El suave tacto de unos labios calientes encima de mi mejilla fría hizo que me despertara. Abrí los ojos poco a poco y me encontré con los azules de Niall, ese color que tanto me gustaba, que hacía que me olvidara de mis problemas con una sola mirada. Le sonreí, y luego agarré su nuca para jalarle hacia mí y besarle. Puse mis manos encima de su pecho para seguir jugando con sus labios. Recorrí todo su torso tonificado hasta llegar al elástico de sus calzoncillos. Me estremecí, y creo que se me erizó el vello del brazo. Niall acariciaba mi espalda y cuando llegó al broche de mi sujetador, lo quitó. Nos incorporamos en el colchón y rodeé sus caderas con mis piernas.
-Son las seis -me dijo Niall entre beso y beso-, si quieres, podríamos hacerlo. Da tiempo.
Decidí no responderle. Seguí con lo mío y me dirigí a su cuello. Empecé a chupar y mordisquear la piel según me apetecía. Niall gemía cerca de mi oído, dándome placer con solo escuchar su voz grave. Me terminó de quitar el sujetador y se quedó mirando mis pechos. No me podía creer que estaba dejando que hiciera eso. Cuando terminó, miré su cuello: tenía una pequeña marca que me excitó.
Agarré los calzoncillos de Niall y jugué con el elástico antes de ir bajándolos poco a poco y desprenderle de ellos. Me mordí el labio inferior por el ardor que me producía esa situación. Lo único que nos separaba a Niall y a mí de estar unidos completamente era una simple tela. Él me agarró el trasero y cuando iba a quitarme las braguitas, abrió la boca para hablar.
-¿Estás segura?
-Sí -respondí, no muy conforme, pero me apetecía mantener relaciones con él.
Niall me quitó la tela que nos separaba. Estábamos completamente desnudos, dispuestos a ser una sola persona. Me tumbé en la cama y Niall se puso encima de mí, volvió a besarme y luego sentí algo entrando en mí. Un gemido fluyó de mi garganta y luego me tapé la boca porque creo que se me había escuchado muy alto. Acababa de perder la virginidad. Niall había sido el primero, y me alegraba de ello. Creo que era lo mejor que podíamos estar haciendo para demostrar que realmente le amaba.
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Metí mi maleta en el maletero del coche y luego me subí en él. Niall me miró y me echó una sonrisa. Luego me besó y arrancó el coche. Solo de pensar lo que estábamos haciendo hace dos horas me ruborizaba, pero a la vez quería repetirlo.
El aeropuerto no estaba muy lejos, solo a un kilómetro de la ciudad. Allí teníamos que coger el avión que nos llevaría a Venecia durante un tiempo. Niall tenía que ir por trabajo, pero yo lo tomaría por una vacaciones merecidas. Antes de que nos fuéramos, me había despedido de Grace, mi madre y Billy. Mi hermana estaba un poco asustada, decía que nos iba a pasar algo en el avión, pero tras media hora conversando con ella, había conseguido calmarla.
Al cabo de una hora, llegamos al aeropuerto. Estaba abarrotado de personas que volvían o se iban de vacaciones de navidad. No tardamos mucho en ir a los controles ya que el avión salía en tres horas y no podíamos permitirnos distraernos.
-Nos lo vamos a pasar muy bien en Venecia, ya verás -Niall me guiñó un ojo y rápidamente sabía a lo que se estaba refiriendo. Eché una risa pícara a la vez que me sentaba en el suelo para esperar al avión
La sala de espera de nuestro vuelo no es que tuviera muchas personas, pero poco a poco iban entrando más. Niall se sentó a mi lado y me rodeó los hombros con su brazo. Me acurruqué en él y le abracé por la cintura. Miré la hora en el gran reloj de pared que había encima de una puerta. Eran las once y media, dentro de treinta minutos llegaría el avión y nos iríamos. Tenía pensado dormir en todo el vuelo por culpa de las tres horas que había echado de sueño. Los ojos se me caían poco a poco y mi cuerpo se relajaba por completo encima del de Niall.
-Ey, no te duermas -me dijo él agarrando mi barbilla con sus suaves dedos y elevando mi cabeza para que le viera. Me dio un beso en la mejilla y luego se levantó. Me tendió su mano y la acepté.
Vi en la puerta que conducía al avión a una azafata recogiendo los tickets de vuelo y los pasaportes. ¿Pero no habíamos pasado ya por eso? Niall sacó del bolsillo nuestra información y se la dio a la azafata, la cuál recogió con una sonrisa y ojos amables. Pasamos por el pasillo y llegamos al avión. Buscamos nuestros asientos, que estaban por el medio, y al sentarme me abroché el cinturón. En realidad aún no hacía falta, pero luego se me podría olvidar. Dejé mi cabeza reposando en el hombro de Niall y cerré mis ojos.
-Paula, duerme cuando estemos volando -susurró Niall en mi oído. Le estaba escuchando pero hice caso omiso de él-, o cuando lleguemos a Venecia -Niall terminó convenciéndome y puse mi cabeza contra el asiento.
Cuando estaban todos los pasajeros subidos en el avión, el avión empezó a moverse y las azafatas salieron a los pasillos para dar instrucciones de seguridad. Al fondo del todo podía verse una pantalla en la que reflejaban con dibujos lo que ellas explicaban con gestos. El avión iba a despegar, por lo que se sentaron. Yo sujeté la mano de Niall fuertemente y me mordí el labio. Era la primera vez que montaba en avión y la sensación no es que fuera muy buena. Estaba tensa, asustada, con la respiración agitada y creo que sudando un poco. Niall me miraba y se reía por mi expresión; es más, creo que estaba un poco blanca.
-No pasa nada, ¿vale? -dijo Niall para tranquilizarme. Cuando lo consiguió, volví a cerrar mis ojos y me quedé dormida encima de su hombro.
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Alguien agitó mi brazo suavemente para que me despertara. Abrí los ojos y vi a Niall de pie, a mi lado. Aún seguíamos en el avión, pero estaba quieto, con todas las personas saliendo de él. Ya habíamos llegado a Venecia. El vuelo había sido tranquilo y gracias a que me quedé dormida se me hizo muy corto. Me desabroché el cinturón y me levanté. Seguí a Niall por todo el pasillo del avión hasta llegar a el aeropuerto.
Bajamos las escaleras de la sala en la que nos encontrábamos y buscamos la habitación donde se encontraban las maletas, siguiendo unos cartelitos que había encima de las puertas. Cuando llegamos, esperamos a que llegara nuestro equipaje por una cinta transportadora. Recogimos las maletas y salimos del aeropuerto, dispuestos a buscar un taxi que nos llevara al hotel.
-Bienvenida a Venecia -dijo Niall a la vez que agarraba mi mano y me llevaba junto a él.
Le amaba, demasiado. Gracias a él sé lo que es el amor verdadero y que los chicos perfectos no existen, solo pueden rozar la línea de la perfección. Pero yo no quería a alguien sin defectos, yo quería a alguien al que amar y que me amase. Y Niall era el indicado.
Mi vida era muy oscura, y él había llegado para iluminarla.
FIN.
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Hola queridas lectoras. Al final he decidido terminar la novela aquí bc estoy muy mal de inspiración y no quiero llevarme dos semanas sin actualizar como me ha pasado con este capítulo. Y bueno, ¿os ha gustado el final? ¿Qué os ha parecido la fic? ¿Os gusta cómo escribo? Por favor, decídmelo por comentarior o por twitter, y votad. Depende de los votos y comentarios que tenga decidiré hacer una segunda parte o empezar otra fan fiction nueva. Gracias por todo, nos veremos en otras novelas. Bye <3
PD. Lo más probable es que os llegue por twitter un adelanto de mi próxima fic "Silence", que va sobre vampiros.
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Fight (terminada)
Fanfic"Aunque tu vida sea muy oscura, alguien viene para iluminarla"