El cadillac se detiene frente a mi casa y me desabrocho el cinturón.
―Mañana no iré a la escuela, pedí permiso para faltar. Mi padre me obligó a acompañarlo a una conferencia médica fuera de la ciudad. Así que no podré llevarte mañana pequeña ―explica Mathew.
―No te preocupes. Sí vero se siente mejor le pediré el favor a ella y si no agarrare un taxi ―sonrío y beso castamente sus labios― nos vemos luego.
―Cuídate. Te quiero.
―Yo más.
Salgo del vehículo y me despido mientras camino hacia la casa. Giro el picaporte y de inmediato soy sorprendida por varias personas sentadas en la sala, incluyendo a mis padres.
―emm buenas noches ―saludo confusa― ¿mamá? ¿Papá? ¿Qué ocurre?
―Sólo es una reunión de vecinos para el mejoramiento del vecindario.
Asiento incrédula pero no quiero interferir en los extraños planes de mis padres. Así que camino a la cocina, me preparo una taza de café y me despido de todos ya que planeo dormir de una vez.
Entro a mi habitación y cierro la puerta detrás. Tomo una ducha y cepillo mis dientes, cubro mi cuerpo con un camisón que tiene años en mi armario y uso cómo pijama favorita. Una vez que termino la rutina, recuerdo el sobre y lo saco de la mochila. Sorbo un poco de café y me acomodo en la cama en posición de indio. Estoy más que intrigada.
―Veamos que es ―hablo para mí misma y abro el sobre.
Saco una hoja que está doblada por la mitad y al abrirla me siento más confundida que antes. Sólo tiene escrito en medio de la hoja un corazón coloreado de negro. Busco en el sobre si hay algo más pero está vacío.
― ¿Qué diantres Zayn? ―me acabo el café y me acuesto de una vez.
(...)
En la mañana se anunció en la radio que hoy en la noche caería una tormenta de nieve, aunque no especificaron la hora, se pidió que la población tomara medidas para recibir la tormenta, ya que la nieve tenía la probabilidad de cubrir 5 centímetros las calles.
Así que todos los habitantes del condado llegaron a la panadería desde muy temprano para surtirse de pan y otros alimentos. El resultado es quedarnos sin ninguna migaja desde muy temprano, así que terminé el trabajo antes de lo debido.
Cerré el local y me regrese a la casa pedaleando. Recordé que mamá me pidió comprar leche y huevos para también estar listos. Manejo al súper mercado más cercano y está el estacionamiento lleno de coches y motocicletas. Esto es igual a unas compras de pánico.
Estaciono la bicicleta y la aseguro con el candado. Al entrar, el ruido de la gente corriendo y pagando me aturde, cientos de carritos de compras se mueven de un lado a otro. Dios santo, el pueblo se ha vuelto loco, no es la primera tormenta de viene en Houston, no veo el porque tanto alboroto.
Camino al área de lácteos y no quedan muchas cajas de leche, así que agarro las pocas que quedan y las meto en el cesto. Después voy por los huevos y una larga fila obstruye el paso. Decido preguntar porque la fila a la última señora que está formada al final, toco su hombro y voltea dejando ver que es Trisha la que sonríe al reconocerme.
―Hola Mandy. ¿Haciendo compras de pánico? ―recuerdo la advertencia de mis padres, pero no quiero ser grosera ignorándola, ella no me ah hecho nada así que no veo por qué tratarla de esa forma.
―Algo así, mi mamá me pidió venir por algunas cosas. ¿Por qué la fila?
―Es para comprar huevos, hace poco se agotaron y estamos esperando a que resurtan la bodega.
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Delirium |Zayn|
FanfictionLa forma en la que me mira y se muerde los labios me hace exasperar. Me observa cómo su próxima presa, quién está lista para ser devorada con su mirada oscura y manos duras. Deja salir el humo de su boca y sonríe ante mi miedo. Sabe que le temo pero...