Capítulo 3

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Narra Ela.

Mi pecho aún me dolía, sentía inquietud en mi interior, solo deseaba regresar a Chicago con Santi.

-Claro que si Alpha, vente pequeña- tomé la mano de Santi y me abracé a su brazo.

-¡Suéltala!- gritó el maldito desgraciado.

-No lo voy hacer- dijo Santi poniéndome detrás de él.

-Dije que la sueltes carajo- el mastodonte se acercó a Santiago- ella es mía- pero este se cayó de chiquito y se pegó en la mollera o es bipolar, ¿Qué le pasa?

-Tu la rechazaste, ella ya no te pertenece...

-Claro que si, ella es mía, no aceptó mi rechazo y yo declinó mi rechazo.

No sé lo que me pasó, una ira muy grande me invadió el cuerpo haciendo que me soltara de Santiago, sin pensarlo le di un puñetazo a Nicolás.

-¿Me quieres ver la cara de estúpida? ¿Qué mierda te pasa? Por muy Alpha chafa que seas, no puedes ir lastimando a las personas, pues ahora yo no te quiero a ti- me volteé a ver a Santiago que el trataba de contener la risa- ¿Cómo es esa pedeja frase que dijo?

-¡Ela!- gritó mi padre.

-¿QUÉ?

-No digas malas palabras...

-Pues que este estúpido no salga con mamadas- me cubrí la boca, Santiago soltó una carcajada- además tú hace rato dijiste mierda y se lo merece.

-¡Ela!

-Ahora qué...

-Respeta a tu Mate...

-Yo voy a enseñarle a respetar-dijo el estirado este agarrándose en donde lo golpeé.

-Tu te puedes meter tu respeto por donde te quepa...

-¡Ela!

-Yo ya no te quiero como mate- miré a un tipo que estaba bueno creo que era beta del Alpha- Lo quiero a él- lo señalé- ¿Quieres ser mi novio?

-Alpha yo...

-Cállate Mat...

-No seas mal educado, si él quiere ser mi novio, está en todo su derecho... ¡Suéltame! O juro que te doy una patada en dónde deberían de ir tus...

-¡Ela! - ahora fue mi madre la que me reprendió.

Narra Nicolás.

Quería a mi Beta como novio, aún me dolía mi pómulo del golpe que me dio, pero  me dolía más en el orgullo que ya no me quisiera.

<Pues como quieres que nos quiera si tú la rechazaste, te lo dije estúpido Nicolás>

Llegó su mamá cuando ella empezó a decirme mal educado, la abracé y ella se quería soltar, pero yo la apretaba más, la miré a los ojos y cambiaron de color, eran rojos

-Tus ojos... Son rojos.

-¿Yyyy? A ti qué te importa.

-¿Qué está pasando aquí?- dijo su madre furiosa.

-Su hija es mi mate...

-Yo no soy nada tuyo- dijo queriéndome patear- Tu no quiste ser mío pues ni modo, además ya escogí a otro como mi novio...¡Suéltame!

-Pues tú eres la que se friega, yo decliné mi rechazo ahora y serás mía- la besé ella me golpeaba pero poco a poco estaba tranquilizándose- Eres Mía- sus ojos se fueron  cambiando de color, regresando a su hermoso color avellana.

-Alpha los vampiros están cerca.

-Mierda.

-¡Papá!- todos volteamos a ver a mi pequeña luna- Ah verdad, como tú también dices palabrotas.

-¿En qué puedo ayudar? - dije agarrando a mi Ela de la cintura y pegándola a mi cuerpo para que se le quitara el olor del tonto de Santiago.

-Llévate a Ela, aquí corre peligro, si ya se la quisieron llevar una vez lo harán dos veces.

-Yo la protejo- dijo Santiago.

-Si, yo no voy a ningún lado, yo me quedo con Santi...

-No hija, nosotros te iremos a ver, ahorita necesito a Santiago para qué pelee, por favor Nicolás protege a mi princesa.

-Claro que si Sebastián, con mi vida si es necesario.

Mi MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora