Alfonso Herrera se levantó aquella mañana como todos los días, pero la verdad lo único que quería era volver a quedarse dormido.
Su vida iba exactamente como él la había planeado: era libre, en todos los sentidos. Libre en su relación, su novia nunca vendría a cobrarle lo que fuera. Libre en su trabajo, estaba feliz haciendo sus películas y trabajando exactamente con lo que le gustaba y con personas que le caían bien. Desde que dejara Televisa, se sentía realmente libre. Su consciencia estaba libre.
Pero hoy algo parecía quitarle esa libertad por la que tanto había luchado. Y sabía exactamente porque se sentía así. Pero ¿cómo habría podido decirle no a Pedro Damián? ¿Además cuándo estaba tan ilusionado el productor con lo que andaba tramando con Universal Music?
Aunque ya no quería nada que lo relacionara a Televisa, Alfonso sabía muy bien que lo que fue RBD tenía una fuerza enorme sobre todo lo que era y todo lo que sería su carrera, siempre. Y no era como si no estuviera agradecido a la vida por la oportunidad que tuvo de ser parte de aquel grandioso proyecto. El grupo y la novela lo habían puesto en otro lugar como artista, como actor y también como persona. Había conocido a tanta gente, había visto tantas culturas distintas y RBD le había abierto tantas puertas en su vida que, la verdad, a veces se sentía tantito mal por ya no sentirse tan parte de todo aquello.
Solamente por gratitud, especialmente a Pedro, que había aceptado ser parte de aquella loca idea de volver a juntar los seis chavos en un escenario. Pero ya no eran chavos. Eran más que adultos, cada quien tenía sus proyectos y su vida. Nadie podía volver a RBD, casi ninguno quería volver a la banda. Y la verdad era que los años que habían pasado no permitían que aquello volviera tal cual era antes, porque en la vida los momentos son mágicos y preciosos y únicos. Son mágicos y preciosos porque son únicos.
Pero Universal finalmente se había conseguido los derechos sobre la música de la banda y estaban preparados para esta nueva etapa. Darle un poco de RBD a todos los fans que les habían extrañado por todos esos años y a todas las nuevas generaciones que no pudieron probar RBD en vivo y, claro, en seguida iniciar las ventas de los productos del grupo, todo lo que tenían guardado: colecciones de canciones en disco, revistas, álbumes, quizás algunos sencillos. Habría tantas sorpresas, canciones que nunca fueron lanzadas, entrevistas nunca divulgadas, fotos que nunca habían sido vistas y, obvio, sensaciones nunca antes sentidas, porque cada segundo en la vida es único.
Sí, es único. Universal no pretendía traer a RBD de vuelta, volver a lanzar nuevos discos con nuevas canciones o grabar nada nuevo, tampoco pretendía que volvieran a salir de gira, por lo menos no al principio, pero tenían mucho que extraer del grupo todavía, había mucho por ganar con el suceso que fue la banda. La idea que Pedro había propuesto a los seis era apenas una gran fiesta en México, un inmenso salón, un montón de luces, los seis, los productores, mucha música y una pequeña presentación en vivo. No le arrancaría un pedazo a Alfonso ni a ningún de los demás aceptarlo, ¿no? Por eso, Alfonso le dijera que sí, había sido el primero en decirle a Pedro que sí, iba. Casi se arrepintió, pero, la verdad, si alguien deshiciera los planes, como ya había dicho que sí, no sería él el aguafiestas, así que eso estaba bien.
Se habían pasado años desde la primera vez que Pedro propuso el reencuentro. Ya habían pasado muchos meses desde la segunda vez que él les había propuesto lo mismo, pero de aquella vez Alfonso ni siquiera había llegado a contestarle porque ya Christopher Uckermann y Maite Perroni habían dicho que en aquel momento no era posible para ellos. De esta tercera vez, Pedro había hecho las cosas de forma distinta, no intentara reunir todos en una cena entre amigos. Le había llamado a cada uno y salido a cenar con cada uno, hablando ilusionadamente sobre la posibilidad de tenerlos juntos de nuevo, ni que fuera por una sola noche, apenas para unas canciones, apenas para reencender la llama y aquella luz que RBD trajo a tantos fans y a su carrera como productor.
¿Quién tendría el valor de decirle que no? Alfonso no lo tuvo. Christian Chávez ni siquiera pidió un tempo para pensarlo, apenas le dijo que sí, pues apenas estaba rehaciendo su carrera y estaba dispuesto a posponerla un poco para aquel proyecto. Christopher no había pensado en volver a la música de aquella forma, con RBD, le gustaba más su proyecto en solitario, sus presentaciones acústicas... pero tampoco había podido decir no, a final de cuentas era Pedro. Dulce María apenas le había pedido al productor y grande amigo que le diera tempo, no podía simplemente saltar en un proyecto rebelde, pues, aunque Pedro le decía que sería apenas aquella noche, ¿cómo estar segura? ¿Y si algunas presentaciones más fueran necesarias? ¿Si fueran válidas? ¿Y si le gustara? Al final, le había dicho que sí, era una forma sencilla de darle las gracias por haberle hecho la artista que era cuándo le dio la primera oportunidad en una de sus telenovelas. Maite pidió a Pedro que corriera con el proyecto, que a lo mejor para la primera mitad de este año ya estaba bien, porque para el medio de 2016, ¡Dios! Ya tenía tantos compromisos que si le dijera que podía comprometerse, estaría mintiendo. Y había Anahí Puente, más bien, Anahí de Velasco.
Muchas veces Anahí había dicho que si le dijeran que volviera a RBD, se ponía la falda y la corbata y ya estaba. Y no había mentido. Adentro en el fondo de su corazón, Anahí sabía lo mucho que extrañaba aquel tiempo, las canciones, las giras, los gritos de los fans, el amor que recibía... de verdad, lo extrañaba, pero su vida era otra ahora. Desde que se había casado, las cosas habían cambiado mucho. Tal vez desde antes de que se casara. Estar comprometida con un político tiene sus ventajas, pero tienes sus problemas también, el principal era el hecho de que tenía que acompañarlo a todo. No que a ella no le gustara, lo contrario, era increíble estar tan cerca de la gente. Para ella a quién siempre le encantara la gente, era casi como volver a ser cantante. Podía tocar corazones, podía inspirar a muchas personas, pero de una manera distinta. Pero tampoco era todo una maravilla. Todos los días, iba a dormir preguntándose cuando Dios le concedería la bendición de que su día tuviera 40 horas, tal vez más, porque quisiera poder estar en casa, quisiera ayudar a Manuel en su agenda, quisiera poder componer canciones y grabarlas, quisiera pronto salir de gira, quizás también hacer una nueva telenovela, ¿Por qué no, verdad? Pero no le daba tiempo.
Mismo con todo eso, entre pláticas y conversaciones con su esposo, decidió que era posible hacer parte de aquello, no sabía muy bien que iba hacer si aquella noche se volviera en algunas grabaciones o quizás en otras noches, pero quería hacerlo, más que todo necesitaba hacerlo, su corazón le pedía a gritos: dile que sí, dile que sí y ella lo oyó. Con todas las canciones de su nuevo disco ya grabadas y todo listo para el lanzamiento de los nuevos singles, lo único que faltaba era la magia de RBD y sentía que aquello podría traerle de vuelta a ella misma y acercarla más a los fans que tanto extrañaba.
Seis veces sí, seis voces que dijeron sí, seis voces y un coro de miles de fans que lloraron y sonrieron al saber de la noticia. Un montón de corazones que ya no aguantaban tanto extrañar los mejores momentos de su vida. No había como no cederles. Aunque cada quien tenía su vida y su carrera, era apenas cuestión de navegar en Google o en sus redes sociales para que estuvieran seguros que habían tomado la decisión cierta. Aquellos miles de sonrisas y lágrimas de felicidad valían mucho más que una nueva canción, un nuevo disco, una nueva novela, una nueva película. Aquella noche, los seis volverían a encontrar aquellas sonrisas, a sentir aquella adrenalina. No, no harían un concierto, era una promocional de lo que Universal pretendía hacer con lo que fue RBD. Estarían allá los productores de RBD, gente de la disquera, la banda y unos cuantos prestigiadores. Y aunque la fiesta sería privada, cada uno de ellos sabía que ahí estarían fans. Todos los que iban tras un amigo de una novia de un sobrino de un hermano de la esposa de un tío que nunca habían visto en la vida, pero con el que conseguirían que pusiera su nombre en la lista y el nombre de un amigo u otro. Y no solamente fans de México, pero muchos fans de otros países, que ya sabían que muchos estaban en el país por ocasión da la promocional: fans de Brasil, fans de Europa, fans de Venezuela, Bolivia, Colombia, Argentina, Chile y tantos otros lugares

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(A&A) | Segundo Amor ✓®
RomanceAnahí y Alfonso se hicieron los tontos por muchos años, ocultando las ganas que tenían el uno del otro y esto había sido muy difícil para ellos. Pero más difícil fue lo que vino cuando decidieron por primera vez dejarse llevar y aprovechar lo que se...