Capítulo 22

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Corrí con Ela, ella estaba dormida tan tranquila en la cama, me arrodillé a un lado de ella y lloré, lo hice como no lo había hecho, tomé su mano y la puse entre las mías, le había fallado, Dash lloraba, estaba muy dolido, le hemos fallado, lo único que tenía que hacer era protegerla y eso no he podido, tengo que rescatar a Zarina.

-¿En qué te podemos ayudar?- Santiago estaba en la puerta, podía sentir su dolor, sabía que él y Ela son muy cercanos, como hermanos, se tenían uno al otro.

-Quiero que nos cuiden, que me sumerjan en un sueño profundo, al igual que a Ela, que nada nos interrumpa hasta que Dash, mi lobo, encuentre a la loba de Ela.

-Puede ser peligroso Nicolás...

-No Santiago, es la única manera para que Dash pueda salvarla, ustedes nos pueden cuidar, me pueden conectar a algo que regule mi cuerpo... por favor, ya no se que hacer, le he fallado, le he fallado a mi mate, a mi Luna, a mi manada... por favor.

-Yo puedo ayudar- Habló Merlí-por un tiempo trabajé como médico en Inglaterra, yo te cuido.

-Esta bien- habló Simon- que el brujo te duerma.

El brujo me dio un brebaje para dormir, me senté a lado de Ela, tomé su mano, la verdad no me importaba morir, sin Ela yo no veo un futuro.

-Santiago, si no vuelvo, te encargo mi manada- Cerré los ojos, y me dejé llevar, mis ojos se sintieron pesados, y me sumergí en un sueño, mi abandoné mi cuerpo, para que Dash se haga cargo de encontrar a Zarina.

El lugar estaba estaba lleno de neblina, no era como la primera vez que fui a buscarla, los caminos estaban revueltos, me estaba confundiendo, no sabía a donde ir, aullé de desesperación, cerré mis ojos, no iba a dejar que ese vampiro después de muerto siga controlando mi vida, respiré y cerrando me dejé guiar por mis instintos, y caminé, caminé mucho, vi los recuerdos de nosotros dos, eran pocos, pero los amaba, los atesoraba, no sé cuanto tiempo llevaba, yo sentía que era poco, hasta que pude encontrar el lugar que me unía a Zarina y a Ela, entré a ese lugar, todavía estaba dentro del cuerpo de Nicolás, porque cuando entro al de Ela, pierdo un poco las fuerzas, Zarina estaba ahí tirada, hecha bolita, estaba dormida, corrí, estaba feliz de poder encontrarla al fin, le pasé la lengua por toda su cara, ella abrió los ojos poco a poco, empezó a llorar y al escucharla y ver sus lágrimas también yo lo hice.

-Tardaste mucho amor...- me dijo en susurro.

-Lo lamento tanto, les hemos fallado, no sabía como encontrarte...

-Ya me encontraste amor, ya estoy contigo...

-Tienes que volver Zarina, tienes que ayudar a Ela a volver.

-No puedo volver, le han hecho mucho daño, me van a lastimar de nuevo-sus lamentos se escuchaban de nuevo, sus ojos no dejaban de soltar lágrimas.

-No preciosa, ya no lo harán, acabé con ellos, no te volverán a tocar, por favor vuelve, para que todos podamos estar juntos.

Ela se paro con dificultad, su pelaje se veía con sangre, enredado, en algunas partes se veía que faltaba, ella se dirigió a un tipo agujero.

-Te estaré esperando, vuelve por mi.

-Si mi amor así será- le lamí el rostro, la vi desaparecer, pero sentía su conexión.

Abrí los ojos, y empecé a toser, me quité la máscara que tenía en mi boca y nariz, observé a mi alrededor y los vi a todos.

-Nicolás- Simon se acercó a mi- Gracias a la Luna que has despertado, ha pasado una semana. yo me quedé en shock, vi mi cuerpo, estaba a lado de Ela, aun tomaba su mano, pero uno de mis brazos tenía marguera de transfusión, mi pecho tenia unas baldosas que se conectaban a una máquina ¿Cómo puedo haber pasado una semana?








💭💭

NOTA: La mente de los lobos me la imagino como en la película de "Insidius" ("La Noche del Demonio") como cuando la viejita va a la mente o aparece en la mente de los demás para salvarlos, algo así. Espero que me puedan comprender, y no haberlas confundido.

Mi MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora