Capítulo 6: Me Llaman Espía

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- ¡¡Uy!! Ese Padre Mauricio me saca de las casillas, me saca de quicio, cada vez que interrumpe mis conversaciones con mis amigas ¡¡Ay!! ¡¡Ay!! cómo desearía de agarrarlo del cuello con mis ambas manos.

-Si yo fuera tú, tendría mucho cuidadito con lo que diría- Contestó con un tono de voz no muy agradable, una señora mayor a quien se lepodía ver su rostro más pálido como si fuera una hoja de papel, mientras que aquella señora llevaba vestida consigo misma, una falda negra muy larga que casi le llegaba hacia sus tobillos, junto con un pulóver verde oscuro que llevaba puesto y con una bufanda bermellón, que le llegaba hacia el borde de las rodillas.

- p.... p... p...... ¿perdón? pero ¿Quién es usted para poder decirme de lo que tengo que decir o de lo que tengo que hacer? ¿eh? ¿eh?, cóntestame- solicitó la jóven discípula sin sacarle los ojos de encima a aquella dama mayor, qien no dejaba de mirarla con una cara muy inflexible.

- Me llamo Maribel Rivozómbolo y soy una de las tantas, ¿cómo podría decirte?, una de las tantas señoras mayores sabias, quienes sabemos, lo que ocurrió antes, durante varias batallas que tuvieron sus antiguos antepasados y después de las guerras que finalizaron y que comenzarán este preciso año, ustedes como las nuevas alumnitas de este hogar-.

¿Acaso el padre Mauricio no les contó a ustedes sobre una guerra que se había desatado hace muchos años, en este mismo convento pero en las afueras, con las antiguas monjas que convivían y hacian todos sus labores acá junto con la banda de los vampiros de la quinta noche?- Preguntó asombrada una de las viejas sabias, que según, l mayoría de las personas que vivían en aquel pueblo la apodaban como  "La Mediatrucos".

La mirada de aterradora y a su vez inmovilizada que tenía una de las jóvenes novicias.

- N.... n..... n..... no, la verdad, e..... e..... e...... es que Él nunca ni nos contó sobre lo que usted me esta diciendo a mí ni nunca nos reunió tanto a mí como para el resto de mis compañeras, como para decirnos que había pasado en aquellos años en este convento, no sabía nada de lo que usted me estaba contando ahora

- Bueno, ahora que vos lo sabés, les pido con mucha atención y con mucha concentración, de que tengan mucho cuidado,  con cada nueva integrante que se vaya sumando al monasterio, porque a partir desde una pequeña distracción que ustedes vayan a tener con su nueva "compañerita o amiguita", jajajajaja, créanme, cuando llegue en un abrir y cerrar de ojos, aquel momento, ese preciso momento, en donde todos contra todos, en donde ustedes van a tener que ser las únicas salvadoras, las últimas guerreras que el monatsterio tiene, solamente el príorato como el padre Maurico y ustedes, pueden salvarnos de las próximas batallas y guerras que se aproximarán-

Secretos De Una MonjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora