Capítulo 13

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Nicolás se había ido con los otros alfas de las manadas cercanas, todos estaban recorriendo el lugar, verificando que no hubiera alguna amenaza, pero la amenaza no estaba afuera, dentro del territorio de manada de Nicolás, en su casa, Ella se despertó por un ruido, asomó la cabeza por la puerta, miró del corredor y no vio a alguien, se dirigió a la ventana y vio una silueta por los arbustos, bajó por las escaleras, buscó a la nana de Nicolás, estaba a punto de subir las escaleras.

-He escuchado ruidos en el almacén de la cocina- susurró su nana, una muchacha más joven estaba detrás de la señora, temblaba.

—Iré a ver, ustedes quedénse aquí- Ela no tenía miedo.

—No Luna, nosotras vamos con usted- Ella si asintió con la cabeza, cuando abrieron la puerta para ir al jardín, vieron una silueta corriendo, otra le siguió, y después de esa otras. Después de unos segundo en completo silencio, nadie se movía, nadie decía nada, casi nadie respiraba.

Unas personas pálidas, tomaron  a la nana y a la joven y las tenían tomadas por sus hombros, un hombre se acercó a Ella, no la tocó sólo sentía su respiración en su cuello.

—Váyanse antes de que llegue el alfa- habló Ela.

El hombre que estaba detrás de Ella, posó sus dedos por el cuello de esta, hasta tomar su cabello y olerlo.

—Delicioso- puso un brazo por la cintura de Ela- Cuando llegue tu alfa, tu ya no estarás aquí- les dirigió una mirada a otros hombres- ya saben que hacer- dicho eso, sus colmillos se hicieron más grandes y los clavó en el cuello de Ela, ella gritó muy fuerte al sentir como el veneno se intducia ken su organismo. Unos hombres con los ojos rojos como la sangre, se acercaron a la señora y a la joven, algo tenía la mirada de esas perosnas que hicieron que se desmayaran las dos mujeres, Ela todavía no perdía el conocimiento, veía como las otras mujeres se retorcían de dolor mientras perdían el conocimiento, Ella no podía hablar, el veneno le impedía hablar, también moverse, Zarina, su loba también estaba durmiéndose.

Un hombre que durmió a una de las mujeres, se acercó a ella, la vio a los ojos, Ela se empezó a retorcer, pero el vampiro que la había tomado de la cintura antes, la sujeto bien para que no se cayera, sus ojos le pesaban, entre más se resistía más le dolía, así que dejo de luchar, se dejó llevar y por fin estaba cerrando los ojos, haciendo que el sueño se apoderara de ella.

Los vampiros cuando vieron que Ela ya estaba inconsciente, el vampiro que lideraba todo, cargó a Ela, ordenó que llevaran a las mujeres a la entrada y que ahí las dejaran, para cuando llegara Nicolás el se enterara de todo lo que había pasado.

Mi MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora