Delirium |Zayn|

18

Había decidido tomar asiento y descansar un poco, en si no estaba cansada pero esa era la excusa para alejarme de Mathew, quién quería seguir conversando con sus amigos. Jugueteaba con mi copa y mantenía una mueca plasmada en mi rostro.

Mis padres seguían a los Collins donde sea que ellos fuesen, sentían como si tuviesen esa obligación por ser los padres de la novia de su hijo. Curiosamente no veo que se hayan impresionado con la presencia de Zayn siendo acompañante de vero.

―Ahora si estoy disponible ―escucho con claridad la voz de Judith quien toma asiento a mi lado― con esa cara que te cargas se puede ver clarísimo que te estás divirtiendo.

Por primera vez en la noche me e reído. Judith es una de las grandes amigas que tengo dentro de la familia de mi novio, conozco a otras primas pero por alguna razón no soy de su agrado, aparte de que con ella tengo muchas cosas en común.

―Sin ofender, pero tu familia siempre hace fiestas aburridas.

Se alza de hombros.

―No me ofendes, yo igual pienso lo mismo.

Levanta la copa y se toma el liquido de un solo empujón. Relame sus labios y frunce el ceño.

―Deberían dar cerveza, esto del champagne no es lo mio.

Dirijo la vista hacia la pista de baile y de inmediato noto a Vero susurrarle algo a Zayn mientras este ríe y toma con más fuerza su cintura. Siento pesado la boca del estomago y la sangre me hierve, no se por que me pongo de esta forma, no es correcto sentir celos y más si tengo novio; aparte estamos hablando de la posible pareja de mi mejor amiga.

―Ese chico si que está ardiente ―comenta Judith observando a Zayn― debo decirlo pero, está mucho mejor que Matt.

Opto por mantener la boca cerrada ante aquel comentario tan fuera de lugar, pero concuerdo totalmente con ella. A simple vista se puede ver que Zayn tiene aquella belleza enigmática que te hace preguntar, ¿es real? Y si lo es, ¿qué tanto oculta en aquellos ojos cafés avellanas?

Continúan danzando al compás de la música y el la hace girar con dulzura, cómo si vero se fuese a romper con el más brusco toque. Aunque estoy a unos metros de ellos se puede ver con claridad el brillo intenso en la mirada de mi mejor amiga, no ha dejado de sonreír desde que llegó a la fiesta y puedo deducir con bastante certeza que Zayn está comenzando a colarse en los huesos de Vero.

―Supe que Mike hará una fiesta al rato, ¿irás? ―preguntó Judith poniéndose de pie.

― ¿Irás a la fiesta de tu ex? Vaya, a eso le llamo madurez.

Sonríe y niega.

―Quedamos en buenos términos, aparte ahí estará mi crush.

Elevo las cejas y me lo pienso.

―Está bien.

(...)

Ya estaba dentro del coche de Oscar hermano de Judith, para dirigirnos a la fiesta. Mathew prefirió no ir por algunos asuntos que tenía que arreglar con su papá, pero me pidió que me divirtiera de su parte. Mis padres por una parte me costó convencerlos pero al final accedieron, con la única condición que llegase antes de las 4 de la madrugada.

Al cabo de quince minutos de trayecto, habíamos llegado a la casa de Mike; que claramente había montado la fiesta de su vida. Desde el jardín delantero se podía observar con claridad cómo había algunos ya hasta el tope de borrachos y otros enrollándose sin pudor, ganas de gritarles "¡Consíganse un cuarto!" no me faltaron.

El coche se detuvo y me alise el vestido, ahora que lo pienso debí haberme cambiado por algo más casual. Soy la única rara vestida de esta forma, aunque no me quejaba, se podría decir que era la más decente de aquí ya que todas las chicas llevaban vestidos tan diminutos que enseñaban cosas que preferiría no ver.

Al momento de entrar la música electrónica me taladraba los tímpanos y el aroma a marihuana me golpeó con fuerza, mantuve la respiración y corrí prácticamente hacía la cocina. Perdí de vista a Judith y Oscar y me alegraba hacerlo, prefería estar sola.

En la isla había una gran variedad de bebidas, cómo sodas y alcohol. Divise una botella de tequila y junto de este habían shots preparados, una sonrisa traviesa se cruzó por mi rostro y mande a la mierda lo correcto.

Tome uno y sin dudarlo lo bebí de golpe, el ardor no tardó en aparecer y sacudí mi cabeza con violencia. Se sentía bien después de todo.

12 Shots después...

No sé que hacía ni donde me encontraba, había perdido el piso literalmente. Había calor y sentía que resbalaban gotas de sudor por mi espalda y mi rostro. Bailaba encima de la mesa y gritos acompañaban al ritmo de la música, no sé qué canción sonaba pero era lo de menos, me estaba divirtiendo cómo nunca lo había hecho. Mathew no dejaba que me sintiera de esta manera.

Sacudía mi cabello y sonreía con picardía a todos los chicos dentro, meneaba las caderas con extrema sensualidad.

De pronto unas manos calientes rodearon mi brazo y me bajaron de un jalón. El aroma a menta y cigarros era inconfundible... era Zayn quien me sujetaba. Conectamos miradas y pude ver un destello de decepción y enojo en sus ojos avellana. Por un instante me intimidó y me sentía pequeña ante su presencia.

― ¿Qué demonios haces? ―no dio tiempo a que respondiera ya que me sacó de la fiesta. El frio me recibió y de inmediato me solté de su agarre ― ¿Qué mierda intentas demostrar con esta actitud?

Mantenía fruncido el ceño y con los brazos cruzados. ¿Por qué no le respondía? ¿Por qué prefería callarme?

―Joder Mandy ―acariciaba mi mejilla y un nudo se instaló en la boca del estomago― niña tonta.

Sin esperarlo me envolvió en sus brazos y la calidez que desprendía de su cuerpo se sentía tan agradable y cómoda que no quería que me soltara. Apoye mi mejilla en su torso y lo envolví con fuerza, joder, esto se sentía bien.

De pronto la imagen de vero se me cruzó por la mente y sin pensarlo lo empuje lejos de mi cercanía, ahora su toque me quemaba y la culpa me invadía.

Se veía aturdido y confundido, dio un paso hacia delante pero retrocedí por inercia.

―Esto está mal ―mis ojos se aguaron al igual recordar a Mathew― tengo novio y tu estás saliendo con Vero, entiende que es mi mejor amiga, no puedo hacerle esto.

Captura su labio y saca un cigarro de su bolsillo, seguido lo encendió y se lo llevo a la boca. Mientras mantenía el humo, clavaba su mirada en mí.

―No estamos haciendo nada malo ―levanta los hombros― estoy al tanto de los sentimientos de tu amiga hacia mí pero... no puedo corresponderle de la manera que ella espera.

Una alegría y alivio inundo mi cuerpo, por alguna extraña razón tenía ganas de brincar, bailar y cantar. De un momento a otro ya estaba más feliz que nunca, a esto le llamo bipolaridad o es el efecto del tequila, probablemente lo segundo.

―La estas ilusionando, lo sabes ¿no? ―ahora ya no estaba tan feliz, el muy cabrón estaba jugando con los sentimientos de Vero y no lo iba a permitir― mejor aléjate de ella.

― ¿Me estas amenazando? ―suelta una risa y acorta distancia quedando a dos centímetros de mi rostro― ten cuidado Mandy, que conmigo las cosas son distintas.

―Solo te estoy advirtiendo, ella no es un maldito juguete con el que te puedes divertir.

Aun tiene plasmada esa jodida sonrisa de engreído y que todo lo puede, termina con la poca distancia que teníamos y susurra cerca de mi oído "Tienes razón. Me puedo divertir más contigo" besa mi mejilla y se larga perdiéndose de nuevo en la fiesta.