Capítulo 22

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–¡Javier! –llamó una voz aguda que ya conocía. Sonreí al ver de quién se trataba.

–Hola, Gy ¿Qué tal todo? –pregunte cordialmente mientras me aseguraba que mi amigo estuviese lejos. La muchacha de cabello violeta sonreía como siempre.

–De maravilla. Estaba esperando a alguien.

–¿A alguien? –repetí sorprendido.

–Sí, a...

–¡¿Disculpen?! –exclamó alguien a mis espaldas. Me abstuve de respirar, moverme o siquiera intentar hacer algo, igualmente sería en vano.

–¡Te estaba buscando! –dijo Gy a su amiga, la chica de los pins, pero esta vez no estaba sola, sino que junto a otras dos con mochilas idénticas, llenas de pins.

–¿De que hablaban? –indagó ella con las manos en la cintura.

–Nada importante. Ya me iba –comenté dando un paso para atrás.

Ella se limitó a fulminarme con la mirada, Gy con lastima y las otras dos me miraban como si jamás hubieran visto a un chico.


Al llegar a mi casa y encender mi computadora, me puse a jugar en línea por horas.

Entre los otros jugadores hubo uno que me llamó la atención por su inusual nombre, pero no podía ser nadie más.


–¿También juegas al LoL? Estás llena de sorpresas, señorita amargada –le escribí mediante el chat privado, arriesgándome a equivocarme de persona.

–¿¡Tú otra vez?! ¡¿Javier, es en serio?! –respondió. Una sonrisa maliciosa nació en mis labios.

–Vivo para verte furiosa. Te reconocería donde sea con se nombre –respondí.

–¡Que suerte tengo! –envió antes de desconectarse y abandonar la partida. Hice lo mismo.


La busqué en el chat de otra red social, esta vez no se libraría de mí tan fácilmente.


La chica del pin de la sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora