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Como Anahí seguía sin contestarle, su madre siguió con las preguntas.

- ¿Fue con Alfonso que saliste a cenar la semana pasada el jueves y el viernes? – Anahí no contestó – pasaste la noche de viernes con él y no con Chris y Mai, ¿verdad? Después de todo lo que pasó entre ustedes, hija, después de lo mucho que cambió tu vida ¿Qué piensas estar haciendo? ¿Dónde tienes la cabeza?
- Mamá – le dijo en voz baja – ve, Poncho se equivocó, me lastimó; pero yo tampoco hice todo como debería. Nunca la culpa es de uno solo, tú lo sabes bien.
- Así que no lo niegas: sí, estás con él – constató su madre - ¿Cuándo fue eso? ¿Qué fue lo que cambió si cuando inventaste esto de casarte con Manuel me dijiste que estabas dispuesta a rehacer tu vida con él? Ya sabía yo que eso de regresar con RBD para esta promocional acabaría en esto, la verdad creo que lo hiciste porque querías volverlo a ver, ya que por iniciativa de los dos nunca se iban a ver.

Anahí se levantó, dejando su maquillaje todavía por acabar, tomó las manos de su madre y se acercó a ella.

- Fue hace poquito, mamá, y sí fue por lo de RBD, porque si no fuera por esto, quizás nunca nos hubiéramos vuelto a ver en la vida como tú dijiste. Y este sentimiento nos iba a seguir matando día a día. Pero nos volvimos a encontrar y el sentimiento sigue aquí y, sé que no es lo más simple de entender, tampoco es simple de vivirlo, mamá, pero estoy cansada de huir de este sentimiento, de huir de mi misma. Estoy tan cansada.

Viendo como Anahí empezaba a llorar, su madre la abrazó por largos minutos.

- Mi amor, tengo tanto miedo por ti. Ve donde te metiste, hija… hay tanta gente mala en este mundo y en el mundo de la política es todavía peor… si alguien se llega a enterar que estás saliendo con Poncho, sabes cómo esto acabará – Anahí lloriqueó bajito – eres grande, Any, tú y Poncho, tú sabes que a él lo quiero muchísimo y por mí te hubieras casado con él en primer lugar, ustedes dos deben de saber lo que hacen, pero, por el amor de Dios, ten cuidado, trata de hacer las cosas bien. Y si eso es lo que te hace feliz, ve la manera de arreglar las cosas y quedarte con quien amas, pero arregla las cosas antes, Any, no te metas en problemas mayores, si eso sale en los medios de comunicación, ya sabes lo que causarás a Manuel, a su trabajo como gobernador, a todo el estado de Chiapas y a tu historia, mi amor, todo lo que construiste como cantante, como actriz, como mujer…

Todavía en silencio, Anahí dejó que se le cayeran más lágrimas.

- Shhh, no quiero hacerte llorar – le dijo su madre, abrazándola – además vas a borrar ese lindo maquillaje que te estabas haciendo.
- Yo también tengo miedo, mamá – confesó ella – pero no sé cómo salirme de esta vida en que me metí… me estaba acostumbrando a ella cuando regresó Alfonso y me hizo cuestionar si esta falsa tranquilidad de un matrimonio estable es lo que me haría feliz, no sé explicarte, mamá, pero tú me conoces, yo siempre fui chispa y Poncho me enciende. No es algo sexual, es distinto, lo que siento por Poncho y cuando estoy con él, me siento viva, mamá.
- Yo lo sé… te veo llorar, pero el simple hecho de que estás viviendo ni que sea por unos minutos lo que quieres y entregándote a quien en verdad amas, eso te da un brillo a los ojos, un brillo que siempre me encantó. El mismo brillo que traes cuando estás arriba de un escenario.
- Sí, ¿verdad? A esto también lo extraño, estar arriba del escenario… no sabes cuánto, mamá. No sé… cuando empecé las cosas con Manuel, no pensaba que esto me llevaría a este camino sin vuelta. Estoy más cerca de la gente y me encanta lo que hago con la fundación, pero nunca pensé que por la política tendría que dejar lo que más amo para hacer lo que hago hoy. Tú sabes por qué no sacan mi disco de una vez, ¿no sabes? – su madre le indicó que sí con la cabeza – todos mis fans dicen que los dejé, que ya no quiero cantar, siguen pensando que no sacan el disco porque no lo puedo promocionar, y esto es verdad, pero no porque me falta tiempo, mamá, porque dejaría a un lado todo lo que hago para salir cantando por el mundo, pero no puedo – empezó a llorar – tengo tanto miedo, me siento encerrada en esto.
- Por esto, mi amor, es precisamente por esto que te digo que tengas cuidado. Esto puede ser muy peligroso para ti y para Alfonso también. Por favor, ten cuidado, piénsalo bien, no te arriesgues tanto. ¿Poncho ya sabe todo? – Anahí volvió a bajar los ojos al suelo, sin respuesta a aquella pregunta – hija, si vas a mantener esto que empezaste con él por lo menos que seas honesta con él para que sepa dónde se está metiendo. Y también con Manuel, ustedes dos están juntos en esto, lo que te cause problema a ti, le causará problema a él y viceversa. 
- Ya lo sé, mamá, pero te juro que no sé cómo hacerlo… ¿Cómo es que le voy a explicar todo lo que significa mi matrimonio con Manuel? ¿Cómo es que voy a decirle la verdad sin hacer que se aleje de mí ya para siempre? No quiero perderlo, mamá. No quiero perderlo otra vez – su madre la abrazó fuertemente – ayúdame.
- Ve – le secó las lágrimas – termina de arreglarte, arregla ese maquillaje que ya lo deshiciste todo y ve a divertirte con Poncho. Voy a pensar en algo para ayudarte, soy tu madre y las madres siempre sabemos cómo ayudar a nuestros hijos – Anahí sonrió.
- Gracias, mamá, de verdad, gracias. Yo siempre metiéndome en problemas y tú siempre para apoyarme.
- Juntas hemos pasado por tantas cosas, ¿no? Cada problemón enfrentamos y aquí estamos para contar la historia. Con este no será diferente, te lo prometo.

Anahí respiró un par de veces sintiéndose más tranquila al hablar con su madre, luego se terminó de arreglar y dentro de unos minutos ya estaba en el coche con Alfonso. Mientras que en su casa, su madre se había sentado en la terraza y tomaba una taza de té, acordándose de la plática con su hija. Las madres siempre sabemos que hacer. Tal vez cuando un hijo se lastima mientras está jugando o cuando sufre por su primer amor, pero aquello era problema de adultos y Patricia no estaba ni un poco segura de saber cómo ayudar a su hija, lo único que sabía era que nunca la dejaría sola.

(A&A) | Segundo Amor ✓®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora