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*Alexis Ren es Vero*

Desde la mañana me he mantenido ocupada con algunos pendientes en la panadería; mis padres decidieron ordenar otra variedad de panes ya que no querían continuar con la monotonía. Entre ellos los cupcakes de cuatro sabores diferentes y roscas de azúcar. La idea me emocionaba debo admitir y se que variar un poco ayudaría al crecimiento del negocio.

―La orden final queda cómo veinticinco cupcakes de cada sabor nuez, almendra, vainilla y chocolate, dando en total cien. Y quince roscas de azúcar, ¿es correcto? ―pregunta la encargada anotando todo en su tabla.

―Sí ―digo y asienta felizmente.

Se despide de mi y me recuerda que en la tarjeta que me dio está anotado su número por cualquier cosa.

Continúo con mis deberes y la campanilla suena. Trisha y Waliyha son las clientas y sonrío por inercia al verlas.

―Oh Mandy, ¿trabajas aquí? ―pregunta Trisha extrañada.

―Sí, de hecho la panadería le pertenece a mis padres.

―Ya veo ―asiente admirando el lugar― huele delicioso aquí. Me recomendaron este lugar para surtirme de deliciosos bocadillos.

―Los mejores del pueblo debo presumir ―le entrego una bandeja y unas pinzas para que tome el pan que ellas deseen.

Observo cómo Waliyha escoge bocadillos dulces y en su mayoría rellenos de chocolate, y Trisha por su parte elige sin relleno y con sabor a mantequilla. Dos gustos muy diferentes.

Regresan al mostrador y me entregan la bandeja, comienzo a meterlas en la bolsa de papel y a la vez voy sacando los precios.

―En total son siete dolare con treinta ―digo y ella me paga con uno de diez. Le doy su cambio y antes de irse Trisha se regresa.

―Sabes, estoy planeado una noche de películas en mi casa el sábado. ¿Te apetecería ir?

Mantengo mi rostro serio y la línea recta en mis labios es visible. Ella nota mi reacción y niega divertida.

―Piénsalo y confírmame el viernes. Nos vemos Mandy.

Salen de la panadería y lo único que hago es suspirar.

(...)

Me mantenía enfocada en el examen sorpresa de cuidados críticos, valía el 10% de la calificación y sinceramente sentía que el lápiz se me resbalaba de la mano. 

De reojo miraba a Vero quién fruncía el ceño y negaba en varias preguntas, sabía que estaba igual de perdida que yo. Intentaba recordar lo máximo y de las veinte pregunta me supe quince así que no creo que me vaya tan mal.

Al finalizar el examen salimos del aula y una vez fuera Vero comienza a maldecir a todo mundo y más al profesor.

―No te pregunto cómo te fue porque es obvio. La más aplicada del salón no le debe ir mal ―veo cómo bufa y sólo me alzo de hombros. 

Decidimos ir por la cena y opte por un paquete de galletas y una caja de leche, no quería comer pesado y siempre me sentía mejor con la comida liviana. Buscamos una mesa y ya que la encontramos tomamos asiento en ella.

―Sólo es el 10% de la calificación, no te preocupes que tienes todas tus tareas entregadas y proyectos finalizados, no te estreces ―la aliento y veo sus hombros relajarse―  por cierto, que cosas querías decirme.

Fija la vista en su emparedado y lo suelta para concentrarse en mi. Trago en seco y la preocupación me invade, espero no haya cometido una idiotez o algo peor.

Delirium |Zayn|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora