Rumores [Miraculous Ladybug Fanfic]

《Tarde de compras》

Marinette había asistido a una pequeña reunión sobre la universidad, ahí le otorgaron la lista de cosas que manejarían a lo largo del semestre, cosas que debía asegurarse de tener, por lo que esa misma tarde estaba yendo de tienda en tienda con su novio y sus respectivos guardaespaldas.

La situación entre los dos chicos había mejorado mucho gracias a lo que Demian le había mostrado, pero eso no estaba deteniendo a la morena, ella seguía escribiendo sobre las supuestas mentiras de su relación. Sabía perfectamente que lo que ella obtenía eran visitas y publicidad, al parecer eso era lo único que le importaba, ¿generaría dinero con todas esas cosas? Bueno, no importaba.

¿Había alguna forma de detenerla? Tal vez citarla y hablar los tres podría ser una opción, hablando se deberían de entender o por lo menos eso le permitiría a la chica notar cómo era la verdadera relación que ella y Adrien llevaban.

– ¡Mari!

– ¿S-sí?

– ¿Estás bien? – El rubio se mostró preocupado. – Pareciera que estás molestas.

– Bueno... Sí, un poco.

– ¿Pasó algo malo en la reunión?

– No, no tiene que ver con eso. – La chica giró a ver a Demian. – Es sólo que...

– Creo que la señorita está molesta con Claris Juvet. – El trabajador no se iba a quedar de brazos cruzados. – La que lo besó a la fuerza.

El jovencito se tensó enseguida, haciendo sonar las bolsas que él cargaba. Su pareja sabía perfectamente que no le agradaba recordar eso, se sentía demasiado incómodo.

– Y-ya veo...

– Me gustaría que habláramos con ella para que esto se solucione lo antes posible. – Se detuvo en el medio de la calle y sostuvo el brazo de su chico. – Por favor, hablemos con ella. Sé que comprenderá las cosas mejor que... Tú sabes, el problema anterior.

– Claro. – Besó la mejilla de la chica, aceptando. – Mientras más pronto mejor, ¿no?

– ¡Sí!

– Será mejor que me lleve las bolsas. – Intervino el castaño. – Por favor, continúen su ruta junto a Samuel.

– ¡Claro! – Respondieron animados al unísono.

El guardaespaldas tomó lo que llevaban sus tres acompañantes y enseguida avanzó a la esquina para girar. Apenas le dejaron de ver suspiró pesadamente. Quería que esta situación se solucionara lo más pronto posible y que nada malo pasara. Realmente no conocía a Claris y estaba seguro que ella no iba a querer hablarle si descubría que eran medios hermanos.

– Empiezo a creer que esta es mi culpa.

Se sentía mal por los chicos. Aún si fuesenfamosos o cualquier cosa, no merecían el acoso y las malas palabras de alguienque en realidad no los conocía, alguien que estaba enojada con el mundo a causade las malas decisiones de otros.