Capítulo 23

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–Hola otra vez –le escribí.

–No empieces –respondió con fastidio.

–Te recuerdo que por tu culpa casi nos suspenden. Estoy en todo mi derecho de empezar, ya empecé y seguiré empezando... aunque, ¿Empezar qué?

– ¡No empieces te dije! Además eso fue tu culpa.

–¿Mía? ¿Perdón? Tú corriste primero, tú lo empezaste.

–Bueno, hazme un favor y termínalo –respondió claramente cansada de mis juegos, por el contrario yo lo disfrutaba.

–Te propongo algo.

–Te escucho (mejor dicho, te leo. Supongo que no tengo opción) –dijo ella.

–No, no la tienes –confirmé alegremente– Así que, te propongo esto, tú juegas Half Life 2 y lo terminas y yo te aseguro que no vuelvo a molestarte ni a jugar con tus pins o lo que quieras. Es fácil.

–¡Pero odio las secuelas! –replicó enfadada.

–Y yo odiaría tener que molestarte a diario, quitarte tus pins o tal vez...

–¡Cállate! –demandó– ¡Lo haré! Solo aléjate de mí de una vez por todas.

–Me parece perfecto. Por cierto, tienes dos semanas o el trato se anula. Adiós –me despedí satisfecho.


Cerré sesión antes de verla responder. Era perfecto, o la vería perder su orgullo con tal de librarse de mí o le haría la vida imposible.

Apagué la computadora y felizmente me fui a la cama, pero al acostarme sentí algo punzante en mi espalda. Me levanté de un salto y revisé las sábanas. Efectivamente había algo allí, un pin abierto. Pero no cualquier pin, sino el pin de Watchmen, aquel que me había abierto la puerta a una nueva vida. Lo miré con aprecio y lo puse en mi escritorio, no sabía cómo había llegado a ahí. 

Entonces recordé como había comenzado todo, con mi búsqueda de Watchmen, como comencé a leer cómics e incluso mi infructuosa búsqueda de la chica del pin de la sonrisa. Parecía algo tan lejano, pero había transcurrido todo rápidamente, no había pasado mucho tiempo desde ese entonces. Ahora tenía nuevos amigos, me divertía con ellos. Mis viejos amigos... Simplemente ya no me hablaban. Y la "Watchgirl"... no había logrado descubrir su identidad, había más chicas geeks de lo que me esperaba, igual ahora eso no me importaba tanto como antes, ahora tenía más en que enfocarme, en hacerle la vida imposible a la friki encubierta amargada, por ejemplo.

La chica del pin de la sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora