El escenas un poco fuerte y explícitas...
Narra Ela.
Estaba encima de él, le besaba por todas partes, le daba pequeños mordiscos en los labios, mi loba estaba muy inquieta, quería que Dash y Nicolás nos poseyeran, pero yo quería disfrutar de Nicolás completamente.Nicolás trató de quedar arriba de mi, pero no lo dejaba y él sólo gruñía, le quité la ropa de arriba y ya no tenía sus pantalones.
Narra Nicolás.
-No has sido un lobito bien portada sabes... Creo que necesitas un pequeño castigo- dijo mientras movía sus caderas para enfrente y para atrás, tenía una mirada y una sonrisa traviesa.
-¿Ah sí?
-Sip- puse mis manos en su culito y lo apreté, pero ella quitó mis manos y las puso en la cabecera de la cama, sus senos estaban en mi boca, yo aproveché y chupé su seno derecho- No me puedes tocar... Hasta que yo te lo diga... ¿Entendido? Porque sino la diversión se acaba.
-Esta bien... Pero algún día tendré mi revancha...- ella soltó una carcajada y de nuevo me empezó a besar, cada vez que bajaba repartía besos en cada parte de mi cuerpo, llegó a mis pezones, primero los chupó y después los sopló, mi excitación estaba al máximo, Dash estaba realmente desesperado, quería salir y poseerla.
Fue bajando hasta llegar al bóxer, su lengua pasó por encima del bóxer, yo gruñí, Dash aulló,, fue bajando lentamente mis bóxers, mi miembro salió como resorte, vi su cara de sorpresa y como se pasó su lengua por su labio inferior, mi ego aumentó.
-Mmm que rico se ve- yo la miré sorprendido, ¿Cómo puede ser que diga esas cosas y se vea tan tierna?, mis pensamientos se esfumaron, su boca tomó posesión de mi miembro, su lengua se sentía tan cálida al igual que sus manos, Dios lo hace tan bien, sentí su nariz chocar con piel, se lo había metido todo.
-Ela mi amor, me voy a correr.
Ella se despegó, me dio un beso, se montó sobre mi, tomó mis manos y las puso de cada lado de mi cabeza, su sexo rozaba con el mío, sentía su humedad en mi miembro, no puede más, me giré tan rápido que ella gimió.
-Creo que ya fue demasiado castigo el no tocarte hace rato, necesito estar dentro de ti, no me tortures más- ella asintió dándome su permiso.
Tomé mi miembro con una mano y la puse en su entrada, con una embestida entre en ella, apretó su labios para no emitir ningún sonido, sus ojos están cerrados, pero se escapó una lágrima, oh no... Me salí de ella y miré hacia abajo y había una ilesa de sangre.
-¿Por qué no me dijiste que eras virgen?- me iba a levantar pero ella me rodeó con sus piernas.
-Quería hacerlo contigo-me mostró su mirada tierna- por favor no te levantes, quiero continuar...
-¿Segura?
-Si, vamos Nicolás continúa por favor.
Me introduje en ella de nuevo, lentamente y con mucho cuidado, mis embestidas eran lentas y delicadas.
Ela puso sus manos en mis glúteos y me arrimó más con ella.-Más rápido Nicolás, por favor.
Le hice caso, Dash tomó un poco de control, las embestidas se volvieron rápidas y con fuerza, una de mi mano bajó hasta su zona íntima, buscando ese botón, el cual estaba hinchado, con mi dedo lo empecé a masajear, ella se arqueó y gemía muy fuerte, poco a poco sentí como sus paredes apretaban mi miembro, un gran gemido salió de sus labios, anunciando su orgasmo, haciendo que yo también llegue.