me prometió que no iba a hacerte daño -respondí, agarrando su mano para que no saliera corriendo de allí.

-De Harry no es bueno fiarse -contestó volviéndose a intentar ir-. Le conozco desde los doce años, sé perfectamente cómo es.

-Cuando me digas lo que tenías que contarme, nos vamos, ¿vale? -Niall asintió con la cabeza.

-Dentro de tres días tengo que volver a Irlanda -acto seguido, se levantó del banco.

En cambio, yo me quedé allí sentada, helada, sin saber qué responder o qué hacer.

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Hola cielos, siento haber tardado tanto en subir pero es que he tenido la semana llena de trabajos y no tenía tiempo para escribir. De todas formas, el capítulo anterior tampoco llegó a los 25 votos T.T y he estado sin inspiración, puffff. Pero aquí está este cap <3 a los 20 votos subo el siguiente y por favor, comentad. Si comentáis y votáis sabré que os gusta mi fic y así tendré más ganas de escribir. Bye <3

Fight (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora