Agradecía a todos los dioses que su padre no estuviera en su casa, ya que estaba hecho un manojo de nervios mientras esperaba en la entrada de su casa. Daba vueltas como un loco, y estaba preocupado porque los vecinos pudieran estar mirando, porque alguien lo viera salir con Derek o simplemente porque algo del plan saliera mal.
Ya puedes salir
Estoy aquí fuera
Tomó aire y esperó un poco para no parecer demasiado ansioso -pero estaba más que seguro que Derek sabía que estaba muriéndose de ganas de verlo-, y finalmente abrió la puerta. Cerró con llave y caminó hasta el Camaro negro con cristales tintados que había en la calzada.
Se abrió la ventanilla y vio el rostro de su suegro, más guapo de lo que recordaba, pero normalmente lo único que veía de él era su polla en fotos. Se apresuró a montarse por la otra puerta mientras que Derek subía la ventanilla y lo miraba con ojo crítico, para luego asentir y esbozar media sonrisa.
A Stiles le sudaban las manos de los nervios que sentía, pero el oler la colonia de Derek, el poder tenerlo en directo junto a él, hacía que más que nervios le embargara una sensación de excitación increíble.
-¿Tenías ganas de venir? -preguntó el moreno, a lo que Stiles se mordió el labio. Su voz ronca era increíblemente erótica.
-Sí.
-¿Por qué? -inquirió mirándolo con intensidad. Otra de sus malditas pruebas. Sonrió de medio lado.
-Por comerte la polla.
-Bien -contestó el moreno, con un deje divertido en la voz.
Arrancó el vehículo y se pusieron en marcha en dirección al bar al que quería Derek. El castaño estaba realmente ansioso, pero tampoco quería expresar sus nervios y posiblemente mosquear a su suegro.
-¿Y a qué bar vamos a ir? -preguntó Stiles, por fin decidiéndose a romper el silencio. El otro lo observó unos segundos con una ceja levantada.
-Es un bar al que suelo ir con otros chicos que me he tirado -repuso Derek. El castaño se sintió algo molesto ante aquello, pero era natural, antes que él había habido muchos, y después de él habría más.
-¿Qué tiene de especial?
-Nos vamos a tomar unas copas y me la vas a chupar en el baño, ¿quieres?
Stiles apretó los labios y sonrió mirando por la ventanilla. Suspiró imperceptiblemente y volvió a girarse hacia Derek.
-Genial.
-Sabía que dirías eso.
Claro que lo sabía, se lo había dicho de todas las maneras posibles: el hecho de habérsela chupado en el baño de la residencia Hale había sido lo más erótico que había vivido en su vida, y quería más. Quería sentirse usado bajo el agarre de aquel hombre, ése que había conseguido que su sexualidad fuera mera patraña y que se diera cuenta de que lo que quería era su polla.
Llegaron a la puerta del local, que tenía aspecto sobrio con un hombre de seguridad en la puerta. No había nadie fuera, y cuando aparcaron y se acercaron, Stiles supo por qué: era un club privado.
Derek enseñó su carnet, y el hombre les abrió la puerta para que pasaran al interior del local. El castaño estaba nervioso, ya que en cuanto entraron pudo ver por qué era un club privado en el que requerías mostrar tu tarjeta de afiliación en la puerta.
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Daddy-in-law (+18)
Random▶Historia finalizada◀ CONTENIDO HOMOERÓTICO: si no te gustan las historias boyxboy con sexo explícito, no leas. || S T E R E K || Stiles Stilinski y Lily Hale llevaban siendo vecinos desde que nacieron. Residentes en Beacon Hills, ninguno de los do...