Epílogo.

328 37 24
                                    

Epílogo.

Tres días después de todo lo sucedido, fuimos invitados al funeral de Béatrice. No fue, como es lógico, algo agradable y todos volvimos a rompernos en pedazos por todo lo vivido.

Acabó tras una media hora dedicada solamente a palabras dirigidas a Béa. Cada uno hizo un discurso y yo le dije que la perdonaba. Por supuesto que la perdonaba.

La gente se fue por donde vino. Solamente me quedé yo con Christophe, que está sentado a mi lado, permitiendo que yo apoye mi cabeza en su hombro, justo fuera del cementerio. No nos decimos nada, pero no es necesario. Chris no era muy amigo de Béa, pero aun así estuvieron muchas veces juntos por mí. Algo dentro de él ha muerto tras todo lo que hemos vivido. Algo dentro de mí, también...y creo que ninguno de nosotros se libra de ese pedazo muerto dentro de nuestros corazones.

-Te has librado de un buen tormento, ¿eh?

-Sí, pero...a costa de una vida ajena.

-Yo creo que Béatrice lo haría mil veces más si pudiese. Lo que hizo por salvar a tu primo fue de oro.

-Nunca la olvidaré. Nunca olvidaré ni lo bueno ni lo malo.

-Yo tampoco, Nicole. Yo tampoco.

A pesar de que le he dicho que puede llamarme Alessia, que todos lo hacen ya, él se niega en rotundo porque dice que para él no sería lo mismo. Me conoció con ese nombre, y con ese nombre quiere mantenerme hasta el resto de los días. Dice que aunque Alessia y Nicole sean la misma persona, al oír el nombre de una siente una calidez típica que sientes cuando ves a alguien conocido, que con el otro nombre siente frialdad porque le suena a desconocimiento, y no quiere verme como una desconocida.

Ambos contemplamos juntos el atardecer. Poco a poco, va atardeciendo más tarde, dando así paso al verano, pero todavía no ha llegado y el fresco de la primavera parece querer seguir un poco más junto a nosotros.

Tirito un poco, así que Chris me frota los brazos para hacerme entrar en calor.

-¿Sabes? He roto con Yvette.

-¿Qué? ¿Por qué? ¡Si os queríais con locura!

-Porque he estado pensando en la charla que tuvimos el otro día...ya sabes, por lo del beso. Tienes razón, yo la quiero con locura, te lo comenté en el hospital, pero...quizá no de la misma forma que a ti.

-¿Estás diciendo que yo...?

-¿Me gustas? Sí, podría decirse que sí. Cuando lo estuve pensando, recordé en cómo me sentí cuando tu primo entró a tu habitación, ¿lo recuerdas?

Como para no hacerlo. Se puso de una forma extraña nada más verle, creo que llegué a pensar que parecía celoso o algo por el estilo.

-Descubrí que era por celos, porque no sabía quién era. Hace días lo interpreté como celos de amigo, pero...no. ¿Te gusto yo, Nicole?

-No lo sé-admito-hace dos semanas que corté con François, no puedes pretender que me gustes así de repente...pero sí que podría haber tenido sentimientos por ti desde hace tiempo. Unos pocos, pero...

Me calla con un beso. Consciente de que esta vez sí que es real y de que no es un sueño, se lo sigo. Me abalanzo sobre él y caigo encima. Corto el beso y le miro fijamente a los ojos. Ambos empezamos a reírnos como si fuésemos unos críos y entonces lo comprendo.

Puede que lo haya pasado muy mal en el pasado. Puede que hayan intentado atormentarme, y que quizá lo lograsen, pero el presente se me escapará de las manos si sigo pensando en él. Debo pasar página, y debo empezar con Christophe.

Porque algo sí que sé; el tiempo corre. Y si no empiezo a valorarlo a partir de ya, puede que, cuando me arrepienta, sea demasiado tarde.

Tormento. #VIPAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora