Narra Ela
-Gracias por acompañarme Santi- besé a mi mejor amigo.
-No tienes porqué agradecer pequeña.
-Hubiera querido que mis padres estuvieran aquí al igual que mi nona- bajé la cabeza haciendo un puchero.
-Pronto los verás- me abrazó.
-Siento que no me quieren, es la única explicación por la cual desde pequeña me metieron a un internado para mujeres y ahora que me gradué no acudieron- suspiré- si no fuera por ti y por mi nona no sabría qué hacer.
-Ya no pienses en eso pequeña.
Llegamos a un camión de comida en forma de un puerquito, compramos unos paninis, íbamos caminando por las calles de Chicago, ya estaba oscureciendo, pasamos por una calle poco transitada para cortar camino, las luces de una camioneta nos deslumbraron, dos tipos salieron, eran un tipos pálidos, caminaron hacia nosotros sacando unos colmillos, me quedé en pánico.
-Atrás de mi Ela- Santiago me empujó para que quedara detrás de él- ¡Váyanse!
-No nos iremos de aquí perro faldero, solo la queremos a ella, si sabes lo que te conviene hazte a un lado.
-Tu no vas a venir a decirme qué hacer, es mejor que se larguen de aquí.
Todo pasó muy rápido, los extraños saltaron sobre nosotros, Santiago me aventó y se convirtió en un lobo. El lobo le rasgó la garganta a la uno mientras le arrancaba la cabeza con su hocico. De un momento a otro se escuchó un crujido y el lobo se convirtió de nuevo en mi amigo.
Santiago venía caminando hacia a mi, yo retrocedía hasta que choqué con un carro, Santiago tomó mi teléfono que traía en mi mano.-Santiago ¿Qué ha pasado que es todo esto?- él me hizo una seña para que guardara silencio- No me voy a callar... Santiago mierda necesito que me expliques por favor...
-Señor, la han encontrado, ya no está segura aquí... Si lo mejor es que la lleve a la manada ella me vio convertirme... Si no se preocupe yo la protejo- finalizó la llamada y me devolvió el teléfono- nos tenemos que ir- tomó mi mano y me jaló a la camioneta de los tipos que ahora estaban muertos.
-Santiago ¿Qué está pasando? Acabas de matar a dos hombres...
-No eran hombres, eran vampiros y si no los mataba ellos te mataban, debemos de salir de Chicago ya no es un lugar seguro para ti...
-Santiago... Santiago espera estas desnudo... - no puede evitar mirara para abajo- ¡Oh Dios mío Santiago! La tienes muy grande...
-Ela- se cubrió su amigote y le quitó los pantalones a un tipo de los que había matado- perdón...
-Ahora comprendo porque tenías tantas chicas cada noche....
-Ela no digas esas cosas- sus mejillas se sonrojaron.
-Tengo muchas dudas Santiago.... ¿Qué es lo que está pasando?
-Pequeña... No sé cómo empezar... Solo te puedo decir que en el mundo no hay solo hay humanos, también habemos hombres lobos, vampiros, brujas, sanadoras, híbridos....
-Eso lo puede entender cuando te convertiste en perro...
-Hey yo no soy un perro...
-Esta bien...
-Tu también lo eres.....