Parte 8: 2/3 Cita con el Ginecólogo

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En el siguiente capítulo,la primera en dar un voto. Le dedicó la parte entre Harry y Helena...


Mi cabello café rojizo cubría parte de mi rostro pálido. Veía mis muñecas, impresionada pase mis yemas en aquella marca que quedó, aquella herida que hizo Liam. Aun impresionada voltee a verlo. El estaba mirando el vacío, mientras la capucha de sus sueter gris cubría parte de su rostro. Se notaba solitario. 

Gire la cabeza al lado contrario de donde Payne estaba. Notando que en unos metros había una ventana.  Me levanté de mi asiento. Admirando la ciudad que podía ver ante mis ojos. 

¿Donde me encuentro? ¿En qué país estoy?

Recuerdo que los chicos me obligaron a subir a un avión hace tiempo, que si mal no recuerdo fue hace una semana. Mudandome de país. 

Voltee para luego chocar con la mirada de Liam, quien me miraba de lejos. Su profunda vista no se retiraba de mi. Regrese a ver por el vidrio. 

Definitivamente no conocía esta ciudad. Los edificios grises oscuros por el día nublado, las gruesas nubes amenazaban en llover, esta mañana amaneció con lluvia y saliendo de la consulta estoy segura que comenzará a llover, una vez más. Me recargue en el marco de la ventana. Viendo las personas y autos estar en movimiento. Hace tiempo no había visto a una ciudad desde la ventana. 

¡Dios! Extraño aquellos momentos en donde podía ver la ciudad desde la ventana de mi cuarto, o desde el balcón. Aquellos momentos en donde podía estar abrazada de mi madre, descansando en su regazo. Ver a mis hermanas una vez más y nunca volver a vivir una experiencia como esta. Ver a mis padres y volverlos a amar.

Pero ahora mi vida se destruyó por completo. 

Estoy embarazada de mi secuestrador. Secuestrada. Lejos de casa. Y lo peor de todo es que puede ser que esté enamorada de alguien que no me puede pertenecer, no puedo amarlo y se que nunca, nunca podré estar con él, como tanto deseo 

Mis ojos picaban y unas lagrimas salieron de mis ojos, sin darme cuenta que estaba llorando. Limpie el líquido salado de mis mejillas. No voltear a ver a mi secuestrador, no lo are...

1) Verá mi rostro con lágrimas y me preguntara cual era la razón por el cual estoy así

2) No podre verlo ya que romperé en llanto en su cara

3) Ahora no tengo el valor, por recordar bellos momentos y a la vez , la cruda realidad el cual provoco que yo llorara.

Solo seguí contemplando la ciudad, esperando que la tristeza desapareciera y las lágrimas se secaran.

Malditas hormonas del embarazo...

Esto son uno de los síntomas, al igual que las náuseas. 

Despues de algun tiempo, ya estaba mejor y camine hacia mi lugar actual (Al lado de Payne) Me senté sin verlo. El me veia algo atento.

¿Que me ve? ¿Se nota que llore? 

Ya vencida, lo mire. Pero después lamenté haberlo hecho...

Sus ojos oscuros me veían. Mi piel se erizo por completo, sintiendo un escalofrío pasar por mi espina dorsal. Lo mire nerviosa, recorriendo su rostro el cual estaba cubierto por la sombra que hacía la capucha de su  suéter.

¡Dios! ¡Es jodidamente guapo!

Lamí mis labios por equivocación. Pero una vez más lo lamente. Ya que él los vio, por varios minutos los miro. Sus ojos oscuros eran hermosos y aquellos lunares de su mejilla -Difíciles de ver por la oscuridad-Me estremecí por su reacción, retrocediendo un poco. Aun asi el se acerco un poco más. restando el espacio que cree para alejarlo de mi. Se apoyo de mi asiento para quedar a una estancia corta. 

¡¿Que trata de hacer?!

Alarmada me aleje un poco más.

Helena si te alejas un poco más y terminarás en el suelo...

-¡¿Y qué quieres que haga?! Si te das cuenta está demasiado cerca...- Le hable a mi subconsciente 

Pero una voz, una angelical voz... me salvo. Era la señora del plantel. Tenía unos jeans azules y una blusa fiusha, su melena rubia resaltaba, al igual que sus ojos color miel. Aquella chica nos miraba con una sonrisa divertida.

-Em.... ¿Usted es el señor Payne? - Habló la chica

-Si, asi es... - Respondió Liam levantándose un tanto avergonzado por la escena. 

-Hace unos minutos el doctor los llamo...

Liam abrió los ojos como platos. 

¿Enserio nos llamó el doctor? ¡Rayos! Debí de poner atención...

-Em...- Dudo Liam

-El doctor los espera... - La chica señaló el consultorio.

-Gracias

Liam camino apresurado hacia la puerta, mientras yo, caminaba detrás de el. Al entrar vi a un joven como de unos 25 años, -aproximadamente- Quien estaba sentado atrás de su escritorio.

-Usted debe ser el señor Payne y la señora Shisper.

-Si, asi es...

Estrecharon manos

-Muy bien. Hace poco envié a Sara a que los buscara. ¿Por qué tardaron?

La cara de Liam se ruborizo. Mientras el mio igual se convirtió en tomate, escondiéndolo entre mi cabello.

-Bueno, eso no importa.

Saco una hoja, tomo un lapicero y nos miró.

-La chica ¿Cuanto tiempo tiene de embarazada?

-Ya tiene tres semanas y media.- Respondió Liam sin voltear a verme

El doctor Criss lo apunto. Ya que lo ley desde su bata.

-¿Síntomas?- Continuo Criss

-Tengo Nauseas, mareos, pérdida de apetito y demasiado sueño -Mire a Liam

Quien miraba mi muñeca. Mire mi brazo, el cual se notaba la marca de lo que antes era la herida. Viendo como Liam se tensaba.

-¿Nombre dela madre?

-Helena Shisper...

-¿Nombre del padre?

-Liam James Payne.

-Ok - Se levanto - Señora Shisper comenzaremos con el ultrasonido.

Sonreí alegre. Veré a mi bebe...

El doctor levantó mi blusa, colocar un gel en mi vientre, para después dar ligeros masajes con una máquina. Vi algo borroso en la pantalla.

-Miren. Aqui esta...-Señaló la pantalla

Era un puntito, era muy pequeño. Mi pequeño bebé... Mi hermoso y frágil bebé.

La lágrimas brotaron de mis ojos. Lágrimas de felicidad y emoción. Sentía una emoción gigante dentro de mi.

Pequeño, no importa si estaremos solos o salas, enfrentando este gran problema... Pero nunca, nunca lamentaré haber tenido esta oportunidad de amarte y tenerte...

Sentí como apretaba mi muñeca. Era Liam sosteniendo, su sonrisa hermosa me brindo confianza. Por primera vez lo vi sonreír. Aquella sonrisa que me volvió loca en ese preciso momento. Tenía ganas de besarlo...

Liam se acerco y beso mi frente con ternura.

-Es hermoso- Respondí, viendo la imagen borrosa.

-Es hermoso. Nuestro hijo y a los dos los cuidare para siempre... 

Síndrome de Estocolmo (One Direction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora