Capitulo XXII

46 5 0
                                    


Christian.

Durante tres día estuve tan enferma de una infección en el estómago que tuvieron que llevarme al hospital y dejarme ahí toda una tarde, fue horrible, tuvieron que administrarme suero y muchas medicinas, la tía Anne llamo para regañarme al igual que mi padre, pero entre lo malo lo bueno, Házael me cuido los tres días, todos estuvieron al pendiente de mí, hasta Aarón con todo y su mano aun con la férula, y esa es otra de las buenas noticias, esta tarde le han quitado la férula, lo que significaba que después de dos semanas con esa cosa en la mano y 8 conciertos sin tocar la barrería él estaba de vuelta esta noche.

-Lo está haciendo genial.-Dijo Miranda a lado mío detrás del escenario, donde siempre nos concentrábamos yo y las chicas para ver los shows.

-Bueno, después de todo es Aaron.-Dije por encima de todos los gritos de las fans, mientras le hacía cariños a Cebra la cual estaba plácidamente echada en mis piernas, el consiento duro una hora más y después de eso, de principio a fin las fans habían estado gritando sin parar, sobre todo en los solos de Aarón en la batería, el resto de la noche paso sin mayor novedad.

Al día siguiente los chicos decidieron que sería buena idea ir a Santa Mónica ya que tenían el día libre y además era el último día en California, nos encontramos con muchas fans pero gracias al cielo para nada intensas, sino todo lo contrario.

-¿Creen que sea tan fácil como se ve?.-Cuestiono Nico refiriéndose a los surfistas que se encontraban ahí.

-Yo digo que es solo cuestión de equilibrio.-Dice Pato recostada alado de Mat, tal padecía que la química entre esos dos iba a demasiado bien.

-Buenas tardes chicos, ¿Desean intentarlo?.-Pregunto un chico moreno, vestido con una gorra azul cielo, una playera tipo polo blanca y unos shorts azul cielo al igual que la gorra, nos quedamos unos segundos en silencio hasta que Trébol hablo.

-¿Te refieres al surf?.-Pregunto con el ceño fruncido por culpa del sol, el chico asintió.

-Justo ahí estamos dando clases.-Dijo el chico apuntando a unos metros de aquí donde había algunas tablas de surf apiladas y un par de chicos más vestidos igual que él.

-¿Hay tiburones aquí?.-Pregunto Chels.

-Sí, los hay, pero rara vez atacan en esta zona.-Dijo el chico con completa naturalidad, nos quedamos en silencio una vez más.

-Yo lo intentare, no puede ser tan difícil.-Dijo Mat poniéndose de pie.-¿Alguien más viene?

-Yo también voy.-Dijo Trébol poniéndose de pie, después de eso los siguieron Kailey, Nico y Pato, me hubiera gustado ir pero se sentían tan bien los cariñitos que Ház me daba en el pelo que decidí quedarme recostada en sus piernas por más tiempo.

Por alrededor de media hora los tuvieron practicando en la arena, desde nuestros lugares lo podíamos ver perfectamente, cuando por fin llegó la hora de entrar al agua, me reí de la cara de emoción de Nico, el primero en intentarlo fue Mat ero no lo logro y cayó haciéndonos exclamar un "Oh" a todos los expectantes, de todos los que lo intentaron solo Trébol y Pato lo lograron hacer a la perfección desde el primer intento, Kailey y Mat lo intentaron varias veces antes de conseguirlo, en cambio Nico no conseguir más que hacernos reír con sus épicas caídas, alrededor de las cuatro de la tarde las camionetas llegaron por nosotros.

-Deberíamos ir a un centro comercial antes de irnos de aquí.-Dijo Kailey recargada en el hombro de Trébol.

-No, yo zafo, estoy tan cansado.-Comento Nico.

-Yo igual.-Dijo Chels bostezando.

-Yo si quiero ir.-Dijo Miranda.

-Igual yo.-Continúe.

-Al llegar a la casa, nos ponemos de acuerdo con los demás.-Dice Paul detrás del volante, el resto del camino a casa transcurre tranquilo.

Al llegar a casa nos ponemos de acuerdo y al final solo Pato, Kailey, Tré, Miranda, Aarón y yo decidimos ir al centro comercial, toamos una ducha rápida y Paul junto con Travis nos lleva a uno cerca de aquí, nos separamos en dos grupos Pato, Tré y Kailey de van acompañadas de Travis en busca de tiendas de ropa, mientras que Aaron, Miranda y yo decidimos ir a buscar algunos dulces y esas cosas, después de un tiempo encontramos una tienda de música donde venden discos, posters y mucha mercancía de muchas bandas, decidimos entrar a echar un vistazo y encontramos mercancía de los chicos, Aaron se volvo loco y subió muchos Snaps a la cuenta de la banda con cada artículo con el que se encontraba, decidí separarme un poco y me acerque a una vitrina donde tenían muchos diseños de pulseras y collares en demostración, encontré entre todas una que me gustó mucho, era unas simples tiras delgadas de cuero negro entrelazadas a una letra "J" en medio.

-Tengo más letras por si gustas una en especial.-Dijo un chico detrás del mostrador.-Y Están en oferta, puedes comprar dos al precio de una.

-Humm...-Murmure después de pensarlo un poco-Vale, puedes enseñarme una "C" y una "H".-El chico asintió, las saco de una cajita y me las mostro, pase las yemas de mis dedos por la letra "H" y sonreí inconscientemente, finalmente termine comprando ambas pulseras y una chamarra con gorra con el logo de la banda en frente, que yo misma había diseñado tiempo atrás, pero de la cual no había alcanzado ninguna.

Caminamos por el centro comercial hasta llegara al estacionamiento donde ya nos esperaban los demás.

-¡Oh por Dios, mira qué lindo es!.-Exclamo Miranda apuntando a un perro callejero que se le acercó a olfatearla, el perro era muy grande, de color blanco con manchas negras, parecía una vaca.

-Es verdad.-Dijo Aarón acercándose al perro también

-No me digan que se lo van a querer llevárselo.-Dijo Paul rodando los ojos, todos nos miramos cómplices.

-¿Por qué no?.-Pregunte yo.

-Sí, Ház y Christian tienes puercos, ¿Por qué Mir y yo no podemos tener un perro?

-Deben preguntarle a Fernando.-Dijo Travis, Aaron lo llamo y negocio con él, mientras nosotros le seguimos haciendo cariño al animal.

-Él está de acuerdo.-Dijo Aaron al colgar el teléfono.

-Lo tienen que llevar al veterinario antes de subirlo a la camioneta.-Dijo Paul.

Con ayuda de un pedazo de emparedado, Aarón logro guiarlo hasta una veterinaria dentro del centro comercial, ahí lo bañaron y lo vacunaron, el hombre que atendía el lugar dijo que Cow, como Miranda había nombrado al perro era una cruza de gran danes y eso era lo que explicaba su gran tamaño, Miranda y Aaron compraron varias cosas para Cow y después de pagar todo regresamos a casa, donde los demás chicos se alegraron con Cow, y el enseguida entablo amistad con Panda y Cebra.

-Donde lo encontraron.-Me pregunto Házael sentándose a lado de mí y abrasándome de la cintura.

-En el estacionamiento del centro comercial.

-Genial.-Murmuro él y yo asentí, entonces recordé su regalo.

-¡Cierra los ojos, te he comprado algo!.-Exclame soltándome de su agarre y sacando la cajita donde estaban las pulseras.

-No debiste haberte molestado.

-Oh, solo cállate y déjate querer.-Dije asiendo un ademan con la mano, él sonrió de lado, yo amaba que sonriera de esa forma, y claro, él sabía que lo amaba, y por eso lo hacía con tanta frecuencia, lo sabía, sabía que lo amaba a él y a su tonta sonrisa.

Finalmente él cerró los ojos y yo coloque la cajita en su palma de la mano, la cual tenía extendida hacia mí.

-Listo, abre los ojos.-Dije despacito mientras me mordía el labio inferior, esperando su reacción, sus ojos se fueron abriendo lentamente y cuando finalmente vio lo que había en sus manos, saco las pulseras y las admiro por un instante antes de sonreír ampliamente.

-Están geniales, gracias.-Dijo depositando un beso en mis labios.

-¿En verdad te gustaron?.-Pregunte mientras le ayudaba a ponerse su pulsera con la letra "C"

-¡Claro!.-Dijo ayudándome ahora él a mí a ponerme la mía con la letra "H".-Nunca me la quitare.-Murmuro en mi oído para después dejar un beso en mis labios, durante el resto de la noche, nos dedicamos a empacar, ver películas, contar chistes malos, y a jugar con Cow, Panda y Cebra.

Mí vida entré locos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora