Ela se quedó dormida después de hacerla mía, en verdad era hermosa, su cabeza estaba en mi pecho, sus piernas y sus brazos rodeaban mi cuerpo, ya era de noche, mi mente ahora estaba muy ocupada, estaba preocupado por saber que había pasado con la manada de Sebastian y por otra parte estaba muy contento de haber encontrado a mi hermosa mate ¿Cuántos años tendrá? Dios mío y si era menor de edad, ya estaba en un problema... No sé pero me daba una satisfacción saber que mi mate era virgen, que soy su primer y su único hombre.
Unos golpes de la puerta me sacaron de mis pensamientos...
-Alfa... El Alfa Sebastian y su Beta están abajo...- Me habló Matt por detrás de la puerta.
-En un momento bajo...
Con mucho cuidado de no despertar a mi Ela salí de la cama, busqué mi ropa interior, me vestí, me arreglé un poco.
Estaba un tanto nervioso, acabo de hacer mía a su única hija y en unos momentos le voy a estrechar la mano, el Alfa Sebastian, a pesar de su edad sigue imponiendo temor...
-¿Nervioso Alfa?- me dijo burlón Matt.
-Cállate Matt...
Bajamos y fuimos a mi despacho, ahí estaba sentado con Santiago parado a un lado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Buenas noches Alfa- le dije tomando su mano para darnos el típico apretón, pero esta vez no sé si era mi imaginación o en verdad fue así. -Buenas noches- me dirigí a Santiago el solo hizo un movimiento con su cabeza- ¿Tienen alguna noticia?
-Encontramos a los cachorros que se llevaron de tu manada, ya los están revisando los doctores, los vampiros los dejaron en el lago.
-No comprendo... Que bueno que no les hicieron nada, pero entonces ¿Para qué se los llevaron?
-Eso también es lo que no entendemos... pero creemos que solo fue una distracción para adentrarse en nuestros territorios... para qué no estamos seguros- Dice Sebastian un poco enojado, él y Santiago se quedan viendo.
- ¿Pasa algo?
-Creemos que saben el secreto de Ela...
-¿De cuál secreto hablan?- les di un vaso con escoses a cada uno.
-No sé si estabas enterado pero en mi familia había sanadores... Mi madre vio en Ela una parte sanadora -dijo tomándose su vaso de whisky de un trago.
-Pero Sebastian, los sanadores solo han sido hombres...
-Si por eso... Hay una leyenda en donde cada un tanto de años la Diosa Luna le da esa clase de don a una mujer de la manada, eligiéndola así de alguna manera como su guerrera... Aquella mujer no podría convertirse en lobo...
-Entonces Ela no es sanadora... Ella tuvo su convergencia en la tarde
-¿QUÉ? ¿Por qué no nos dijiste?
-En ese momento no puede avisarles... Perdón.
-Pero entonces, Ela estará a salvo...- dijo Santiago acercándose a su Alfa.
-No- dijo Sebastian sentándose en la silla- Todo lo contrario... Si ella se convirtió, según la leyenda ella es la heredera... Y ellos lo saben... MIERDA...-Sebastian golpeo la silla.
-No entiendo... ¿Cómo lo van a saber si solo lo vio tu madre?
-Cuando Ela era pequeña ellos se la llevaron junto a mi madre, solo querían hacerme rabiar y que mi madre predijera algo para ellos... Fue tanta la presión que ella cuando tenía a Ela en brazos soltó la leyenda visión... Por eso desde pequeña la mantuvimos alejada de manda para que así no sintieran su aura ni su aroma.
Santiago se quedaba callado.
-Ahora que haya estado lejos de la manada ha sido contraproducente... No ha sido entrenada como merece, está en mucho peligro...
-No Sebastian, te puedo prometer que nadie le va a ser daño, ella ahora es luna de esta manda, con tu manda y la mía no van a poder tocarla, no se los permitiré. Si se tiene que empezar una guerra pues entonces nuestros guerreros lucharán.
-Lo sé, pero me no quiero que tantas vidas caigan... Aún la podemos mandar lejos...- se dirigió a Santiago.
-Ela hizo examen en las universidades de Yale, Brown, Cambridge...
-No, eso no, ella no se puede ir de mi lado... No dejaré que se la lleven...
-¿Crees que yo estuve feliz de que no estuve presente en su vida? Pero todo lo hice por su bien... En este momento debes de dejar a un lado el corazón y usar tu cabeza.
-Si eso es lo que ha hecho, usar la cabeza- Santiago soltó la carcajada, yo me atraganté y Sebastian se me quedó matándome con la mirada.
-Pequeña- Santiago la cargó y le dio vueltas, yo gruñí.