Rumores [Miraculous Ladybug Fanfic]

《Preparativos de la musa》

La mañana siguiente llevarían todo lo necesario para la pijamada que se llevaría a cabo en el edificio escolar y esa misma noche dos jóvenes en sus respectivos hogares estaban arreglando sus cosas.

Por una parte, Marinette se encontraba muy nerviosa sobre qué cosa debía de usar, pues pasaría toda la noche con sus amigos y el chico del que llevaba enamorada desde que había entrado al instituto. También no debía de olvidar que estaría Chloé, alguien que no se encontraba muy feliz de su actual relación con Adrien.

– Mejor llevo doble tanda de ropa. – Se dijo a sí misma mientras guardaba otra muda de ropa.

Suspiró mientras metía otros artículos de uso personal en su mochila, la verdad es que no le agrada el tener que "cuidarse" de lo que esa rubia le pudiese hacer, era un poco tonta esa actitud. La verdad no tenía por qué temerle, pero tampoco era muy genial estarle enfrentando por cualquier tontería que ella hiciera. Su actitud caprichosa e infantil no debía de hacerla molestar y mucho menos debía de rebajarse a lo que ella hacía.

Ya que tuvo listas todas sus cosas bajó a comer algo con sus padres que ya la esperaban para cenar.

– Aquí está tu cena, hija.

– Gracias, Mamá.

– ¿Ya tienes todo listo para mañana? – Volvió a hablar Sabine Cheng.

– Sí, sólo mañana meteré lo que usaré temprano.

– Muy bien. Si se te olvida algo o necesitan cualquier cosa puedes llamarnos y no dudaremos en ir. – Intervino su padre.

– Si, gracias. – Tomó un sorbo de malteada de chocolate. – No se preocupen, estaré bien.

– Bueno, no olvides llevarte lo que tu madre y yo te prepararemos.

– No, procuraré no olvidarlo. Sino, tendrán que llevármelo. – Rio un poco la jovencita.

– Tienes ventaja que vivamos tan cerca de tu escuela. – Le habló su padre al levantarse y revolviendo un poco su cabello. – Por cierto, ¿cómo se encuentra tu amigo Adrien?

– Ah bueno... – No se esperaba eso, así que ocultó el sonrojo de su rostro agachándose para ver directo a su plato. – A estado ocupado con lo de los diseños.

– Espero que pronto podamos verlo por aquí.

– ¡Mamá!

– Es un chico bastante dulce y ustedes se llevan muy bien. – La mayor tomó asiento junto a su hija, bebiendo un té de jazmín. – Sería bueno invitarlo a comer un fin de semana.

– Supongo... – La idea era muy linda, le hacía pensar en que si estuvieran juntos sus padres los apoyarían. – Él es bastante agradable. Me gustaría mostrarle mis diseños también.

– Bueno, hija. – Intervino Tom Dupain. – ¿Qué te parece si pasan el domingo en tu cuarto y se come aquí?

– ¡Sería excelente! – No dudó en abrazar a sus progenitores.