Típico de mí, entrar en pánico frente al sufrimiento y hacer tonterías. Llamar a Daniel había sido un error, cabe mi propia tumba y ya no podía revertirlo. Dijo que no se demoraría más de treinta minutos, los cuales use para: Depilarme, ponerme algo bonito, arreglar mi cabello y maquillarme con labial rojo; la idea era pedirle a Daniel que me llevara a un centro nocturno para bailar, beber y distraerlo por completo. No podía acostarme con él.
El citófono sonó y mi estómago se apretó, no sentía las piernas, pero aun así pude llegar a la sala para contestar. El conserje me anunció la llegada de Daniel, le pedí que lo dejara entrar y que le diera las indicaciones para estacionarse.
Tomé el bolso más pequeño que tenía y lo arreglé con las cosas necesarias. Me puse los tacones que usaba para salir a bailar por la comodidad y altura que me brindaban.
Cuando el timbre sonó me miré una vez más al espejo antes de abrir la puerta.
─Natalie...─me observó de pies a cabeza, sorprendido. ─Creí que te había pasado algo, por el tono de tu voz...
Ahora era mi turno de recorrerlo con la mirada. Estaba vestido de manera casual, con unos jeans y un suéter delgado, llevaba unas zapatillas y una chaqueta de cuero en las manos. Nunca lo había visto así.
Me sentí culpable. Me las ingenié para distraerlo, para que no quisiera acostarse conmigo, y él sólo venía con la intención de comprobar que estuviera bien.
─Creí que querías hablar...
Me sonrojé.
─Entra. ─susurré.
Lo invité a sentarse y le ofrecí algo para beber.
─Tengo jugo, gaseosa y cerveza. ─dije mientras miraba el frigorífico.
─Cerveza.
Saqué dos y las abrí. Me senté a su lado y lo observé mientras le daba un gran sorbo a su bebestible.
Nos quedamos en silencio, lo miraba en ocasiones y cuando desviaba la vista él me observaba, luego de algunos minutos ya comenzaba a ser un ritual.
─ ¿Te gustaría salir? ─ Mi voz sonó fuerte al romper el silencio. ─Quiero distraerme.
─ ¿No quieres contarme qué te pasó? ─me miró mientras bebía su cerveza.
─Quizás en otro momento.
─ ¿Segura?
─La verdad... No quiero hablar de ello, por lo menos no ahora. Quiero distraerme.
Sonrió de esa manera natural que producía cosquillas en mi estómago.
─ ¿Quieres ir a un bar? ─arqueó una ceja. Siempre lo había encontrado guapo pero lo natural le quedaba bien.
─A un lugar donde se pueda bailar. ─sonreí.
─No soy bueno en eso.
─No te pido que lo seas. Sólo acompáñame y veamos qué pasa. ─bebí el último sorbo y me levanté. ─ ¿Qué dices?
─Bien...yo conduzco. ─dejó lo que quedaba de cerveza en la mesa de centro.
La mayoría de las veces había visto a Daniel serio y seductor, cuando su expresión se volvía natural no duraba más de un minuto. Jamás me lo imaginé en un centro nocturno, riendo a carcajadas por cómo los chicos coqueteaban con las mujeres que bailaban.
Le pidió otra gaseosa de cola al chico de la barra y me dejó elegir lo que deseaba beber.
─Un vodka naranja. ─le dije al barman. Ya era el tercero.
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Desobediente
Fiksi Umum''Quiero que te resistas, que rompas mis reglas, que me digas ''No''. Aunque no lo creas, Natalie, quiero que me desobedezcas.'' Entra para leer el resumen. Portada original para su publicación diseñada por @TylerEvelynRood. Novela destacada oct...