Capítulo 16

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*leed el aviso que hay abajo del todo, es importante, gracias*

Extendí mi brazo por todo el ancho de la cama. Noté la parte de mi derecha fría, como si alguien se hubiera levantado hace un buen rato. Busqué a Niall con mis dedos, notando la rugosidad de las sábanas, la frialdad parecida a la nieve. Al final, me rendí; no estaba a mi lado, tenía que asumirlo, se había ido. Por suerte, no volaba hasta Irlanda mañana, así que podría no asistir a la boda de mi madre para buscarle. Iba a levantarme cuando una mano me quitó un mechón de pelo de la cara y luego me acarició suavemente la mejilla. Abrí mis ojos y le vi a mi lado.

Vi a Niall a mi lado.

No se había ido todavía.

Puse mis manos alrededor de su cuello y me incorporé un poco para darle un beso. Él me respondió bien, no había intentado apartarse de mí aunque ahora tuviéramos que olvidarnos el uno del otro. Cuando me fijé, vi que iba vestido con una camisa blanca como la espuma que formaban las olas al romper en la orilla, y unos pantalones de color crema para vestir. Y yo... bueno, estaba en ropa interior y no sabía que ponerme.

-Buenos días -dijo Niall rodeándome con el brazo. Sentía su calor en mi piel, el frío ya no se apoderaba de mí. Mis vellos, que antes estaban erizados, poco a poco iban volviendo a su estado natural-. Fui a mi casa para vestirme, será mejor que hagas lo mismo.

Asentí suavemente con la cabeza y me levanté para dirigirme a mi armario. Me hubiera gustado comprarme un vestido para la ocasión, pero tenía poco dinero y poco tiempo. Miré por el fondo de toda la ropa. Ahí tenía que tener un vestido de palabra de honor, color rosa como el algodón de azúcar. Me lo compré para la graduación del instituto, y solo lo usé ese día. Cuando lo encontré, lo extendí por toda mi cama. El escote con forma de corazón era lo que más me gustaba de él, a parte del lazo que se anudaba a la espalda y el poco vuelvo que tenía.

Lo dejé encima del colchón y fui al baño para darme una ducha rápida. Al terminar, me sequé el pelo y me peiné. No había ido a la peluquería. No tenía vestido nuevo. Iba a ir hecha un desastre. Cogí las tenacillas que había en uno de los cajones de la encimera para hacerme algunos rizos más marcados. Niall me observaba desde la puerta, sin decir ninguna palabra. Solo veía cómo miraba de arriba a abajo mi cuerpo, que estaba cubierto por una toalla muy pequeña que dejaba un poco al descubierto mi trasero.

Cuando acabé, fui a mi habitación. Me senté al lado del vestido y lo toqué antes de ponérmelo. Era suave, bonito, no tenía ninguna imperfección. Lo coloqué metiéndolo por mi cabeza, y Niall me subió la cremallera y me anudó el lazo a la espalda. Me miré en el espejo: parecía que no iba tan mal.

Escuché el ruido de la puerta y me giré para ver quién iba a entrar. Una niña de pelo castaño, muy liso (creo que se había dado las planchas), ojos color miel con una raya negra que los hacía más bonitos de lo que son, bastante alta y curvilínea para su edad. Llevaba un vestido verde que resaltaba su piel blanca. Le quedaba por encima de las rodillas. Lo reconozco como si lo hubiera comprado ayer; era mío.

-Estás preciosa, Grace -le dije a la vez que tendía mis brazos para que se envolviera en ellos.

-Pero no tanto como tú -respondió con un hilo de voz-. Mamá está en el salón, dentro de media hora nos vamos.

Grace se separó de mí para mirar a Niall. Este la observaba con una sonrisa, con esa sonrisa tan bonita que tenía él. Ella solo se limitó a acercarse a él y a abrazarle. Sus brazos rodeaban su cintura, nunca pensé que mi hermana podría llevarse bien con un chico que me gustase, o que llegase incluso a enamorarme. Niall besó el pelo de Grace, y luego acarició su espalda.

-Me alegro de que tú seas mi cuñado -comentó Grace. El rubio y yo empezamos a reírnos. Porque, en cierta parte, no somos novios.

¿O me equivoco?

-Grace, Niall y yo... -pensé en las palabras que iba a decir, tenía que comentarlas con el mayor tacto posible para no hacerle daño a Niall, por si creía que estábamos saliendo; ni a Grace, por si tenía esperanzas- aún no somos pareja.

-Ya va siendo hora de que lo seáis -contestó mi hermana con el ceño fruncido y los brazos en jarra. Vaya, no sabía que Niall le cayese tan bien-. Me voy con mamá, luego os veo.

Cerró la puerta con un portazo. Fue tan fuerte que el viento que produjo movió mi pelo hacia atrás.

Niall me abrazó por la espalda. Metió sus manos dentro de la tela del lazo que cubría mi cintura y dejó su cabeza reposando en mi hombro. Notaba su respiración cerca de mi cuello, erizándome el vello, abrumándome. Cogí sus manos y entrelacé mis dedos con los suyos. Grace tenía razón; teníamos que empezar a ser novios. Me di la vuelta poco a poco hasta quedar cara a cara con Niall. Sus ojos... sus ojos llenaban en mi interior todos los huecos libres, me liberaban de todos los problemas. Gracias a él, en estas dos semanas, estaba siendo feliz, estaba completando mi vida.

-Es hora de que bajemos para irnos -le dije cuando él pegó su frente con la mía.

Puso su dedo encima de mis labios, indicándome que me estuviera callada. Colocó sus manos en mi caderas, y me elevó hasta quedar encima de sus pies. Me sentía más alta. Luego rozó nuestras narices. Le sentía a mi lado, lo más cerca que podía estar de mí. Posó sus ojos encima de los míos, no quitaba su mirada de la mía; parecía que las había entrelazado con un nudo tan fuerte que nunca se podría soltar. Después, sus labios rozaban los míos, hasta que los presionó y nuestras lenguas empezaron a jugar. Nunca nos habíamos besado así, y no quería que parásemos ahora. Cuando nos separamos, Niall abrió la boca para hablar.

-¿Quieres ser mi novia? -preguntó. La voz le temblaba un poco, estaba nervioso.

Las palabras retumbaban por las paredes de mi cráneo. En cierta parte, aunque de pequeños hubiéramos sido amigos, solo le conozco desde hace dos semanas. Dos semanas que me han bastado para enamorarme de él.

Cuando ya tenía la palabra adecuada para decir, respondí:

-Sí

****

Hola, cielos. Solo quería decir una cosa, una buena noticia para algunas, mala para otras. Voy a subir solo cuatro o cinco capítulos más. Mi pensamiento era llegar como mínimo hasta 30 caps, pero como veo que cada vez comentáis y votáis menos, me desanimo y creo que no os gusta ya mi novela. Es cierto que algunos capítulos han estado aburridillos, porque no tenía inspiración, pero otros sí me gustan. Y ya, bueno, como tampoco se me ocurre como continuarla, la acabo y listo.

Ahora es cuando de verdad necesito vuestra opinión. Tengo pensadas tres fan fics para hacer, pero como soy mala para hacer las tres a la vez, quiero solo escribir una. Son estas:

-Una segunda parte de 'Fight', esta novela.

-Mis propios Juegos del Hambre, es decir, una fic con la idea de Suzanne Collins pero totalmente distinta a su historia.

-Un ángel que protege a un chico que está siempre metido en problemas de alcohol y drogas, o que se siente muy solo, no tiene amigos, bullying si queréis llamarlo así.

Decidme cuál preferís por comentarios o en mi twitter @summerbiebslove. Os lo digo para empezar a escribirla ya y subirla al terminar Fight. A los 15-20 votos subo el siguiente capítulo. Bye <3

Fight (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora