Luchando por un amor incierto || L.H [PAUSADA]

Capítulo 34

Narra Sara

¿Dónde estaba? Fue lo primero que se me pasó por la cabeza. Intenté mirar al rededor, pero los ojos me pesaban y la cabeza me daba vueltas. Volvía a estar en otro lugar, sin Luke. Sentía miedo, temor. Sólo lograba recordar correr con Luke y minutos después unas manos agarrarme de los brazos.

- Sara...- una voz aguda me llamó.

- ¿Quién eres? ¿Por qué me has traído aquí?

- Soy un espíritu del bosque...

- ¿Qué es lo que quieres de mí?.- me levanté como pude, sentía que en cualquier momento iba a caer al suelo.

- Tú alma...- dijo entre risas, la voz se fue apagando poco a poco.- Nadie logra salir de aquí con vida... Buena suerte...

- ¡ESPERA!.- Grité, pero el espíritu se había ido.

- Elige una puerta, nos veremos muy pronto...- otra voz, está vez parecía de hombre, era más grave. De repente 4 puertas aparecieron delante de mi. Sentía miedo por lo que pudiera ocurrir. Fui a la puerta del medio, la abrí con temor. Cerré los ojos al entrar. La puerta se cerró detrás de mí.- Disfruta del juego...- abrí los ojos lentamente, para mi sorpresa me encontraba en una habitación de una niña, todo estaba decorado de un bonito color rosa. Miré todo a mi alrededor, parecía que nadie la había habitado durante mucho tiempo. Me senté al borde de la cama, en la mesilla de noche había un cuadro, era una foto de una niña con sus padres. Transmitía felicidad, rebosaba alegría en su cara. Sus padres tenían una gran sonrisa, la sostenían de las manos mientras la miraban, era una foto realmente tierna. De un momento a otro la expresión de los familiares empezaron a cambiar, sus sonrisas se borraron y su rostro permanecía frío, sin ningún rastro de felicidad en sus caras. El reflejo de la niña comenzó a borrarse, ya no estaba. Sentí que alguien tocaba mi brazo débilmente. Me giré con miedo, cerré los ojos para no asustarme más de lo que estaba.

- Abre tus ojos Sara.- la misma voz que me había hablado cuando había despertado apareció.

- ¡NO!.- Grité.

- Sara, abre tus ojos.

- ¡NO! ¡ESTO SOLO ES UN MALDITO SUEÑO!

- No estás en un sueño... esto... es la realidad...- una mano tocó mi hombro.

- ¡SUELTAME!

- Luke hubiera hecho lo correcto... sigue sus pasos...

- Luke... él está aquí...- abrí los ojos poco a poco.

- Sí, se encuentra en otro lugar de esta cabaña...

- Tengo que encontrarlo.- me levanté de la cama pero otra vez me volvieron a sentar.

- Dame la mano Sara, te enseñaré lo que pasó en este lugar...- miré la silueta que me hablaba, era la niña de la foto. Con miedo tomé su mano, era fría, sin vida.

- ¿Dónde estamos?.- dije tras ver una bonita cabaña en medio de un hermoso bosque, los pájaros cantaban, los árboles estaban llenos de vida. Era el mismo lugar en el que estaba ¿así era antes?

- Está era mi casa, es la misma cabaña en la que nos encontrábamos hace unos minutos.

- ¿Qué pasó para que se volviera así?

- Un día fui a jugar por el bosque, mis padres me dijeron que no me alejara mucho. Vi un ciervo y fui tras él... para mi sorpresa un cazador iba tras el ciervo, disparó para cazarle pero yo estaba en el lugar equivocado y recibí el disparo. Morí en el acto... mi padre no aguantó la ansiedad y se suicidó... mi madre sigue habitado la casa, ella se encarga de que sigamos viviendo... ahora somos espíritus del bosque... Tú y el chico sois los únicos que nos podéis ayudar...

- ¿Pero, cómo?

- Vuestras almas, es lo que alimenta a los espíritus... Esto es un juego... o ganas o pierdes la partida...