Capítulo 17. (R)

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V.Judy:

No podía dar crédito a lo que mis ojos y mis oídos habían escuchado hace unos momentos. Realmente fui una tonta al no creerla a Nick, él tenía razón. ¿Por qué quise confiar en alguien como Jack? Que estúpida fui. Al salir de la sala de pelea, no logré encontrarlo en ninguna parte del campo de entrenamiento. Preocupada por él, entré a la recepción, sin encontrarlo ahí tampoco. Solo había un lugar donde podría estar y ese era la comisaria. Tomé aire y corriendo con todas sus fuerzas, me regresé al gran edificio público. Una vez dentro, se me ocurrió que el mejor lugar para buscarlo sería el cuarto de armas, no estaba allí. Interrogatorios, salas de juntas, nada. No lo encontraba por ningún lugar, solo me faltaba nuestra oficina pero se me hacía muy improbable que se encontrara ahí. Aunque, sin nada que perder ya, subí las escaleras y caminé hasta estar en frente de la puerta de nuestra oficina. Suspire rendida y con miedo para luego abrir la puerta.

―Ay Nick, estabas aquí. ―suspiré con alivio al verlo sentado en su silla giratoria, solo que dándome la espalda lo cual me hizo sentir mal―. Yo no sé qué decirte... Nick tu... tenías razón... Jack solo era un mentiroso.

― ¿Si lo revisaste? ―preguntó aun sin darse la vuelta.

―Sí, lo hice. ―afirmé―. No tenía nada... ―esta es una de las razones por las que odio pelearme con Nick, y mucho más cuando él tiene la razón―. Nick, yo sé que no me perdonaras ahora. Yo lo siento, sí, esto puede sonar como la primera vez que te traicione pero esto es diferente. ―vaya forma de mencionar ese oscuro momento de ambos―. Solo quiero terminar con esto de una vez por todas y poder estar contigo en paz y tranquilidad, como una pareja... como una familia. ―mis pensamientos me habían llevado a creer que Nick me odiaba y me puse a llorar ahí mismo. No me importaba si él me viera débil otra vez. Él había tenido razón y tenía todo el derecho de verme así. Como dije la primera vez, solo soy una torpe coneja.

―Zanahorias... ―dijo sereno―. Recuérdame que tu especie siempre será muy sentimental. ―dio vuelta a la silla permitiéndome verlo con esa sonrisa que tanto me alegra ver siempre―. Oh vamos, ven aquí. Sé que necesitas un abrazo. ―se levantó y extendió sus brazos para que yo entrara en ellos.

Yo reí leve y me acerque a él para echarme en su pecho a lo que él los cerró, dejándonos en un cálido y reconfortante abrazo que tanto necesitábamos. En especial yo, je.

―Lo siento Nick. ―hablé triste y mirándolo a sus ojos verdes.

―Tranquila Pelusa, no es tu culpa. No me esperaba menos de un conejo que quería robarme a mi novia. ―ambos reímos por el comentario―. Te amo Judy y aún estoy dispuesto a casarme contigo, si es que tú quieres casarte conmigo aun.

―Claro que aún me quiero casar contigo Nicholas Wilde ―dije segura, sonriendo―. Jamás cambiare de decisión con respecto a eso. ―mi voz ya se escuchaba tranquila y animada. Nick me volvió a abrazar y esta vez fue mejor que el anterior.

Hubiera sido un gran, hermoso y único momento de no ser por un molesto ruido que empezamos a escuchar detrás de nosotros. Miré el rostro de Nick, que se dirigía hacia dónde estaba la puerta, y este estaba nuevamente con el semblante serio. Me giré para ver qué era pero me arrepiento de haberlo hecho.

―Bien jugado Nick, has ganado. ―dijo con frialdad aunque también con mucha sinceridad increíblemente―. Me saco el sombrero ante ti. ―hizo una reverencia―. Sinceramente, me mostraste algo que yo jamás tendré y será un amor como el que ella te tiene a ti. ―por más que se le escuche con tono sincero, no confiare en él de nuevo―. Eres el mejor contrincante que he tenido. Bueno, dejando este problema u mal entendido...

―Más bien, un problema que tu comenzaste. ―añadió Nick, sarcástico.

―Como sea, ―repuso el conejo, desinteresadamente―. En unas horas iremos a atrapar a su enemigo ratón. Prepárense, llamaré al resto del grupo para ir esta misma noche. Tendrán la noche para ustedes, y yo...

―No nos importa lo que hagas, solo vete. ―exclamé molesta. Nick me miró sonriente pero luego vió a Savage con la misma sonrisa.

―Está bien, gracias por el aviso. ―respondió sin más―. Si no hay nada más que hacer aquí entonces yo y mi querida prometida nos retiramos. ―me encanta cuando me dice prometida. Nick me tomo de la pata muy orgulloso y salimos de la oficina como toda una pareja, frente a Savage, seguramente, molestándolo demasiado.

***

V.Judy:

―Zanahorias, ¿Qué hora es?

―Nick, aún falta una hora. Me has preguntado cinco veces eso en menos de un minuto ―respondí ya fastidiada de que preguntara esa misma pregunta. No sé qué es más desesperante, su paciencia en algo que le gusta o su impaciencia en todo.

―Lo siento, es que estoy un tanto nervioso, je. ―agachó sus orejas al ver por la ventana, mientras yo dejaba de poner atención a mi libro para verlo a él―. Volver a ver ese ratón después de tantos años... y semanas. ―añadió rápido―. Y pensar que todo acabara en ese momento cuando lleguemos. ―su rostro empezó a brillar aún más cuando la luz del atardecer comenzaba a atravesar la ventana, resplandeciendo en su rostro naranja.

―Oye Nick, ―llamé curiosa―. No es por ser entrometida ni nada pero... ¿Quién es exactamente este ratón? ―pregunté mirándolo como niña inocente.

―Bill Mouse...

»Aún recuerdo cuando Mr.Big me acogió en su casa. Ahí se encontraba Bill también, como uno de sus tantos acogidos. Solo que, al menos para él, mi llegada fue como si hubiera caído una bomba en ese lugar. Después de haber estado unos meses en las mañas de ser un estafador y ladrón, le había mostrado mis habilidades al mafioso y por consiguiente, él se empezó a interesar más en mí. ―ahora es una forma más lógica de conocer el pasado Nick, vaya vida―. Pero Bill ya era como su hijo en esos tiempos también y que alguien más llegara a quitarle el puesto de ahijado favorito no le agradó nada. Tiempo después, el mismo Mr.Big me envió a trabajar con Bill. ―hizo una mueca de disgusto―. Sinceramente, no fue tan malo al principio pero cuando supe en lo que realmente estaba metido me hice para atrás. Era más que solo un simple ladrón, estafador y embustero. Él era un asesino. Si Mr.Big desaparecía a los animales en el hielo, él lo hacía de otra manera, buscaba a sus víctimas, las atormentaba hasta cierto punto y al final, las mataba de un tiro en la frente. ―se volteó a mirarme directo a los ojos―. Por eso me sorprendió que no morí ese día. Y que tú tampoco lo hayas hecho... pero la próxima vez que yo esté en esa misma situación, no me salves ¿Entendido? Si quiere arreglar cuentas conmigo, que se termine ya.

Esas últimas palabras no me agradaron en lo absoluto; aunque las diga él mismo. Yo lo amo y daría la vida por él, por eso no me quede de brazos cruzados cuando Bill lo iba a matar. Yo hubiera preferido morir a que Nick lo hubiera hecho. Si él está bien, todo estará bien.

―No... ―negué con voz fuerte.

―Nada de no, sí. ―contradijo―. No quiero que mueras ¿Comprendes?

―Y yo tampoco quiero que mueras Nick. ¿Me comprendes tú? ―reclamé―. Hemos pasado tantas aventuras, tantos momentos juntos, nos vamos a casar y me pides que cuando estés en peligro ¿No haga nada? ―pregunté incrédula―. Esa no sería yo. Yo daría y di la vida por ti como lo hice hace varias semanas. No me vuelvas a pedir eso... ¿Está bien? ―mi tono era un poco fuerte pero mi voz mantenía un volumen constante.

Me miro unos segundos sorprendido por tal respuesta que le di. Sí, esa era yo cuando la gente que quiero me pide cosas que saben que haré. Si yo soy una coneja boba, él es un torpe zorro.

―Creo que mejor sería que ninguno de los dos muera. ¿Está bien zanahorias? ―rió por el comentario, al mismo tiempo que lo hice también. ¿Cómo hace para sacarme una sonrisa siempre?

―Está bien... ―sonreí levemente―. Y ahora, ¿Qué haremos durante una hora?

― ¿Quieres ver una película? ―preguntó―. Roedriguez me recomendó la nueva de Zartan, el cachorro de la selva.

―Se oye interesante. Está bien. ―y se separó de la ventana para dirigirse al reproductor de DVD's, buscar la película que mencionó y ponerla para poder verla.

No me importan ellos... Me importas tu. Parte N.-1 (Serie de Fanfics)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora