19

241 33 19
                                    

19. Estallido.

Béatrice llega a mi casa en cuestión de media hora junto a su madre, Alizée.

Dos besos rápidos en la mejilla a cada una y rumbo al sofá. Alizée no se da cuenta de la gran tensión que hay entre su hija y yo, pero es preferible que sea así. Alizée es la típica madre que se preocupa demasiado por las amistades de su hija.

-¿Cómo has llegado a la conclusión de que ha desaparecido?-Pregunta autoritariamente la madre de Béa.

-No ha ido a trabajar y no responde al teléfono-le explico con voz calmada.

Y también porque el padre de François me ha amenazado indirectamente.

Pero eso lógicamente no puedo decírselo.

-Puede ser que tenga asuntos pendientes y no quiere que se le moleste.

-Es una corazonada que tengo, Alizée. Yo...

-Hasta que no pasan cuarenta y ocho horas no se da por desaparecida a una persona-me interrumpe, levantándose del sofá-Si en dos días no ha aparecido, llámame, pero no puedo perder el tiempo de esta forma. Lo siento, Nicole, pero se nos ha multiplicado el trabajo.

-No te preocupes-le digo, disimulando la tensión y controlando otro ataque de nervios-Ojalá tengas razón.

-Sí, sí. Ojalá.

Se va de mi casa pero Béa sigue sentada, observándome con el ceño fruncido.

No sé porqué no se ha ido, pero quiero que lo haga. Ya.

-¿Tengo monos en la cara o algo? Porque la verdad es que no me agrada que estés aquí.

-A François le dispararon por mi culpa.

Eso me pilla por sorpresa, así que la reacción no tengo que fingirla.

Quizás quiera que volvamos a ser amigas y por eso decide contarme la verdad, aunque yo la haya vivido en vivo y en directo...O quizá sabe que François ha desaparecido y me lo cuenta para que la ayude a buscarle a la vez que la perdono.

-¿Cómo que le dispararon por tu culpa? No digas mentiras.

-Te lo juro. Quería saber más sobre Alessia Blake y le mandé para que fuese a la dirección que te dieron y...y...eso.

-Está vivo, por desgracia, así que...Yo que tú no me sentiría culpable.

-No entiendo porqué eres tan fría cuando se trata de él.

-Y yo no entiendo porqué me cuentas esto.

-Porque quiere verte y hasta que no lo hagas no piensa aparecer.

¿Se está ocultando aposta como un niño pequeño solo para que yo vaya a verle?

-Vale, vamos.

-¡Vale! Espera... ¿Qué?-me mira con los ojos muy abiertos, y yo, que ya estoy levantada, le insto para que me lleve junto a él con la mirada-Se supone que te negarías a la primera...

-Pues no ha sido así. Llévame junto a él antes de que cambie de opinión.

Aunque lógicamente no pienso cambiar de opinión. Por culpa de François su padre ha retenido al mío. Por culpa de François me dio antes un ataque de histeria, entre otras cosas.

-Está bien.

Tras pedir un taxi (y por encima tener que pagarlo yo porque a Béa se le había olvidado casualmente la cartera) en cuestión de quince minutos llegamos a la casa de Béa.

Tormento. #VIPAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora