(A&A) | Segundo Amor ✓®

Cap 2

Alfonso se levantó de la cama, sintiéndose mucho mejor por pensar en cuanto los fans merecían aquel momento, aquel reencuentro. Ninguno de ellos podía negar que sería raro volver a cantar los seis juntos, Alfonso ya no cantaba y los demás sí lo hacían, pero tampoco estaban acostumbrados a compartir el escenario, muchas voces, mismo cuando lo habían compartido por tantos años, de esta vez sería diferente. Tal vez sería lo mismo, pero es que las sensaciones... estas nunca se repiten y hacen que actúes distinto en el escenario a cada día. Los seis esperaban que ese distinto fuera algo bueno. Alfonso y todos los demás se estaban esforzando para que todo fuera maravilloso.

Habían tenido ensayos. Por casi un mes venían ensayando. Cada quien tenía sus horarios, la verdad era que nunca habían estado los seis juntos en los ensayos. A él, por ejemplo, le había tocado Maite e Christopher un día que estaban libres, otro ensayó solo y otro lo compartió apenas con Christian. Pero hoy estarían todos juntos, por eso se levantara temprano. Dentro de una hora debía de estar con los cinco y con Pedro para hacer un corto ensayo y hacerle un chequeo al espacio, posición de las cajas de sonido, escenario para ver qué tal bailarían y no sé cuántas cosas más.

A la hora marcada, estaban todos allá, bueno, no todos la verdad. Anahí y Christian todavía no habían llegado. Pedro comentó cualquier cosa de que ellos vendrían juntos y que seguro Anahí no había podido despertarse temprano. Todos se rieron. Alfonso sonrió. Any hacía berrinche cuando teníamos que despertar temprano, comentó con todos. Se rieron otra vez y los dos finalmente llegaron.

- ¿De qué se ríen? - preguntó Chris - ya les alegré el día, ¿verdad?

De lo feliz que andaba Christian por eso de presentarse con sus excompañeros de grupo, todos se contagiaron al instante. Maite y Christopher le habían venido a abrazar a Anahí y apapacharla porque extrañaban a su hadita. Ella les correspondió con la dulzura de siempre y luego se fue al otro lado a hablarle a Dulce y a Poncho.

- No te puedo decir roja, ya que ya no traes el pelo rojo - comentó con cara de niña tímida - no sé cómo llamarte.

Dulce la miró y las lágrimas se le llegaron a los ojos, pero solo tantito porque las contuvo. No se acordaba cuándo había sido la última vez que había podido estar con Anahí, platicar un rato, abrazarla, llamarle "Any bebe". Quiso echarle la culpa, pero la verdad no sabía quién se había alejado más, quizás las dos lo hubieran hecho. Pero la extrañaba. Dios, como la extrañaba.

- No me tienes que decir nada - le dijo Dulce al oído de Anahí, abrazándola - o a lo mejor, sí, dime "hermana".

Anahí la apretó entre sus brazos, se sentía tan bien el abrazo de una amiga.

- Perdón por la distancia - pidió la pequeña - no sé si fuiste tú o yo o las dos, pero te extrañaba.

- Ya no hay que pedir perdón - contestó Dulce - aquí estamos, es lo que importa.

Anahí y Alfonso se miraron rápidamente, hicieron mención de hablarse, sus bocas se abrieron y cerraron un par de veces, pero lo único que al final se oyó fue el buenos días que salió de los labios de Anahí y ni siquiera hubo un "¿cómo vas?", porque Pedro ya les había dicho que pusieran sus aparatos para que se pudieran oír mientras ensayaban y Christian había venido a abrazarle a Alfonso.

Era mañana de miércoles y la fiesta el viernes de la siguiente semana estaba más cerca de que la nerviosidad y ansiedad de los seis y de todos los fans podía aguantar. Pero todavía ensayarían esos tres días, miércoles, jueves y viernes por la mañana y también la semana siguiente tendrían ensayos en los mismos días y horarios. Pedro había dicho que tenían que estar perfectos para aquella noche tan especial, porque ellos se lo merecían, los seis merecían aquel recuerdo, los miles de fans también lo merecían. La verdad era que todo el mundo merecía revivir un poquito del fenómeno que fue RBD.

El ensayo corrió tranquilo. Unos calentamientos para las cuerdas vocales, agua en temperatura ambiente, té casi frío, apenas para que se les calentara la garganta un poco y luego Dulce, Maite y Anahí estaban arriba del escenario, pasando pequeñas partes de Enséñame y Otro Día Que Va. Abajo Pedro las miraba con adoración, sus niñas habían crecido, las voces habían cambiado tantito, estaban más roncas y maduras, pero sonaban igual de hermosas juntas.

Los chavos subieron al escenario en seguida pero no para cantar apenas los tres, la verdad se pusieron allá los seis, Christian junto a Anahí le dio inicio a Sólo Quédate en Silencio y Dulce se juntó a ellos cuando llegó su momento de cantar. En el estribillo todos cantaron juntos. Aunque quizás no quisieran admitirlo sonaban muy bien juntos y se sentía muy bien estar arriba del escenario con aquellos compañeros de tantos años. Especialmente cantando aquella canción que tantos recuerdos les traía. Dios... ¿Ya cuántos años habían pasado?

Once años. Once años desde el principio de Rebelde, de la grabación del primer disco, de la grabación de esta hermosa canción. Dulce todavía sentía muy viva la sensación de excitación por el principio del nuevo proyecto... casi podía sentir como si estuviera empezando las grabaciones de Rebelde nuevamente. ¡Y que bien se sentía aquello! Christopher la miró de lejos, pues estaba al otro lado del escenario. Se veía bien con el pelo castaño. Sonreía, mientras cantaba. Ya en otra canción estaban cuando Christopher sintió como Dulce se le acercaba.

No sé cómo fue que tú llegaste a mí, el destino es así, cantó Christopher.

Canta en lugar de Chris, Dul, pidió Pedro. No sé cuánto pero siempre te esperé, tal y como lo soñé.

Ahora Maite, sugirió él. Y hoy estás aquí. Y jamás te dejaré partir para poder vivir.

Era bésame sin miedo. Pedro iba haciendo unos cambios y los seis se asustaron tantito. Ya hacía mucho tiempo que no cantaban juntos y que no cantaban aquellas canciones y ¿aparte cantar un pedazo al que no estaban acostumbrados? Pero las cosas parecían ir bien. Caminaron por el escenario, bailaron tantito, oyeron como sonaban sus voces... la verdad, iban bastante bien. Aunque Alfonso no estaba na confortable en volver a cantar, porque cantar nunca había sido lo suyo.

- Ok, está bien. 15 minutos descanso. Agua natural, té, silencio y quiero que elijan una canción de RBD, puede que se la canten solos o con otros o con todos, pero elijan una. No piensen en nada que no sea ustedes mismos. Una canción que les haya marcado. Una canción que todavía les inspire día a día, que les acuerde la esencia de lo que fue RBD en sus vidas.

Anahí bajó del escenario con la ayuda de Christopher. Se sentaron a un lado y se comieron unas galletas mientras tomaban un poquito de té.

- Oye - comentó él - traen todas el mismo pelo.

Anahí se rio naturalmente. Maite traía el pelo más oscuro en su totalidad, pero bajaba en castaño claro en la frente y en los lados de su rostro. El pelo de Dulce daba pequeñas vueltas y caía sobre sus hombros hasta llegar a sus senos en tonos de castaño claro y oscuro. Entre todas, Anahí era la que traía el pelo más claro, pero también en tonos de castaño.

- Se ve que no entiendes de pelos - comentó ella, entre risas.

- Ah ¿no? ¿Qué hay de distinto?

- Todo... los colores sí se parecen a lo mejor, pero el corte es distinto, los tonos son distintos, el vuelo. Todo.

- Ni siquiera sé en qué se diferencia un cabello de acuerdo con su vuelo - Anahí volvió a reírse - oye, ¿cómo va todo?

- Muy bien - sonrió ella - entre Rumba y Boom Cha, mis loquitos me hicieron ver cuánto me aman, a veces quisiera darles más de mí, ¿sabes? Pero no se puede, digo, tengo tanto por hacer.

- Pero ¿estás feliz?

- Sí - contestó sonriendo - Sálvame sigue creciendo mucho y finalmente tengo la oportunidad de poner todo de mí en el proyecto que me ilusionó tanto por tantos años.

- Me alegra - sonrió él, abrazándola - la fundación sí, pero tú... no has crecido un centímetro.

- Maldito - Anahí le cacheteó un hombro, mientras seguían riéndose.

- Y sobre la canción, ¿ya has pensado?

- No tengo que pensar - retornó ella - lo tengo muy claro en mis recuerdos.

- ¿Quién viene primero? - preguntó Pedro - a cantar su canción.

- Voy yo - dijo Anahí prontamente