Daddy-in-law (+18)

3: Primer encuentro

La fiesta de Halloween se desarrolló sin incidentes. Tras la discusión de Lily con su madre, no volvieron a sacar el tema, y aunque entre ambas había tensión, podían estar en la misma habitación sin matarse.

Fue una noche ostentosa, a reventar de comida, bebida y muchísima gente diferente a la que Stiles estaba acostumbrado. Lily estaba como pez en el agua entre todas aquellas personas, y la verdad era que estaba feliz de ver a su madre y a muchos de sus amigos allí.

Llegó un punto de la noche en el que Stiles se sentó junto a las mesas, cansado de seguir como un perrito faldero a su novia, por lo que se dedicó a contemplar la fiesta. A pesar de estar allí apartado, sí que estaba feliz. Le caía muy bien la madre de Lily, y esperaba que su encuentro con el padre fuera al menos la mitad de bien que ese.

Al menos sabía que si el primer encuentro con su suegro no iba bien, en la graduación podría estar lejos de él, juntándose con la familia materna de su novia. Esperaba que en Beacon Hills no tuviera que llamar a su padre a la comisaría del sheriff por un encuentro brusco con Derek Hale.

***

Aún el encuentro para conocer a su suegro se retrasó un par de meses más. Lily llamaba todas las semanas a su padre, rogándole que admitiera a Stiles de invitado por ella, que hiciera el gran esfuerzo de intentar integrar al castaño en su casa por un fin de semana, pero Derek no se bajaba del burro.

La cabezonería era cosa de ambos, ya que si había alguien que ganaba a Derek en eso, era su hija. Al tercer mes de insistencia, su padre accedió a regañadientes, pero la chica no cabía en sí de felicidad en aquel instante.

-Gracias, gracias, ¡gracias! En serio papá, muchas gracias por acceder.

-No me lo recuerdes, Lily, no quiero ni pensarlo -repuso él a través del teléfono.

-Ya verás como os llevaréis bien, es de los Mets -dijo Lily intentando ganar terreno con el moreno por Stiles.

-Como si resulta ser un rey y está forrado hasta decir basta: no me va a caer bien. Nunca.

-Papá, te gusta torturarme, ¿verdad? ¡Ten la mente abierta, joder! Stiles hará todo lo posible para contentarte, ¿puedes al menos fingir que es de tu agrado?

-Soy un hombre muy expresivo, Lily.

-Claro, con tu movimiento de cejas taaan explicativo, dejas a las masas conformes, desde luego. -Al escuchar la risa de su padre, se relajó y respiró hondo-. Por favor. Haz un pequeño esfuerzo. Con que no le gruñas me conformo.

-Sigues pidiendo mucho, el gruñir es parte de lo que soy. -El tono jocoso de Derek, sonrió ampliamente.

-Ya sé que eres un amargado, pero yo te quiero así, papá. Sé un poco menos tú, y no asustes a mi novio.

-No te prometo que lo intentaré, pero intentaré intentarlo.

-Idiota, eso es de los Simpsons -dijo Lily soltando una carcajada.

***

Después de convencer a Derek, el hecho de convencer a Stiles fue tremendamente fácil. Pese al terror que sentía, hicieron las maletas el viernes por la mañana y cogieron el coche para dirigirse una vez más a su pueblo natal, pero aquella vez para ir a cada de los Hale

Así que allí estaban, en la puerta de la casa más grande de Beacon Hills. No tenían exámenes cerca, así que fueron ligeros de apuntes y libros. Lily no paraba de hablar de su padre, del que había sacado su pelo negro azabache pero sus ojos le hubieran gustado más, que era un obseso del deporte y que aunque parecía estar amargado, era bastante simpático cuando lo conocían.