33

476 28 0
                                    

No es así de simple, Poncho – susurró.
Y entonces ¿Qué? – preguntó desilusionado – Anahí nada contestó – entonces ¿Qué, Any? ¿Qué onda con nosotros? ¿Con esto que tenemos o que creo que tenemos?
Poncho, acabamos de volvernos a hablar… nos habíamos desaparecido uno de la vida del otro.
Pero aquí estamos. No importa que hemos estado distantes. No importa porque lo que sentimos no cambió ni por un segundo en estos años que estuvimos alejados.
Ya lo sé – Anahí gimoteó en un tono un poco agresivo – yo lo sé perfectamente. Estuve ahí, sintiendo todo esto, todos estos años, Alfonso. Pero no-es-así-de-simple – habló en pausas.
En ningún momento pensé que sería simple, claro que no, pero, aquí, entre nosotros, existe algo de verdad. Queremos estar juntos, estamos juntos, ¿no estamos? – Anahí no contestó – te voy a preguntarlo claramente, Anahí, ¿quieres estar conmigo o no?
¿Qué crees? ¿Crees que te hice el amor y he estado como niña enamorada y feliz estos días, por qué?
Porque quieres estar conmigo, claro, yo lo sé, lo veo y lo siento. Lo que no entiendo es por qué diablos sigues diciendo que no es fácil, que no es simple, que no entiendo de las cosas de tu vida. Yo me estoy esforzando, Any, por entenderte y por estar a tu lado.
Poncho... - susurró - cuando te digo que no es así de fácil es porque no lo es. Estamos viviendo un sueño, esto no es nuestra vida. Tú y yo, en ciudad de México, a unos días de hacer una presentación con RBD, esto no es la vida real. Esto es una oportunidad que Dios sabe porque nos dio la vida. Para estar juntos otra vez, para sanarnos tal vez, pero esto no va a durar.
¿Cómo? – preguntó atónito.
Yo vivo en Chiapas, Poncho. Tú vives en Estados Unidos. Yo tengo un esposo y tú tienes una novia – Alfonso la esculcó con la mirada, sin entender donde quería llegar con aquella plática - ¿hacia dónde iremos con esto? – Alfonso no supo que contestar – platiqué con Chris sobre nosotros y él me dijo “déjate llevar, aprovecha la chance que tienes con Alfonso, tú lo amas”, pero ¿hasta cuándo? No somos adolescentes, tenemos nuestras vidas, tenemos responsabilidades, no es como si pudiéramos dejarlo todo y huir lejos a vivir lo que sentimos. En la vida real esto no funciona.
¿Qué pasó contigo? – finalmente habló Alfonso, en voz baja - ¿Qué pasó que mató tu fe, tu esperanza, tu manera de ver el mundo desde la mirada de una niña? ¿Qué pasó con lo que siempre decías de que el amor y los sueños siempre son posibles y que siempre vale la pena luchar por ellos? ¿Cuándo dejaste de ser aquella niña guerrera y te volviste una mujer de zona cómoda?
No sé – lloriqueó – pero no me juzgues. Y tampoco me hables de zona cómoda, porque yo nunca estoy cómoda, esto es un tormento. No es fácil vivir una vida que te apunta que tus sueños no son probables, no son posibles y que tu grande amor no es posible de vivirse. Y todavía más difícil es olvidar esta cruda realidad y creer.

(A&A) | Segundo Amor ✓®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora