Capitulo XX: "Adiós Brasil, hola California"
Ayer por la noche fue el último concierto en Brasil, por fin había terminado de hacer los trabajos que me faltaban con ayuda de Házael y Pato, esta mañana nos despertamos a las cinco de la mañana para ir al monumento del Cristo Redentor, fue una tortura ya que anoche nos habíamos desvelado por el concierto, duramos alrededor de cinco horas en las camionetas para ir de Sao Pablo donde nos estábamos quedando a Rio, lo que todos aprovechamos para dormir un poco, cuando el tren llego al lugar donde nos dejaría empezamos a subir las escaleras, cada quien a su ritmo, Házael y yo íbamos tomados de la mano en compañía de Aaron y Miranda, quienes también iban de la mano.
-¿Cuánto falta?.-Preguntaba Mir de vez en cuanto ya cansada, mientras soltaba un bufido.
-Poco.-Se limitaba a contestas Aaron rodando los ojos, duramos alrededor de dos horas subiendo los peldaños ya que Mir nos había hecho parar unas cuantas veces.
-Sentí que ya no llegaba, nunca había subido tantas escaleras.-Dijo Ház jadeante.
-Eran 222 escalones.-Dijo Pat apareciendo a nuestro lado.-Los conté.
-Debería haber elevador aquí.-Se quejó Mat mientras tomaba una foto, todos estuvimos de acuerdo, los chicos se fueron a tomar fotos con el monumento de fondo, mientras yo y Háza buscábamos un lugar para sentarnos y yo poder dibujar la escultura, en un determinado momento Ház desapareció de mi lado y cuando lo volví a ver me mostro las fotos que había sacado, una de él con el Cristo de fondo obviamente y otra de mí, concentrada en mi labor y con el mismo fondo.
-Esta genial.-Comente.
-Lo que haces también.-Dijo apuntando a la plantilla, tarde por lo menos unas tres horas en hacer el boceto del dibujo tan solo con puro lápiz, cuando bajamos nuevamente al lugar donde dejamos las camionetas llegamos a una tienda a comprar comida y recuerdos del lugar, el camino de regreso fue más animado, los chicos contaban de vez en cuando y platicábamos de temas al azar, Nico continuaba sin hablarnos a Házael y a mí, lo que me parecía realmente infantil pero también me lastimaba un poco, llegamos a la casa alrededor de las ocho de la noche nos dedicamos a empacar todo, cuando terminamos encargamos pizza para cenar y nos sentamos todos juntos a ver una película.
A la mañana siguiente nos despertamos temprano para tomar el vuelo a California, el cual aproveche para terminar el dibujo que había comenzado ayer.
-Cuando dibujas tienes un brillo más intenso en tus ojos.-Dijo Ház con la voz ronca después de una siesta.
-¿En serio?.-Pregunte dando los últimos detalles.
-Sí, haces un trabajo excepcional.-Dijo tomando el dibujo entre sus dedos.
-Te lo regalo.-Dije y el me miro sorprendido.
-¿En verdad?.-Pregunto.
-Sí, ¿Por qué la sorpresa?.-Pregunte divertida.
-Pues porque te ha constado mucho trabajo.
-Eso no importa.-Negué con la cabeza.
-Bueno, pues gracias.-Dijo depositando un beso en mi cien, durante un buen rato platicamos hasta que me venció el sueño y me acorruque contra él para tomar una pequeña cierta, el vuelo duro tres horas.
-¿Están todos?.-Pregunto Paul cuando bajamos del avión.
-Sí, eso creo.-Dijo Mat echando un vistazo a los lados.
-Bien, haya afuera hay más fans de las que teníamos previsto, más de las que hemos visto en las otras ciudades.-Dijo Chuck.
-¡Eso es genial!.-Exclamo Aaron.
-Sí, pero me temo que no podrán parar esta vez.-Dijo Trenton.
-¡¿Qué?! ¿Por qué?.-Pregunto Nico.
-Es con el fin de protegerlos, solo somos tres para cuidar a diez personas de cientos.-Dijo Paul.-No hay opción, los sacaremos por una salida alterna.-A regañadientes tuvimos que aceptar, nos escoltaron a una puerta en donde al otro lado estaban las camionetas, Paul nos pidió que no bajáramos las ventanas y no nos quedó de otra más que obedecer, fue horrible pasar por la puerta principal del aeropuerto, me destrozo ver la cara de decepción con las que nos meraban algunas fans que se habían dado cuenta.
-Eso fue horrible, no quiero hacerlo nunca más.-Dijo Trébol cuando llegamos a la casa.
-Vi como una fan rompía la pancarta que llevaba, eso realmente me dolió.-Comento Aaron hundido en el sofá, durante gran parte del día todos estuvimos recibimos algunos tuits preguntándonos el motivo por el que no habíamos parado, incluso después de que Nico publicara una disculpa en todas las redes sociales de la banda en español e inglés, los mensajes seguían llegando, algunos diciendo que nos entendían y que todo estaba bien pero otros un tanto molestos, diciendo que la fama se nos había subido y que esto se veía venir desde que Háza no había parado aquella vez en Chile.
Esta noche los chicos darían su primer concierto aquí, era la primera vez que estábamos en California por lo que decidimos que sería buena idea ir a dar un paseo y pasar un buen rato de chicas mientras los chicos estaban ocupados con todos los preparativos para el concierto, como Paul, Trenton y Chuck estarían ocupados con los chicos nos dejaron ir solas con la condición de que nos cuidaríamos bien, todo iba bastante bien, habíamos encontrado un centro comercial enorme con tiendas de todo tipo, estábamos encantadas, como niños pequeños en navidad, duramos horas de tienda en tienda, comprando zapatos, accesorios, mucha ropa y uno que otro producto de belleza, Tré le había mandado un mensaje a Kailey para ver en donde estábamos, ella le contesto y los invito a venir pero todos se negaron, argumentando que estaban cansados y que mejor se irían a dormir para estar bien para el concierto, nosotras continuamos con nuestro paseo.
-Es mejor que paremos para ir a comer algo.-Dijo Pato.
-Ese lugar se ve bien.-Dijo Miranda apuntando a una lugar al aire libre donde servían hamburguesas al carbón, cada quien pidió una, con papas y refresco.
-Es mi impresión o hay muchas personas viéndonos.-Susurro Chels, volteé a nuestro alrededor y ella tenía razón, había muchas chicas con su atención puesta en nosotras mientras nos sacaban fotos.
-Esto no me gusta.-Dije limpiándome la boca.
-Tienes razón, es mejor que no vallamos.-Dijo Kailey, todas tomamos nuestras bolsas y empezamos a caminas hacia la salida y caminamos por una calle un tanto sola para mi gusto para encontrar un taxi, todo parecía en calma pero me equivoque, de la nada salió una estampida de chicas furiosas tirándonos toda clase de cosas, basura, comida, bolas de papel.
-¡Basta! ¿Qué hacen?.-Pregunte molesta.
-Ustedes tienen la culpa de que los chicos se aleguen de nosotras.-Grito una chica pelirroja.
-Las que los alegan son ustedes con sus actitudes absurdas con estas.-Dijo Pato, las chicas continuaron gritando cosas y tirándonos cosas hasta que logramos entrar a un local que resultó ser una cafetería, ahí el dueño nos ayudó cerrando la puerta hasta que llegaron por nosotros, una mesera muy amable nos ayudó a sacarnos toda la comida del cabello, cuando Paul y Trenton llegaron al lugar, las fans ya se habían dispersado, el camino a la casa transcurrió en total silencio, era lo más horrible que habíamos pasado, nadie tenía el suficiente ánimo ni para moverse.
ESTÁS LEYENDO
Mí vida entré locos.
HumorDesde pequeña Christian McGrey creció como una niña normal, dentro de lo que cabe, ella no era como todas esas niñas que aman el rosa, el ballet y jugar todo el día con barbies, usar faldas o vestidos, en lugar de ellos ella iba por la vida prefirie...