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Distraida ando y ya me e equivocado con dar el cambio más de cuatro veces. Varias personas me han preguntado si me encuentro bien y debo mentir para no preocupar a terceros.

—Y entonces el imbécil de Frederick vació su trago en mi camisa nueva y casi estrello mis puños en su jodida cara —finaliza Mathew devorando la ultima migaja de magdalena.

Rueda sus ojos hacía mi dirección y pasa la palma de su mano frente a mi rostro varias veces, haciendo que dedique toda mi atención en él.

—Estás muy distraída hoy. ¿Sucede algo? —levanta las cejas.

Muerdo mi labio y niego con seguridad. Dejo ir un suspiro y me apoyo en el mostrador.

—No es nada, solo estoy pensando en los ensayos de cuidados críticos y curación.

No parece muy convencido con mi respuesta pero decide no continuar preguntando. Pasa el resto de la tarde y él me ofrece llevarme a casa, acepto sin pensarlo. Mi bicicleta necesita aceite en la cadena y el freno está fallando, es mejor no arriesgarme.

Cierro con varios seguros la panadería y me monto en el vehículo, la calefacción me abraza por completo y no tengo la necesidad de abrazarme a mi misma. Busco una estación de música en la radio y suena un clásico de los noventa.

—Se me olvidó preguntarte. ¿Por qué trabajaste hoy domingo?

—Mis papás no piensan abrir mañana por un desayuno familiar en casa de una tía.

—Espero y no se te olvide el almuerzo de hoy —entrecierra sus ojos.

Me doy un golpe mental y maldigo por lo bajo, se me había olvidado por completo. Dibujo una sonrisa y niego varías veces.

  —Pff, cómo crees que se me olvidaria un asunto tan importante —veo de reojo mi reloj y son las dos de la tarde—Es mejor que llegues rápido a mi casa para que pueda estar lista.

—Esta bien.

En menos de diez minutos ya estaba entrando a la casa, mis padres ya estaban arreglados debido a que estaban invitado al almuerzo.

—Sube a arreglarte —indica mi madre.

(...)

Y aquí me encontraba parada, ignorando el ambiente a mi alrededor y bebiendo de la copa con champagne. Lo que parecía ser un almuerzo íntimo resulto ser lo parecido a una fiesta grande y lujosa, habían cientos de personas en el inmenso jardín quienes conversaban animadamente sobre temas que no me interesaban en lo absoluto. Tenía que mantenerme a lado de Mathew y escuchar cómo se quejaba de la negligencia medica ocurrida este año y se que no he dejado de rodar los ojos pero me estoy muriendo de aburrimiento.

El señor collins y su esposa lucen impecables cómo siempre, sonrien a todos y facilmente los puedo comparar con los modelos que aparecen en revistas.

  —Mandy —escucho mi nombre y veo que es Judith, la prima de Mathew— vaya sorpresa el encontrarte aquí.

—Lo mismo digo. ¿Cómo va todo?

—Excelente, estoy a un semestre de terminar la carrera en leyes y por fin trabajar en el despacho de mi padre —curvea sus labios— ¿y que hay de ti?

—A diferencia tuya me falta aún para ser enfermera, pero tu sabes que no tengo prisa.

—Me alegro por ti —coloca su mano en mi hombro y me da un sorpresivo abrazo— me dió gusto charlar contigo, nos vemos luego.

Los minutos pasan y siento que se han convertido en largas horas interminables, esperaba que esto fuese distinto, que Mathew me haría olvidar lo sucedido con Zayn y que todo volvería a la normalidad con respecto a lo que siento por él; pero veo que está concentrado relatando sus experiencias medicas con las demás personas que me rindo. 

Desvio la mirada hacía la entrada, cuándo los veo tomados de la mano, entrando cómo si fuesen la pareja del año. Ella luce hermosa cómo siempre lo ha hecho y él es lo más parecido a la perfección pura, Zayn conecta su mirada conmigo y no se cómo reaccionar, ya que Vero llega corriendo hacía mi.

  —Hey —me envuelve en sus brazos y muestra esa linda sonrisa resplandeciente.

  —¿Porque no me dijiste que vendrías? —evado un tanto grosera su saludo y me cruzo de brazos.

Frunce el ceño y abre su boca formando una "o"

—Te mande cientos de mensajes y nada que contestas, ¿porque actúas así?

En un segundo dirijo la mirada hacía zayn y la regreso a los ojos verdes de Vero.

—Lo siento, es sólo que siempre nos arreglamos juntas para esta clase de eventos.

Forma una sonrisa dulce y me abraza de nuevo.

—De hecho no sabía que los Collins harían un almuerzo tan grande, apenas ayer mi mamá me avisó sobre la fiesta.

—Si, ni yo sabia de esto. Es más, este el almuerzo que tendría con los padres de Matt.

—Ya veo. Iré a saludar a los Collins, nos encontramos luego ¿bien?

—Sí claro.

Los dos se alejan y logro ver cómo zayn la abraza por la cintura mientras caminan. Siento una presión en mi pecho y paso el trago amargo que se ha formado en mi garganta, el muy cabrón no me ha saludado pero debo suponer que lo de ayer fue un jodido error o un tipo de diversión retorcida... aunque no puedo culparlo de todo ya que seguí con el beso y no lo detuve, si mis padres no hubiesen llegado seguramente habríamos compartido sábanas. 

—Mandy, ¿me concedes esta pieza? —el aliento caliente de Mathew golpea mi cuello y es inevitable no erizarme.

—Me encantaría —respondo siendo guiada por él hacía la pista.

Una canción lenta comienza a sonar y la mano de mi chico llega a mi cintura, su agarre es delicado y suave. Sonrío ante su acción y envuelvo su cuello con ternura. Lo miro y el me mira con la misma intensidad de cuándo nos hicimos novios por primera vez y yo intento mantener viva esa llama de amor pero se que el siente que no lo veo de la misma forma que antes, decido recargar mi cabeza en su pecho y perderme por un momento.  


Delirium |Zayn|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora