Capitulo 20: Shadow of the day

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DaeHyun salía de su cama al escuchar varios golpes en la puerta no tenía muchas ganas de abrir pero los incontables mensajes de texto y voz que Jae le había enviado le indicaban que el menor no se detendría hasta hablar con él, abrió la puerta para dejar ingresar a un agitado pelinegro que lo primero que hizo fue besarlo, acariciar su cabello, trato de dibujar una sonrisa pero le fue imposible era feliz por tener a la persona que amaba a su lado pero el remordimiento por su traición le impedía disfrutar de su felicidad lo sujeto fuertemente de la cintura escondiendo su rostro en ese cuello color canela, se llenaba de ese aroma a té verde, era como estar en casa.

—Te he traído algo de comer.—Levanto su brazo mostrando una bolsa, la pareja se separo y Jae se dirigió a la cocina a dejar los alimentos para después sacar unas hojas de su mochila.—También te he traído notas sobre las clases y las tareas, ibas muy bien levantando tu promedio así que no creo que sea justo que lo vuelvas a bajar. —Se colgó de su cuello pegando sus frente. —¿Como sigues? el chico que golpeaste salió esta mañana del Hospital.

—Ese imbécil se merecía lo que le hice odio cuando la gente juzga sin conocer a las personas. —Contesto irritado rascando su cabello para alejarse al menor.—Mi padre se esta comportando de la misma manera pero él no merecía que lo corriera de esa manera, soy su única familia y ahora esta afuera sin mi apoyo. —Tomo asiento en un sillón. —Te juro que él es una buena persona se comporta de manera errónea porque nadie le ha enseñado hacer cosas buenas, mi abuelo también era un jugador empedernido que se emborrachaba cuando perdía golpeaba a mi padre desquitando su furia, él nunca me golpeo de esa manera aún si me portaba mal, cuando mi madre lo dejo él no me abandono cuido de mi como mejor pudo. —YoungJae se arrodillo a su lado para sujetar su mano. —Yo soy como él, si no hubiera tenido a HimChan o a YongGuk hace mucho tiempo hubiera terminado en una correccional, he tenido tanta suerte con mis amigos y ahora contigo. —Tomo por la mejilla al pelinegro besando sus labios. —Tú me vuelves una mejor persona por ti quiero ser alguien, mi padre nunca tuvo ese apoyo.

YoungJae se colgó una vez más del cuello de su amante besándolo, entendía sus pensamientos, sus deseos, DaeHyun no era de esa clase de personas que abandonaba a sus amigos o sus familiares, él buscaría la manera de que todos hicieran las paces y continuaran a su lado, lo admiraba y respetaba, ese hombre delante de sus ojos era el compañero que anhelaba tener el resto de su vida, decidido a pelear por una causa que la mayoría daría por perdida, él lo apoyaría se sentó en el regazo del mayor lo guardo en sus brazos, despeino su cabello, unos dientes se clavaban en su cuello, una lengua lamia su piel.

—No me interpondré si necesitas tiempo a solas con tu padre hasta que él acepte, me haré a un lado, DaeHyun te amo. —Le susurro sujetando su rostro mirándolo a los ojos. —Te quiero y pase lo que pase quiero estar a tu lado si tú tienes la esperanza de que tu padre cambie de opinión te apoyaré. —Beso sus labios. —Somos una pareja y aprenderemos a superar los problemas juntos, confío en ti.

—Sé que cambiará de opinión. —Le contesto posando sus manos sobre las caderas del menor. —Él no te hará daño, solo necesita tiempo. —Una vez más escondió su rostro en el arco del cuello del pelinegro. — Yo también te amo, mi bello y dulce niño.

Sus labios se volvieron a unir en un beso desesperado la lengua de Jung se deslizo entre los labios sonrosados de Jae quien comenzaba a desabotonarse la camisa, el calor en su cuerpos se volvía insoportable, unos dedos se deslizaban en el borde de su pantalón restregó su entrepierna al sentirlos, los gruesos labios de DaeHyun comenzaron a besar esos hombros desnudos.

YongGuk lanzaba a la cama su teléfono móvil le había enviado mínimo unos 10 mensajes a JunHong para hacer una cita y conversar pero el menor no se digno a contestar, su ira aumento cuando el aparato reboto en el colchón para dar en el piso y destrozarse la pantalla, le dio una patada aumentando su frustración ya era viernes había pasado media semana sin poder hablar con su pequeño caprichoso, sin poder besarlo, extrañaba su sonrisa, el sonido de su voz, su olor, le desquiciaba verse solo sin su compañía saco su maleta hecha al pasillo tenía que ir a un curso para el interinato en la empresa japonesa que estaba aplicando, era un seminario que duraría solo una semana, el director del colegio le permitió faltar debido a su buen comportamiento y excelentes calificaciones, le daba orgullo admitir que era uno de los favoritos llevaba trabajando tanto tiempo para convertirse en alguien respetable para de esa manera alcanzar su meta, un empleo lucrativo, estabilidad económica para su Familia, un futuro prometedor que ofrecerle a su pequeño mocoso.

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