Zayn no ha dejado de mirarme incrédulo y un tanto gracioso. Se ha pasado al menos siete veces la mano en su escasa barba. Esto le parece divertido y a mi sólo una manera de avergonzarme cada día más.

― ¿Puedo saber para que lo quieres? ―mantiene las cejas levantadas― me has tomado por sorpresa debo confesar, no creo que sólo vinieras hasta mi casa por mi número de teléfono, ¿o me equivoco?

Muerdo nerviosa mis labios y siento el aire faltar. Siento calientes mis mejillas y juego con mis dedos incontrolablemente.

―Sólo lo quiero por casos de emergencia. Somos vecinos, es bueno mantenernos comunicados ¿no crees?

― ¿Enserio esperas que me trague eso?

Veo cómo quiere explotar de la risa y hacerme sentir más vergüenza de lo que ya siento.

―Pónmela fácil zayn ―me cruzo de brazos― es sólo un número de celular.

―Es un dato personal por si no lo sabes.

―Joder, ni que te fuera a rastrear, sólo dámelo y listo.

Comenzaba a sentirme harta de la situación, quería irme y estamparle a Vero el número en la cara.

― ¿Me darás el tuyo? ―habla y gimo confusa.

―No.

―Entonces, no te doy el mio ―se levanta del sofá y sale en dirección hacia el pasillo. Hago lo mismo y voy persiguiéndolo hasta llegar a la puerta.

―Lo que haces es chantaje.

―Tú me estás obligando a darte mi número, ¿estamos a mano, no?

Me lo pienso y sé que Vero no dejará de insistir y recordarme lo mala amiga que soy y muchas estupideces más.

―Está bien. ¿Tienes dónde anotar?

(...)

Una semana ha pasado desde la tormenta de nieve y el incidente con el número de Zayn. Tuve que darle el mío a cambio y el chico es tan listo para marcarme y darse cuenta que no es falso. Aunque desde ese día no hemos hablado ni en persona ni por celular. Es como si no existiera.

― ¿Cuántos puntos te faltan para terminar el programa? ―pregunta Mathew comiendo un filete de carne.

―Creo sesenta, es lo que equivale la mitad del parcial ―respondo tragando un bocado de ensalada con aderezo.

Nos encontrábamos en un restaurante lujoso llamado "Solare" por nuestra celebración de 3 años de noviazgo. La relación más larga que eh tenido debo decir.

―Me alegro que pronto terminemos preciosa ―sujeta mis manos y planta sus labios por encima― lo siguiente en la lista es hacer nuestras prácticas en Los Ángeles, casarnos y darles nietos a nuestros padres. ¿No te parece perfecto?

Admito que escuchar "casarnos" y "nietos" me ha puesto la piel de gallina. Aún estábamos jóvenes, deberíamos viajar y conocernos más, no me siento preparada para casarme aún.

Sin embargo asiento repetidas veces con la sonrisa más falsa plasmada en mi rostro, para que Mathew no se desilusione y siga pensando que quiero todo lo que el planee.

El tono de whatsapp suena y Mathew frunce el ceño, odia que no ponga en silencioso el celular.

Saco el teléfono de mi bolso y veo que es Zayn. Abro el mensaje y es el emoji del monito tapándose los oídos. No entiendo que quiere decir así que lo dejo en visto.

Delirium |Zayn|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora